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Cine

X de Ti West: un slasher sobre la porno masacre en Texas

X de Ti West se convierte en un espectáculo que se burla de la doble moral americana a través del par de géneros más repudiados por Hollywood.

AJ Navarro

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x de ti west
4 Reviewer
Calificación

En 1974, el menospreciado cine de terror presentó un proyecto que muchos creyeron era cierto gracias a la narrativa tipo documental con esa voz profunda de John Larroquette que daba paso a lo hecho por una familia de caníbales y un tipo con una motosierra con tendencias a lo Ed Gein en La Masacre de Texas de Tobe Hopper.

Dos años previos a esta masacre texana en cines, otro género infame en la industria del cine como el porno tendría una explosión (sin afán de doble sentido) inesperada gracias a la cinta Garganta Profunda de Gerard Damiano, donde una joven (la estrella Linda Lovelace) acudía al ginecólogo para saber porqué no lograba tener un orgasmo. ¿La respuesta? Tiene el clítoris en el fondo de la garganta.

Esos eran los tiempos de una década que mostraría la desintegración del tejido social perfecto norteamericano, diez años en los que el cine y sus formas se convirtieron en algo provocador, transgresor, de bajo presupuesto y al alcance de todo aquel espectador que quisiera sucumbir a los más bajos instintos producidos por las crisis económicas, las guerras perdidas o los cultos satanistas iniciados por Anton LaVey, deconstruyendo una moral bastante ligera.

Algo que parecía una aventura termina en un baño de sangre en X
Algo que parecía una aventura termina en un baño de sangre en X

TI WEST NOS REGRESA A LOS AÑOS 70 CON X

Ti West aprovecha este impulso de la época para montar uno de sus proyectos más propositivos en el género, uno en el que ha dado bandazos entre lo bueno y el churro barato, para traer a la vida a X, que se ubica justo al término de esta locura de periodo pero que va dando inicio a un mini oscurantismo en el que las costumbres conservadoras rechazarían todo lo que no iba bien con ellos (cual seguidores de Trump), creando así el Pánico Satánico.

1979: Un equipo amateur de cine porno encuentra hospedaje en la mitad de la nada en Texas, donde rentan un lugar a un anciano que no tiene idea de que van a grabar una porno clasificación X en la que buscan demostrar que este género puede ir mas allá de solamente sexo. Lo que parece un viaje de (mucho) placer y de trabajo acabará por convertirse en una realización maldita donde la doble moral estadounidense y los clichés se pondrán en duda para crear una bizarra pero interesante cinta que pone el dedo en la llaga sobre la censura y esa cara conservadurista podrida del Estados Unidos profundo.

Ti West logra usar varios formatos de video para darnos la sensación de una filmación al estilo grindhouse de la época. Pero sobre todo trabaja bien en el juego de colores y una estética que contagia la sensación de serie B y porno casero en una sola. Además, su manejo en la cámara así como un par de montajes paralelos demuestran que, cuando se quiere, se pueden hacer cosas interesantes dentro del género si eres capaz de jugar con las reglas establecidas en tu relato.

X es uno de los mejores slashers y cinta de terror del año

Claro que West no es un desconocido a las entrañas del terror, pues desde su participación en antologías como El ABC de la Muerte o V/H/S (la primera, no las feas secuelas), hasta en series como Outcast, Wayward Pines y El Exorcista, ha demostrado un crecimiento interesante dentro de su generación. Eso  aunado a la utilización de un contexto histórico en el que se condenaba a todo aquello que rompiera lo políticamente correcto (suena familiar eso), le da a West ventajas para su historia.

También destaca la habilidad que tiene para que sus personajes caigan en el cliché habitual pero les de un giro inesperado, específicamente con la pareja de ancianos antagónicos que pueden convertirse en algo tremendamente desagradable para ciertas personas o incluso esa idea de la ‘final girl’ y el poder femenino, algo que también nos lleva de vuelta a los años 70 y esos grotescos ‘rape and revenge’ o a la fórmula clásica del slasher. Aquí, West juega con ellos y aprovecha las expectativas de la audiencia para llevarla por otro lado cual mago de la perversión.

En cuanto a las actuaciones, la aparición de Mia Goth en otra cinta de género la va posicionado como una de las nuevas musas del terror. Pero aquí lo lleva a otro nivel con un doble papel entre Maxxxine y Pearl que puede ser bastante perturbador. Al lado de ella están Jenna Ortega y Brittany Snow, actriz fetiche de otro realizador conocido por West (Adam Wingard) y que tampoco es ajena al género.

Ti West nos lleva al grindhouse de los años 70 con X

Alrededor de ellas tenemos a una bola de hombres aparentemente útiles pero que acaban siendo carne de cañón. El proxeneta que aspira a realizador porno Wayne (Martin Henderson), el veterano afroamericano de la guerra de Vietnam (oh sí, aquí también se habla de eso), Jackson, que marca el debut de Kid Cudi en el terror y Howard (Stephen Ure), el anciano puritano que oculta cosas y situaciones (hasta a su misma esposa).

si lo que les gusta es el gore y la sangre, no se angustien, pues hay bastante de eso. El realizador usa la sangre como otro factor de explotación para provocar las cosas, mezclándolo con el tema del sexo para así apuntalar una cinta que ofrece mucho más que solo porno y terror. Si bien, aquí no existe alguna sierra eléctrica o algo por el estilo, el ingenio de Ti hace que use todos los elementos alrededor del solitario lugar en que todo sucede para cometer las atrocidades, muertes y brotes de violencia de la mejor forma posible.

Así, X se convierte en un espectáculo que se burla de la doble moral americana a través del par de géneros más repudiados por Hollywood, pero sobre todo de una clasificación y censura que solo cintas atrevidas como Naranja Mecánica (1971), El Último Tango en París (1972) o el blaxpoitation Sweet Sweetback’s Baadasssss Song (1971) así como la industria pornográfica en ciernes, se hicieron acreedoras para ser infamemente censuradas.

Comunicólogo, amante del cine, la música y todo lo que sea cultura. Forjando una carrera en el medio desde 2018 a la fecha. Colaborador en varios espacios, consciente de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

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