Pólvora Live
Yoss Bones en el Lunario: una noche de salvaje versatilidad
La princesa de la calle demostró por qué es una de las más importantes cantautoras mexicanas del momento
Toda esta calle y vuelta a la derecha en Reforma -como indican los de vigilancia a una que otra señora perdida-, está el Auditorio Nacional de la Ciudad de México. Un recinto donde los artistas consagrados exhiben su arte ante diez mil fanáticos de hace cinco, quince, veinte, treinta, cuarenta o más años. “Un coloso para un gigante”, referí alguna vez, cuando vi a cuatro rocanroleros dominando a sus anchas el recinto más deseado por nacionales o extranjeros. Y no dudo que Amanda Miguel esté haciendo lo propio justo ahora, a unos cuantos meses de la muerte de su esposo, Diego Verdaguer, llorando cada que una de sus letras románticas atraviesa las bocinas.
Pero acá, dentro de la puertita de cristal rotulada con un logo del Lunario, se gestan los nuevos talentos. La reciente generación de compositores, músicas y músicos que quieren hacerlo profesionalmente. Aquí, entre cuatro paredes y dos barras de licores, en la intimidad, se afianzan los públicos, las pasiones y el cariño. Es donde se ve a los ídolos cercanos, de cuerpo entero, y espíritu expuesto. Aquí dejas el alma, y vuelves por ella otro día si te lo permiten.
Yoss Bones en el Lunario
Así lo asumió Yoss Bones, rapera mexicana, integrante de Alzada y una de las más importantes intérpretes del género en los últimos años. Sus canciones ya son parte del ideario de muchas personas que lloran, ríen, menean la cabeza o las caderas. Es querida, es admirada. Sube paso a pasito por la escalera que lleva al Olimpo, y hasta el momento su ascenso no ha tenido tropezones.
Para esta ocasión, la rapera oriunda del estado de Guanajuato eligió una banda de tres integrantes para instrumentalizar los beats de un DJ de tornamesas completamente en vivo, además de tres coristas y una rapera más de apoyo. Parece un ensamble simple, pero resultó eficaz. Por momentos mucho más salvaje que una experimentada banda de rocanrol, de baterías extremas, como si aquello fuera un death metal, y en el bajo un tremendo trabajo de pisadas que volvió todo mucho más imponente.
Una noche de salvaje versatilidad
Pero lo más impresionante de todo estuvo en el setlist. No fue una lista de canciones común, ni mucho menos una que puedas encontrar en cualquier parte del planeta. Serio. Ni siquiera el mismísimo Luis Miguel sería capaz de emularlo. Le haría falta una nueva carrera tan atrevida y libre como la de Yoss Bones
Me explico ante tal blasfemia escrita -a ojos de mi madre-: la noche comenzó bastante bellacosa. Perreo y flow pusieron candente los rincones del Lunario, tanto en el escenario como en la fanaticada, quienes de inmediato conectaron con el movimiento de cadera de La Princesa de la Calle.
Luego, como si nada, un poco de pop, de r&b, de rap, trap y más reguetón. Todo en versiones cortas de apenas 2:30 minutos que no solamente agilizaron el show para tocar casi 30 temas, también le pusieron emoción a las versiones de estudio que a veces pueden ir muy lento, o que de plano le salieron muy largas. Menos espacio para girar la hueva. Agarrar el celular y wacharlo, checar el Facebook o ver tiktoks de La Casa de Los Famosos México. Más tiempo para cantar, gozar y atascarse.
Entonces aparece en el ambiente un poquito de rock, y luego una balada bien romántica, pero también algo de rap a la vieja escuela, tal como lo hizo la cantante delante los primeros años de carrera. Un poco de show drag tampoco le vino mal a los onterludios para cambiarse el vestuario, y salir a conquistar con una minifalda de piel, botas largas que remarcaron sus largas piernas, un top oscuro, en la cabeza una enorme peluca entre rosa naranja, amarillo y morado, acompañada de unas extensas uñas en rosa mexicano con piedras y cadenas. El puro glamour.
entre tanto aplauso, grito y chiflido, pausas para firmar afiches, tomar videos o recibir regalos, hubo tiempo también para soltar un poco de gangsta rap con chingadazo directo a la policía de la nación. También un reggae bien relajado, hasta un bolero de requinto impresionante cual cassette de Los Panchos en el estéreo de mi abuela; desgarrador. No vayamos más lejos, que antes de subir a DLD al escenario, soltaron un intento metalero que si bien no es del todo clavado en el género, contiene una energía brutal.
Y en cada oportunidad , demostró que posee una capacidad vocal muy bien estudiada, controlada e impresionante. Suena bien sin importar en qué parte del show estamos; sí , emocionada y feliz, pero afinadita de principio a fon. Una artista como se debe. A la altura de cualquier figura nacional e internacional.
Antes de bajar el telón, dejó un mensaje bien claro de su presente y futuro en la industria del entretenimiento. “M4KYNA” es ese tema de reivindicación para todas las mujeres raperas que han intentado sobresalir por encima de cualquier polémica o prohibición. Es un llamado a mantenerse de pie a pesar de las críticas, el odio, los señalamientos y el machismo. A superarse día con día, a no conformarse con hacer un sold out en el Lunario del Auditorio Nacional, y remostrar que están Lara cosas más, mucho más grandes.
“No me importa lo que me dijeron, esta mina tiene piso lleno. Así que prepárame tu deceso; perra, yo no permití tu acceso”
Setlist de Yoss Bones en el Lunario 2023
- Yakuza
- Flow
- Piensa en mis labios
- No lo intentes
- Déjame aquí
- Pills
- Me quedé solita
- Ladrón
- Me levanté
- Tequila y Miel
- Nada discreto (Con Toser One)
- Ya no quiero verte
- Eres mi aire
- Sin ti
- Ketamina
- Santa
- Nunca supiste
- Andamos al cien
- LQRA Session 5 (Con Neto Peña)
- Por tu piel (Con Neto Peña)
- Borracha de amor
- No puedo olvidarte
- No vuelvas más a mí (con Lefty SM)
- Click Clack (con Lefty SM)
- Chip S
- No soy un criminal
- Tóxico (con DLD)
- A 150
- M4KYNA