Cine
Toc Toc Toc, un susto familiar que no da miedo
Gracias a sus protagonistas, Toc Toc Toc resulta ser una pasable cinta de suspenso que nos recuerda cómo las telarañas familiares pueden ser horribles.
Ah la familia, ese núcleo social básico en nuestro mundo donde la relación entre padres e hijos genera traumas a futuro y nos manda nada cuerdos a enfrentar el mundo real. En Toc Toc Toc, cinta de suspenso y terror del realizador Samuel Bodin, creador de la serie Marianne de Netflix, nos recuerda las complicadas relaciones familiares y cómo algunos secretos filiales pueden resultar en algo terrible.
De qué trata Toc Toc Toc
Peter (Woody Norman) es un niño de 8 años atemorizado por los extraños golpes provenientes detrás de su pared. Sus padres, Carol y Mark (Lizzy Caplan y Antony Starr) intentan convencerlo de que todo es producto de sus sueños e imaginación; haciéndolo dudar tanto de él como de las verdaderas intenciones que tienen sus padres. Mientras el sonido detrás de la pared se intensifica y se vuelve constante, Peter tendrá que tomar ciertas decisiones que tendrán consecuencias brutales para todos.
Si bien Bodin ha comprobado que crear atmósferas tensas se le da, en esta cinta no es la excepción pero no lo logra gracias a un gran diseño de arte o una fotografía interesante, sino por la tremenda labor de sus protagonistas que, ante un guion bastante flojo escrito por aquel que escribió la infame ‘recuela’ de La Masacre de Texas (2022), Chris Thomas Devlin, quien no sabe cómo cerrar las aristas y dilemas que plantea alrededor de su trama central de manera efectiva.
Bodin tiene una dirección plana que de repente usa planos interesantes inclinados o alguno que otro toque interesante detrás de la cámara para tratar de elaborar un buen suspenso, pero es cuando se centra en el sufrimiento de Peter y la maquiavélica figura de sus padres cuando Toc Toc Toc logra los momentos más incómodos, pues logran hacer dudar, al menos por un momento, al espectador acerca del estado mental de su protagonista y esa retorcida relación parental con sus sobreprotectora madre y su casi psicopático padre.
Es increíble ver que Antony Starr comienza a tener oportunidades fuera de The Boys. A pesar de que aquí pareciera que la malsana crianza de Homelander se extiende en las venas de su personaje, logra hacer de Mark un aparente papá abnegado con métodos cuestionables, miada intimidante y actitud poco empática. Esa personalidad se complementa muy bien con la de Lizzy Caplan, cuya madre es abnegada y noble hasta que saca su lado más desquiciado y salvaje. El desequilibrio mental compartido hace que el ambiente hostil salga a flote en una casa que tiene todo menos ser hogareña.
Pero el peso de la cinta cae en Woody Norman, joven actor que cautivó a todos al lado de Joaquín Phoenix en C’mon C’mon (Mills, 2021). Pero en Toc Toc Toc, el chamaco carga con una personalidad más misteriosa, silenciosa incluso. Su Peter es un niño que soporta constantemente la burla de sus compañeros de clase además de una severa falta de amigos reforzada por la desconfianza hacia sus padres. Por ello, cuando comienza a escuchar esos ruidos detrás de las paredes, la duda se siembra en cuanto a qué es lo que realmente sucede. Hasta que el guion mata las aspiraciones.
Y henos de vuelta al problema principal de esta telaraña misteriosa. Los elementos están puestos, van marchando bien hasta que de repente Peter comienza a tomar decisiones motivado por una ‘misteriosa’ voz de una mujer que le revela su identidad muy pronto. Eso le va quitando fuerza al suspenso familiar, pues ya no hay duda de que existe algo muy retorcido detrás de todo. Sin embargo, la historia crea distracciones que no cierran bien y que sólo sirven para intentar llevarnos por otros lados y olvidar lo que ya sabemos.
Aquí entra, por ejemplo, el papel de Miss Devine (Cleopatra Coleman), que se integra de rebote al relato sólo para ser carne de cañón hacia el último acto del filme. Ni qué decir de una chica desaparecida cuya resolución no aporta absolutamente nada o la venganza desatada sobre unos tontos ‘bullys’ que reciben una dosis bastante violenta de su propia medicina, la mayoría de esto en un clímax de locura que parece salido de Maligno (Wan, 2021) con La Gente detrás de las Paredes (Craven, 1991).
Si bien la casa funciona como este lugar de reclusión donde la mayor parte de la acción sucede, el uso de la misma resulta tan metido en la fórmula usual que realmente desaprovecha convertirse en una metáfora del encierro mental y la presión psicológica que vive Peter en su día a día. Es ahí donde se nota la dirección poco inspirada de Bodin, reforzada con una historia que ofrece buenos momentos esporádicos y deja de lado la psique para llevar todo hacia algo más monstruosamente terrenal que se sale de control por completo.
A pesar de contar con un final abierto que abre la posibilidad a que esta telaraña continúe tejiendo más embrollos, Toc Toc Toc es un ejercicio de género mediano que, de no ser por la triada de la familia protagonista, una buena música compuesta por Drum & Lace y de algunos chispazos acertados de gore, thriller y suspenso, pasaría a esconderse detrás de las paredes para no volver a escuchar sus ruidos.