Crítica de Five Nights At Freddy’s, una de las peores adaptaciones de un videojuego al cine

Francamente, el boom de Five Nights At Freddy’s no conectó conmigo en su momento. Siempre vi los juegos al nivel de Minecraft: solo para niños. Lo cual no necesariamente es malo pero en ese punto de mi vida, ver animatrónicos disque tenebrosos en esta tendencia de inicios de la década pasada donde todo título de terror debía ser de jump scares, lo pasé de largo.

Pero Blumhouse supo esperar para atacar y casi una década después del apogeo de la serie, la lleva a cines de la mano de Emma Tammi, directora de la genial cinta de horror The Wind. ¿Por qué digo que supo esperar? Porque ahora los chamacos que lo jugaban pirata en su computadora, ya tienen dinero para gastar en un boleto de cine impulsados por su propia nostalgia. Diabólico.

Sin embargo, pensé que las malas adaptaciones de videojuegos habían quedado atrás. Aquellos subproductos a nivel de una taza o camiseta creados solo por avaricia, parecían ser un recuerdo noventero. Pero que equivocado estuve. No solo Five Nights At Freddy’s es una de las peores películas del año, sino una de las adaptaciones más mediocres que haya visto de un juego en la pantalla grande. Y vaya que no cualquiera puede darse el lujo de estar en ese top, con joyitas tipo Doom.

De qué va Five Nights At Freddy’s

Mike Schmidt es un guardia de seguridad problemático, aprehensivo a su pasado por haber perdido a su hermano menor cuando era solo un niño. En la desesperación de no perder la custodia de su pequeña hermana, decide aceptar un trabajo en Freddy Fazbear’s Pizza, un lugar abandonado que fue muy popular durante los 80. Desafortunadamente, el obsesivo hombre no imagina que una vez pasadas la medianoche, los animatrónicos del restaurante cobran vida para deshacerse de cualquier persona en su camino.

Lo único valioso que aporta Five Nights At Freddy’s es el trabajo de locaciones y algunos efectos de iluminación. Total reconocimiento a la dirección de arte, lo más cercano a transmitir la atmósfera del juego. Hay una atención minuciosa hacia los detalles dentro de la pizzería, desde el caos provocado por el abandono, los dibujos colgados en las paredes y claro, el diseño de los antagonistas.

El resto es un maratón de bostezos y mediocridad. La historia es de lo más aburrido que pudieron concebir. No intuyo como pudieron aventarse la idea de que un melodrama familiar, envuelto en una obsesión hacia manipular los sueños podía ser un buen hilo conductor de algo que debía provocar terror. Esto por supuesto, lleva a unos huecos argumentales insufribles que más bien eran objeto de terapia.

Esto empeora porque nunca existe química entre ninguno de los personajes. Josh Hutcherson, quien jamás ha sido un actor sobresaliente, da un papel olvidable, como si estuviera en trance de pereza todo el tiempo. Cuando entra Elizabeth Lail con el personaje de esta policía misteriosa, tampoco ayuda mucho en fortalecer el relato. ¡Y luego tienen a Matthew Lillard de villano y es tan soso como malo de Scooby Doo con bigote retorcido al que literal, le quitan la máscara para revelar su identidad! Perdón pero si esto también es parte del universo del videojuego, que desgracia de franquicia.

Ese es el gran problema: mucho personaje genérico sin personalidad y poco de lo que la gente en realidad quiere ver, los animatrónicos. El diseño es bastante llamativo como para apoyarse en ello para crear un thriller decente de hora y media pero al parecer, eso era muy difícil de hacer. Es frustrante pues la característica principal de esta franquicia son los jump scares (lo cual, ya me parece una forma barata de provocar terror) y ni siquiera eso hay. No hay elemento alguno que conduzca horror o genere suspenso.

Pero lo más irritante de Five Nights At Freddy’s es que trata a su público como estúpido al abusar de secuencias paralelas donde explican todo lo que estás viendo. Mi favorita es al final cuando la policía guía con voz en off todo lo que Mike debe hacer para infiltrarse en el restaurante sin ser descubierto. Grandísima tomada de pelo.

En este espacio lo he repetido hasta el cansancio pero va de nuevo: una buena película debe sostenerse por si sola, no con apoyo de otro medio como un juego, cómics, etc.

Conclusión: Five Nights At Freddy’s es un regreso a las malas adaptaciones del siglo pasado

Decir que una película es para fans es regocijarse en la mediocridad de un producto. Vean casos recientes como Mario o The Last of Us: cualquier persona, sin conocimiento previo del videojuego, puede disfrutar de obras de calidad. Esto es una vil aberración sin guión, mal actuada, sin conciencia de ritmo y que espera sostenerse a través de sus referencias. Incluso sabes que falla en su misión mercantil porque al final, no dan ganas de ir a comprar los juegos o las figuras. Un bodrio absoluto.

Five Nights At Freddy’s es de lo peor del año y a diferencia de la actual campeona en mi ranking, 13 exorcismos, al menos ahí hubo risas involuntarias. Aquí al menos sale “Talking In Your Sleep” de The Romantics. De perdida.

Cómo recomendación, mejor corran a Prime Video a ver Willy’s Wonderland con Nicolas Cage. La premisa de animatrónicos malditos es la misma pero aquí, la acción, sangre y humor negro no cesan. Una joya.