Un Siniestro Cuento de Navidad, una comedía disfrazada de terror

Un Siniestro Cuento de Navidad o mejor conocida por su título en inglés ‘The Mean One’ nos narra una historia de parodia muy al estilo de Winnie The Pooh, Miel y Sangre, pero en esta ocasión con otro icónico de las cintas de antaño, El Grinch.

Sin embargo, yo no acabo de entender esta fascinación por crear historias slasher con personajes de la infancia, quizá sean solo para cumplir algún deseo morboso de ‘What If’, sin embargo, el verdadero problema radica en que estas historias son solo una idea expandida por dos horas que no terminan de cuajar y que sin problema pudieron funcionar como un cortometraje para YouTube.

Pero claro, ahí no se tiene el respaldo de los dineros de las productoras y las distribuidoras; y sin afán de hacer ningún spoiler, debo de advertirles que Un Siniestro Cuento de Navidad, justo como se lo pueden esperar, es más aburrida que la mañanera del preciso.

De esto va Un Siniestro Cuento de Navidad

Pues fiel a la historia original del Grinch, pero sin ocupar el nombre de uno de los antagonistas más queridos de la navidad, tenemos en primera toma a Cindy (Krystle Martin) , quien descubre al monstruo (David Howard Thornton) en una noche de Navidad.

Cindy, siendo apenas una niña, muy pacíficamente se acerca al monstruo para entablar contacto; sin embargo, la madre de Cindy en ese momento aparece para recetarle unos chingadazos al verde amigo, lo cual resulta en que él se detona cuál ‘Lady Tepito’ y la termina asesinando.

Muchos años han pasado y Cindy junto a su padre regresan al pueblo de nueva cuenta, para vender su antigua casa y sobre todo para sanar las heridas del desafortunado evento.

Luego entonces, en vísperas navideñas, a estos dos se les ocurre celebrar con un poco de festividad navideña, cosa que emperra al “no Grinch” y ahora termina por despacharse al papá de Cindy, convirtiendo estos eventos en un tema personal que la chica resolverá de alguna u otra manera, mientras descifra el misterio que guardan los pobladores de Newville.

No cumple en dar miedo y no cumple en dar risa

Son contados los momentos que son graciosos en Un Siniestro Cuento de Navidad, y es que el tema de la actuación es insufrible, ya que muy ‘a doc’ a filmaciones dignas del canal Scy Fi, los actores son unos maestros de la sobreactuada, y eso le quita un buen pedazo al pastel de la fórmula de la comedia.

Quizá si Un Siniestro Cuento de Navidad se tirará por completo a lo ridículo como lo hacían hace 20 años en ‘Scary Movie’ podríamos rescatar algo, sin embargo, los chistes no terminan de cuajar con esta historia medio real, que en ocasiones se siente demasiado seria y en otras no, perdiendo por completo el sentido de comedia.

Además, que los dos primeros actos de la película son más aburridos que hacer un trámite en el Seguro Social, justo hasta el tercer acto es cuando la película se vuelca por completo en ser una parodia y es justo ahí donde comienza a dar risa.

Ya que vemos muy al estilo de ‘Mi Pobre Angelito’ como es que Cindy le prepara unos chingadazos al monstruo mientras se pone mamadísima de un día para otro.

El final final, si es algo rescatable, ya que cómo te platico, es acá cuando ya se tiran por completo a la comedia absurda y lo hacen ver claro, sin embargo, para este momento ya te tuviste que fumar un ratote de un mal episodio de ‘La Rosa de Guadalupe’ aderezado con ‘Extranormal’.

Quizá los encargados de Un Siniestro Cuento de Navidad tuvieron que checar como se hacían las cosas en ‘Oso Intoxicado’, una película que dentro de la misma seriedad que nos quiere mostrar la ingenuidad de sus personajes hacen que la comedia caiga como anillo al dedo.

Acá desafortunadamente los personajes no son ingenuos, solo son estúpidos y sin dos gramitos de carisma, se los juro sobrinos, ni siquiera el personaje que se supone que ayuda al protagonista, ni los antagonistas, es más ni el mismo “no Grinch” logran destacar.

Un Siniestro Cuento de Navidad se estrena este mismo fin de semana (15 de dic) en tu cine de preferencia, pero si prefieres irte a una posada a ponerte gracioso, créeme que no te juzgaremos, ya que esta película te la puedes saltar y verla con algunos dulces de adultos para que al menos así le encuentres un poco la gracia.