Pólvora Live
Nacho Vegas dio un excelente cierre de gira en el Pepsi Center
“Creo que va a empezar a llover” fue lo primero que atravesó por mi cabeza al sentir algunas gotas caer sobre mi cabello en la helada noche que se vivía en la colonia Nápoles. Casualidad del destino, una metáfora materializada o que sé yo, el ambiente era perfecto para presenciar el cierre de la gira Mundos Inmóviles Derrumbándose de Nacho Vegas en el Pepsi Center.
Al principio me sorprendió no ver mucha gente afuera formada para entrar pero al llegar a la pista, mi intriga fue respondida: son los más apasionados, por supuesto que llevaban horas ahí, esperando a que el cantante asturiano nos llenará de poesía el espíritu.
Nacho Vegas: música para sanar y un discurso para denunciar los males del mundo
“Hazle un hijo a mi esposa”, gritó un eufórico hombre en la primera fila en el instante que Vegas, tomó el escenario entre una densa oscuridad. Vistiendo un elegante traje azul marino, siempre con gafas oscuras en su rostro, tomó el micrófono y nuestra mano para no soltarnos nunca; así terminara la noche, el recuerdo prevalecerá.
De inmediato, el público entregó todo su aliento y es que vaya forma de empezar con “Va a empezar a llover” y “Ser árbol” donde una joven, también en las primeras filas, levantó con mayor fuerza su letrero de “Te amo, Nacho Vegas”.
Oculto entre las sombras, protegido por unas esferas blancas que colgaban del techo, el cantante lució a cada instante con estilo sobrio, pero íntimo. A pesar de estar rodeado de cientos de persona, uno siente esa conexión tan especial que solo temas como “Ciudad Vampira”, “Lo que comen las brujas” y “Nuevos planes, idénticas estrategias”, provocan.
Fiel a sus convicciones revolucionarias, Nacho Vegas se dio un pequeño descanso para dar espacio a la Plataforma Común por Palestina para denunciar el genocidio del estado sionista en la Franja de Gaza. Muchos respondieron positivamente, levantando el puño y gritando a favor de romper lazos con Israel. Otros tantos, indiferentes, aprovecharon para ir por un trago o al baño. Una tristeza su caso.
La bohemia siguió adelante con su sonido perfecto y juegos de iluminación donde deambulaba entre sombras y jugaba con su mano, solo interrumpida ocasionalmente por los vendedores de cerveza (jamás se irán, ¿cierto?). El asturiano se dio su momento de dedicar un tema hacia una fan tapatía fallecida, a recordar cuando su amigo Bunbury lo trajo a México por primera vez de la mano de El tiempo de las cerezas para “Bravo” en una de sus primeras interpretaciones en 15 años.
Así, entre la la las, la vibra burlesque de “El hombre que casi conoció a Michi Panero”, Nacho Vegas se despidió brevemente antes del maravilloso encore donde al principio, tomó solo el escenario con guitarra acústica en mano para recordarnos “El ángel Simón” donde al final aporreó inclemente un tom de piso. Y tras “La pena o la nada” coreada por todos, el cantante y su banda se despidieron mientras las bocinas sonaban con “Que pena siente el alma” de Violeta Parra. El público lo ama y el responde recíproco a ese cariño. ¡Hasta siempre, querido Nacho!
Setlist de Nacho Vegas en el Pepsi Center
- Belart
- Va a empezar a llover
- Ser árbol
- Reloj sin manecillas
- El don de la ternura
- Ciudad Vampira
- Esta noche nunca acaba
- Abnegación
- Lo que comen las brujas
- Nuevos planes, idénticas estrategias
- Bravo
- Ramón In
- El mundo en torno a ti
- Cómo hacer crac
- Dry Martini S.A.
- Big Crunch
- La gran broma final
- El hombre que casi conoció a Michi Panero
- El ángel Simón
- La pena o la nada