Entrevista: el mundo autómata de Between the Buried and Me

Hablamos con Tommy Giles acerca de su más reciente producción.

Between the Buried and Me se ha convertido en una de las agrupaciones de progresivo más importantes a nivel mundial. Originarios de la capital de Carolina del Norte, la banda ha demostrado una enorme versatilidad en cuanto a géneros, mezclando desde los ritmos más brutales del death, hasta el jazz más virtuoso. Sus trabajos más recientes, Automata I & II, fueron lanzados hace dos años en un periodo de seis meses de diferencia unidos bajo el concepto, la transmisión de los sueños como entretenimiento.

Previo a su visita en México, platicamos en entrevista con su vocalista, Tommy Giles, quien además de hablar sobre Automata, mencionó detalles importantes sobre sus métodos de composición. Y por supuesto, sobre su amistad con Leprous.

Al igual que Automata, lanzaron The Parallax en dos partes hace unos años. Aunque antes lucía solo como un movimiento conceptual, ¿crees que lanzarlo ahora de esta forma también va acorde a la industria?

“Conforme las cosas evolucionan naturalmente en la industria musical, la gente busca maneras intrigantes de lanzar álbumes. Nuevas formas de manejarse. Creo que el lanzar dos discos como parte de un concepto, es interesante para los fans y es una manera distinta de presentar la música. No es una idea nueva, se ha hecho desde hace mucho, en especial durante los 70s“.

“Para nosotros, varia en cada álbum y hacemos lo que creemos es el movimiento adecuado. Hacer dos lanzamientos por separado era algo que queríamos intentar. Viendo en perspectiva, habría sido más inteligente lanzarlo de manera individual, pero estoy orgulloso de lo que hicimos solo porque debíamos intentarlo. Queríamos saber los pros y contras de ello. Tal como nuestra música, queríamos probar algo distinto en el negocio y no tomar la ruta fácil, ni lo que se espera de nosotros“.

El concepto del álbum es la transmisión de sueños como una manera de entretenimiento. ¿Podrías hablarnos más de la idea?

“Hace mucho que no pensaba en las letras (ríe). Siempre estoy escribiendo ideas, llevo un bloc en mi teléfono y esa era una que estuvo todo el tiempo conmigo. Sentí que había mucho con lo que podía expandirlo más, así que lo platiqué con la banda“.

“Tiene muchas capas. Inicialmente trata sobre un sujeto que intenta encontrar a su familia. Hay varios temas al respecto, como el lidiar con la pérdida y una vez que se da cuenta que forma parte de esta gran y avara industria, se torna más hacia lo político y al entretenimiento. Más adelante, el álbum comienza a hablar de suicidio y la presión ejercida por estas corporaciones. Como todo se entrelaza de manera negativa“.

“Hay muchas historias, fue un disco cansado de escribir. La música es genial. Pudimos hacerlo suave pero se abrieron mucho las posibilidades“.

“Voice of Trespass” tiene un gran giro jazz en medio del death metal. ¿Nos podrías contar más al respecto?

“El riff principal lo escribí desde los días de Alaska (2005). Realmente no pensé que vería la luz del día y Blake, nuestro baterista, hablaba de el siempre, lo amaba. Pero nunca logré concretarlo en algo“.

“Pero mientras estábamos componiendo de nuevo, volvió a aparecer y finalmente, logró convertirse en algo. Dan, nuestro bajista, estaba muy emocionado, creó muchas escalas usando ese riff de base. Es uno de los puntos altos de todo el disco“.

¿Cómo fue regresar a la producción con Jamie King y qué tanto se involucró en crear Automata?

“Él siempre ha sido muy activo en la banda, hemos estado con él desde el primer día. Es como trabajar con uno de tus mejores amigos, siempre nos anima a lograr el mejor álbum que podamos. Escribimos nuestros para que estén al 100% al momento de grabarlos. Hacemos una pre producción por nuestra cuenta, sabemos exactamente como debe sonar. Y cuando llegamos al estudio, él sabe asentar nuestra visión“.

“Realmente no escribe con nosotros, pero siempre ayuda con ideas para los solos o las armonías vocales, incluso si a alguna sección le falta o le sobra algo. Es muy bueno para tomar esas pequeñas decisiones que mejoran la canción“.

¿Sientes cierto compromiso de crear conceptos más grandes para mantener las expectativas de los fans?

“Para mi, necesito estar motivado por las letras. Los conceptos e ideas detrás de los álbumes, son elementos que siento acorde a la música en momento. Pero nunca lo fuerzo. Una vez que comenzamos a escribir, sabemos hacia donde va todo. Si tiene material suficiente para ser algo conceptual o incluso si no es así“.

“No quiero que seamos una banda de la cual la gente espere algo. Siempre que escribamos un disco, todo será distinto siempre“.

Para promocionar el disco, salieron de gira junto a Leprous, quienes se han ganado un gran nombre en el progresivo. ¿Qué tal les fue en este tour?

“Ellos son de nuestros mejores amigos, son una banda fenomenal. Es uno de los pocos grupos con los que hemos salido que me he vuelto super fan de inmediato. No sabía mucho de ellos antes de la gira y los adoré. Amo su nuevo disco, amo todo lo que hacen. De inmediato hicimos una conexión como personas, Einar hasta trabajó en mi último disco solista (2018). Volvería a salir con ellos cualquier día“.

Siendo de Carolina del Norte, un estado poco mencionado en medios masivos, ¿cuáles fueron tus influencias locales al empezar?

“Lo que me gustó de crecer allá, es que la escena es muy chica pero ocurrían muchas cosas. Nadie intentaba plagiar ni sabotear, todos se ayudaban. Éramos un grupo fuerte que nos apoyábamos“.

“Nosotros salimos de la escena hardcore D.I.Y., y aprendí mucho de ahí, aún aprendo cosas nuevas todos los días. Creo que todo habría sido distinto para mi si no hubiese formado parte de esa escena. Fue genial“.

¿Fue difícil salir del estado para empezar su carrera?

“Salimos de hacer hardcore, tocábamos en casas y en salas chicas. No teníamos agentes, todos compartíamos el mismo equipo. Era una vibra distinta. Cuando empezamos, no había un camino. Nadie ganaba dinero, todas las bandas solo lo hacían por la diversión. Te diría que nada fue difícil porque no teníamos una meta. Solo amamos hacer esto, lo seguimos haciendo hasta que eventualmente, se convirtió en nuestra carrera. Nos convertimos en una banda real”.

¡Michael Jordan también era de Carolina del Norte! ¿Recuerdas su época de popularidad?

“Claro, no soy muy fan de los deportes pero amaba verlo jugar, era un ídolo cuando crecía. Paul (Waggoner, guitarrista), es el gran fan del basketball de la banda. Aunque creo que todos en el mundo aman a Michael Jordan“.

La música progresiva tiene ciertos estereotipos, pero ustedes son de una generación que cambió la percepción. Pero, ¿aún siguen lidiando estos problemas con los festivales o promotoras?

“Realmente no me importan los estereotipos. Se que la gente es muy particular con ciertas cosas, en los grandes festivales solo te quieren si eres un nombre grande. pero en este punto, entiendo que las cosas no son lo que parecen. No todos entenderán lo que hacemos como banda pero hacemos lo nuestro, no intentamos imitar a otra banda. Somos afortunados de tener muchos fans y llevar 20 años haciendo esto sin importar las descripciones poco apropiadas que han hecho de nuestra música“.

Between the Buried and Me se presentarán este 3 de marzo en el Lunario del Auditorio junto al talento nacional de Acrania. Los boletos ya están a la venta en las taquillas del Auditorio Nacional o a través de Ticketmaster por 650 hasta el 15 de febrero. A partir del 16 de febrero, costarán 700.