Cine
Crítica: Honey Boy: Un Niño Encantador
Una película terapéutica y retrospectiva sobre la infancia del controversial actor Shia LaBeouf. Esto es “Honey Boy”
Estrella de Disney Channel, estelarista de blockbusters, hijo de Indiana Jones, conductor ebrio, sospechoso de plagio y fuente interminable de memes… esas son algunas de las características que podrían definir al actor Shia LaBeouf. Y detrás de esta conflictiva personalidad existe una infancia complicada y un mundo de emociones atoradas que fueron procesadas a través de terapia para la creación de un guión que el mismo actor escribió y cuyo producto final fue dirigido por Alma Har’el. Esto es “Honey Boy”.
En este filme seguimos a Shia LaBeouf (interpretado por Lucas Hedges) durante su estadía en un centro de rehabilitación en 2015. Aquí, el actor es obligado a examinar su pasado y encontrar las razones detrás de su estrés postraumático. De esa manera, nos transportamos a 1995 para estudiar la relación entre el Shia de 12 años (interpretado por Noah Jupe) y su convicto, ex-adicto padre James.
Y para aterrizar el punto de que éste es un filme terapéutico, el propio Shia LaBeouf actúa a su padre, un ex-payaso de rodeo y un hombre con sus propios demonios. James debe llevar a Shia a filmar y esencialmente trabaja para él: a través de su hijo ve manifestados sus fracasados deseos de éxito en el mundo del entretenimiento. Todo esto crea un muy explosiva y complicada relación padre-hijo. Ojo, LaBeouf se asegura de no plasmar a su padre sólo como un monstruo, sino como un ser humano cuyo dolor también tiene una razón de ser. Es una película con sabiduría emocional.
Naturalmente, “Honey Boy” es un filme muy personal y brilla gracias a las experiencias de LaBeouf, así como la tremenda dirección de Alma Har’el, quien parece tener una relación muy empática con Shia dando como resultado un trabajo ligero y sensible. La fotografía de Natasha Brier le da un aura de sueño a la película, como si cada cuadro viniera directamente de la memoria de un LaBeouf confundido.
La historia se mueve entre el pasado y el presente de una manera muy inteligente. Pequeños detalles, como una terapia en la alberca o el tamaño del cuarto, llevan al Shia adulto a recordar etapas de su infancia y horribles experiencias en el feo motel donde vivía con su padre. Noah Jupe (“A Quiet Place”) hace un gran trabajo como el pequeño e inocente Shia, creando un marcado contraste con Lucas Hedges (“Waves”), quien hace una excelente recreación de la explosiva personal del actor en la vida actual: sus manierismos, inflexiones de voz, expresiones corporales, todo está ahí. La cantante FKA Twigs tiene un papel discreto pero relevante en la historia, pues su personaje le da riqueza al desarrollo de Shia.
“Honey Boy” es un honesto relato sobre el estrellato, los estragos que una mala infancia pueden provocar y sobre todo un recordatorio de que la terapia es una herramienta poderosa para liberar nuestras emociones, sanar y reecontrarse con uno mismo. Ligera y sensible, la dirección de Har’el permite crear una catártica experiencia derivada de la profunda meditación de LaBeouf y el tremendo desarrollo humano de sus personajes.