Cine
Crítica: “Bloodshot”, el ego de Vin Diesel crece con superpoderes
Vin Diesel con superpoderes.
Vin Diesel no es el mejor actor. Eso siempre ha sido evidente, pero la pregunta aquí es, ¿por qué sus películas siempre deben tener ridículos niveles de testosterona? Coches, explosiones, músculos, y líneas de diálogo sacadas del manual de películas de acción de los 80’s. “Bloodshot” es otra más del montón, solo que ahora la inseguridad de Vin Diesel lo lleva a tener superpoderes.
En este filme dirigido por David S. F. Wilson, un marino llamado Ray Garrison (Vin Diesel) regresa de una exitosa y genérica misión para irse de vacaciones con su esposa Gina (Talulah Riley). Sin embargo, los vergonzosos montajes de sexo y amor entre ellos son interrumpidos cuando un criminal llamado Martin Axe (el nombre más ‘Vin Diesel’ de todos los tiempos) asesina a Gina y luego a Ray. Pero como la vida está llena de sorpresas, Ray es regresado a la vida por Emil Harting (Guy Pearce), un doctor especializado en implantes cibernéticos para aumentar las habilidades de soldados estadounidenses fallecidos. En resumen, Vin Diesel muere, revive con superpoderes y busca venganza.
Cinco minutos se tarda Vin Diesel en quitarse la playera y mostrar los músculos, marcando así el inicio de un ejercicio en automasturbación infusionado en testosterona. La primera mitad de “Bloodshot” es aborrecible. Entre la historia cliché del soldado estadounidense regresando ‘a casa’, las líneas de diálogo, las hilarantes tomas que intentan parecer artísticas, bromas de doble sentido haciendo alusión a penes y el villano de telenovela, el filme parece estar en caída libre por un acantilado… hasta que un interesante giro mitiga el descenso.
La película comienza a tomar direcciones ridículas involucrando manipulación de memoria y simulaciones. La historia deja de ser tan simple y de repente, “Bloodshot” es tolerable. Podrás encontrar entretenimiento muy básico, algunas escenas destacadas y sólidas actuaciones de Eiza González (“Baby Driver”) y Guy Pierce (“Mary, Queen of Scots”), pero ten en cuenta: esto nunca deja de ser una exhibición del ego de su protagonista y productor.
No puedes empatizar con los personajes de la película, pues sus personalidades son extremos sacados directamente de un campo de entrenamiento militar. Como siempre, Vin Diesel hace la misma expresión todo el filme y actúa como si fuera demasiado cool para hablar como un ser humano normal. Es el mismo personaje que tiene en todas sus películas: plástico, inseguro y carente de carisma. Ah, pero eso sí, musculoso. Supongo que hay alguien allá afuera capaz de empatizar con una patata musculosa que sobrevive explosiones y arrasa con todo en su camino.
Lo que más disfruté de “Bloodshot” fue su uso de CGI. La deconstrucción de escenarios, simulaciones en 3D y utilización de implantes robóticos son espectaculares y ayudan a darle un necesario empujón a la trama. Aunque no siempre impecable, el trabajo de animación es vital para darle identidad a esta película. Las escenas de acción son buenas, en especial una involucrando elevadores, pero en todas ellas hay un abuso de ‘slow motion’ que arruinan la experiencia.
“Bloodshot” sufre por exagerar. Las personalidades, escenas de acción, efectos especiales, edición, guión… todo está sobreexplotado, dando como resultado una película rudimentaria que tiene problemas para diferenciarse de otras del género ‘Vin Diesel’, es decir, cine tonto de acción.
“Bloodshot” ya está disponible en VOD a través de YouTube o Google Play.