Cine
Army Of The Dead, una aventura a los vicios y virtudes de Zack Snyder
Ni apostándole a la Máquina te llevas estas decepciones.
Érase una vez un director de videoclips con una interesante propuesta visual: Zack Snyder. Ante sus cámaras posaron artistas como Peter Murphy, ZZ Top, Morrissey, entre varios más; su futuro era prometedor. Pero como todo joven del medio, tiene aspiraciones y da el salto a la pantalla grande. Su ópera prima no pudo ser más emocionante: un remake de Dawn of the Dead, la clásica obra maestra de zombies de 1978 dirigida por George Romero. Aunque es difícil superar una cinta con semejante trasfondo, el intento fue muy digno y estableció al director como uno de los nombres a seguir en la industria.
Su carrera comenzó rumbo a la senda de exitosos blockbusters inspirados en historias ajenas a su pluma: 300, Watchmen, La leyenda de los guardianes. En 2011 produjo su primer historia original, Sucker Punch, con resultados mezclados. Algunos la aman, otros la odian. Lo más importante de la cinta es que dejó claro el estilo de Snyder: una excelente forma de colocar la cámara pero pésima idea para darle voz a sus personajes. La coherencia no es parte de su dialogar.
De repente, un vacío que a la vez volvió interesante su figura. Diez años ensimismado en la pose de intelectual para los live action de DC que pretendieron establecer un universo cinematográfico de supuestos tintes filosóficos, impregnados por esos mensajes conservadores y de simbolismo religioso que plagaron en especial su visión de Superman. Diez años hasta que hace unos meses, parece que cerró el ciclo cumpliendo el deseo de los fans al lanzar su versión del otrora detestado filme de Justice League. Es aclamado por muchos, incluidos detractores pero lo más llamativo, es la concepción cuasi mesiánica en la que sus fans lo mantienen.
Pero era momento de retomar su carrera alejado de las capas y no pudo tener una mejor idea que al retomar sus orígenes: zombies y acción. ¡Perfecto! Inevitable no sentir cierta expectativa ante el estreno de Army Of The Dead, una obra consciente de ser una película tonta sin mayor pretensión que entretener. En redes parece haber mucha confusión al respecto pero es mejor aclarar de una vez: no por tener “of the Dead” en el título, está relacionada a la obra de Romero, es un texto totalmente original concebido por Snyder.
Ahí están Batista y Ana de la Reguera encabezando un reparto que aboga sutilmente por una inclusión que funciona… ¡Funciona por qué no buscan meterla bajo el calzador de una agenda política! Hasta ahora vamos bien con este regreso pero,¿el resto de la película es digna?
Resulta que Las Vegas está infestada por muertos vivientes, por lo que el gobierno de Estados Unidos ha decidido lanzar una bomba atómica para destruir la ciudad. Sin embargo, un ambicioso millonario decide contactar a un mercenario retirado para realizar un último golpe antes de que la ciudad quede reducida a cenizas. Sin nada que perder, Batista regresa en acción junto al clásico equipo de estereotipos como la chica ruda sarcástica, el comic relief del flacucho experto en abrir bóvedas y… Ya se imaginarán el resto.
Es inevitable que la expectativa crezca rapidamente cuando la introducción, es uno de esos fantásticos collage pop como aquel visto en Watchmen. La primera parte es una divertida presentación de personajes, conflictos que atraviesan cada uno y sus primeros pasos en tierra de nadie. Hay chistes terribles que disfrutarás si tienes un humor de tío (conmigo funcionaron perfecto), una buena construcción del universo ficticio y emocionantes secuencias de acción. ¡Hasta el tigre blanco de Sigfried y Roy en versión zombie vemos! Encima esta es la primera vez que el hombre, no sobre explota el maldito recurso de la cámara lenta hasta para cada respiro; ser su fotógrafo parece que le ayudó a concientizar que vale más una imagen por lo que es. Los más clavados en su filmografía, encontrarán por doquier un nuevo simbolismo, reposado en el ámbito de la mitología griega. Un viaje freak que los fans de los muertos vivientes agradecerán. Eso hasta que…
Cuando parece que el mayor obstáculo será tirar plomazos a las hordas de zombies (los cuales conforman una llamativa jerarquía) y las inevitables traiciones en el grupo, Army Of The Dead enfrenta un grave problema llamado sentimentalismo. De repente, los momentos de acción se ven eclipsados por los conflictos familiares y amorosos de Batista. No conforme con la melcocha, Snyder lo convierte en el eje principal de la película, pues la hija del ex luchador, está en Vegas buscando a un personaje sin mayor relevancia en la trama y que además, poco intento de su parte se ve por escapar.
Resulta tan estúpido e incoherente que en medio robo, Ana de la Reguera le reclame por su amorío fallido; lo cual obvio no iba a terminar bien para ella al descuidar su espalda. Este maratón de cursilería vuelve al filme terriblemente aburrido y predecible, con una conclusión más que cantada sin sorpresa alguna, que solo sirvió para dar pie a un mundo de secuelas, precuelas, spin offs, etc. que ya se acercan a Netflix. Encima se da el lujo de dejar cabos sueltos con la intención de resolverlo todo al último instante o de plano, olvidarlo.
El intento de Snyder está pero sucumbió ante su lacrimógeno poder del amor que abunda tanto en estos días. Army Of The Dead funciona solo en la mitad de su desarrollo, lo cual la vuelve una cinta extremadamente frustrante pero que al final, esa última hora la pueden disfrutar como ruido de fondo… Porque ya sabrán en que acabará. Fin.