Pólvora Live
Lo bueno y lo malo: Barney Gombo en el Foro Indie Rocks
La banda suena más lúcida que de costumbre, con un ensamble atascado, rebelde, punkrocker. No esperábamos menos.
Pinche nueva normalidad mezquina, de nueva no tienes nada y de normalidad, mucho menos. El Foro Indie Rocks, aunque por los pasillos ya no es como lo conocimos, sigue igualito de sus barandales, paredes, puertas, tarima y cantinas. En la plancha, los mismos locos de siempre tirando chingadazos con rolas del Buki, y en el escenario, el Barney Gombo de toda la vida: grotescos, atascados, reventados, rebeldes, pero románticos y susceptibles.
Lo bueno
Barney Gombo subió a las tarimas, y el Indie Rocks se tambaleó cual frágil gelatina durante los mil minutos de aplausos, gritos y zapateadas que los weyes ahí presentes nos guardamos por más de un año. Como caca atorada cuando le metes un chingo de fibra, granola y papaya. Reventó aquello.
Éramos pocos, pero bien pinches ruidosos. Además, conscientes, respetuosos. Cada quién portó su cubrebocas, cantó con cubrebocas, gritó improperios con cubrebocas y hasta se armó el slam con harto cubrebocas, pero sin sana distancia. Ni modo que nos propinemos patadas, codazos, zapes y puñetazos a 1.5 metros. Gatell estaría llorando, pero bien divertido.
Mira la galería completa de Barney Gombo aquí
Lo malo
TE EXTRAÑO MÁS QUE NUNCA Y NO SÉ QUE HACER; DESPIERTO Y TE RECUERDO AL AMANECER. ME ESPERA OTRO DÍA POR VIVIR SIN TI. EL ESPEJO NO MIENTE, ME VEO TN DIFERENTE. ME HACES FALTA TÚ…
La raza es bien doble cara. Cuando Marco Antonio Solís, Vicente Fernández, Joan Sebastian, José José, entre muchos artistas románticos, rancheros, norteños, poperos o baladistas ponchan los estéreos de las pedas, se hacen los desentendidos. Pero si cualquiera de sus rolas tiene un cover punk, entonces ya la cantan a todo pulmón. Ja. Pero está cagado.
Total que sonaba el Buki, pero cuando el slam estaba en su esplendor, con dos weyes en el piso siendo aplastados, un celular sufriendo las tremendas suelas de hule en su pantalla, y una chela se estrellaba en el lomo de un wey con mezcla de cebada, miados y saliva, el audio se fue a la chingada.
Y no se nos perdió un minuto, dos o tres. Literalmente arruinaron el clímax, y se pasaron por los huevos unos veinte minutos del toquin, mientras revisaban a las prisas que los cables no hubieran sido mordidos por una ratota de alcantarilla.
Esto, claro, de ninguna forma fue culpa de la banda, quienes entre desesperados y enchilados por la espera o la falta de respuestas, abandonaron el escenario.
Lo excelente
Cierra los ojos y cuenta hasta tres, juguemos a escondernos y no volvernos a ver. Usa mi ropa si duermes con él, que cada camisa te cuente que yo un día te amé…
Ni pedo, el espectáculo debe continuar sin importar que sea con un show mágico, místico, musical, karaoke. Eso lo entendieron perfectamente y tras veinte insufribles minutos, Iker con su guitarrista y el Mike con su micrófono dieron la cara: a lo mero acústico nos regalaron unas cuantas rolas mientras lanzaban improperios en contra de la organización.
A huevo que los acompañamos con voz, con palmas y con los celulares en lo alto para inmortalizar ese momento increíble; éramos felices de contar con nuestros ídolos musicales. No importaba si aquello era a capella o con videos de YouTube musicalizado al fondo. Chsm.
Mira la galería completa de Barney Gombo aquí
Lo bueno
Se prometió un concierto completamente gratuito, al que podrás entrar con los mismos boletos que utilizaste para ir al Foro Indie Rocks! Si lo perdiste por andar en la pedota, si se te cayó por mensada tuya o se lo quedó la morra/el morro que conociste y ya no te contesta por WhatsApp, pues no puedes ir, lo lamento.
Lo tremendo
Rebela tu voz y nunca dejes que te callen. Levanta el puño y corazón, que suene el eco de nuestra fricción. Retumba afuera de mi casa, la indiferencia nada cambia. Yo quiero ser aquel que se levanta, que mira de frente, que piensa en voz alta…
Volvió el full band, y la banda se pasó por los webos todo lo sucedido con anterioridad, al grado de repetir sesión con tal de mandarnos a casa con el corazón contento, los oídos tronados y las emociones a tope.
Comenzaron a desfilar los clásicos de clásicos para esta sección, y aunque siguió fallando el audio constantemente, lo único que hicieron fue dejarlo en evidencia, reclamar a la raza del staff que andaba en chinga y seguir tocando a la máxima potencia.
Pues ya estábamos ahí, ya nada más podía salir mal. Hasta Nico Orozco desde Culiacán, en Sinaloa, acompañó a los Barnis en el escenario para tirar “Intocable” con la banduki. Gran momento.
Lo espectacular
El quinteto suena más lúcido que de costumbre; bien ensayados y con una clara idea del punk rock triste para jóvenes de bajas expectativas en la vida. La pandemia les hizo un parote para consolidar el ensamble.
Lo suyo no es aleccionar, ni ser gurús del rock n roll; prefieren atacar las historias cotidianas desde un punto de vista positivo, a veces un tanto dramático, pero siempre abierto a la interpretación personal e sus escuchas.
Ya en la tarima, suenas toscos. Salvo una rolita bien acústica y otra en piano, no existe para ellos el ritmo lento, la balada, ni les gustan los respiros, el descanso y la holgazanería.
Si vas a un concierto de Barney Gombo es porque ya te preparaste para las baterías intensas, redobladas con ira, con rencor, para destruir; guitarras rápidas, toscas y bien distorsionadas, aunque inteligentes, estudiadas, estructuradas; cuatro gruesas cuerdas bien afinadas, y apachurradas con mucha bravura, destacadas, y rápidas, nadie le sigue el paso, cuando la banda calla, el bajo sigue tocando; por último, tenemos la voz rabiosa, pero entrenadísima de Mike García, ídolo, rockstar, frontman, amigo, hermano.
El insaciable Barney Gombo no podrá ser callado ni frenado a partir de ahora.
Mira la galería completa de Barney Gombo aquí