Entrevistas
Los Señores Blues Band: “ya no hay miedo solo por haber ido a un concierto de rock”
Entrevista entre humo de cigarrillos y escalas pentatónicas con José Areán.
El blues. Bello género que sin sus raíces, ni siquiera tendríamos el rock (y por ende, su amada página Pólvora no existiría). Escalas y acordes blueseros permean en un sinfín de bandas que han alcanzado la gloria desde los 60. Pero la esencia original, permanece salvaguardada en la bohemia, en bares de tertulias iluminadas por velas. Una postal romántica que sigue viva gracias a agrupaciones Los Señores Blues Band.
Formados en 2016, el grupo está compuesto por cuatro señores bien conocidos de la escena nacional: del lado Moderatto, contamos con Elohim Corona y Marcello Lara. Por otra parte, desde la vieja guardia del rock en tu idioma, Bon y los Enemigos del Silencio se hacen presentes con su cantante, Leoncio “Bon” Lara y el buen José Areán.
Previo a su show en el Vive Latino, hablamos en entrevista con Areán para conocer todos los detalles sobre su historia, el amor hacia el blues desde la adolescencia y claro, un par de cotorros viajes al pasado de los Enemigos del Silencio.
Los Señores Blues Band junto a José Areán
Háblame acerca de su nuevo sencillo, “Cenizas”. Es interesante escuchar un tema de Javier Solís llevado al blues.
“La banda está hecha por gente que nos conocemos desde la secundaria; literal, cuatro décadas de tocar juntos. Y desde entonces, teníamos una versión de ‘El Rey’ en blues, porque ya nos gustaba mucho tocar.
La verdad es que la cercanía que hay entre el blues y la música ranchera mexicana es enorme. Ahí está el personaje del borracho de cantina con el corazón roto, que ya hasta su mamá lo abandonó… Es un prototipo absoluto tanto del blues, como de la música nacional.
Entonces con esa misma naturalidad que desde la secundaria habíamos logrado en hacer esa fusión, empezamos Los Señores hace cuatro años, aunque fue solo con la idea de divertirse, de sacar las canciones que nos gustaban como si fuésemos la banda de garage. Pero como empezó a tener éxito y repercusión, empezamos a encontrar un camino interesante que no nos habíamos planteado: ¿qué pasa si seguimos la fusión entre blues y la música mexicana?
El blues ha sido parte de la música de México desde los años 70, en especial lo vemos en la música urbana. Así que logramos esta unión bastante padre con rolas que en la superficie, no tendrían nada que ver pero en realidad, sí se conectan“.
Diablos, nunca había hecho la relación pero tienes toda la razón.
“¡Claro, está acomodado! El típico bluesero que perdió todo, no tiene casa y ya lo dejó la chava. ¡Por qué además todo siempre se trata de las chamacas! Desde Robert Johnson, él ya cantaba ‘tengo a la mejor chava del mundo, es una bruja y a lo mejor me mata’. Esa temática a poco no podría ser la clásica canción de ardido ranchera.
Es bien interesante que haya esas bases y nosotros tampoco nos lo habíamos planteado filosóficamente. Solo nos dimos cuenta. Es más, hasta en un disco de Bon y los Enemigos del Silencio, salió una versión más rockera de la que hicimos en la secundaria“.
Sin entrar en detalles sobre la selección del tema, la cual ya me doy una idea, ¿cómo fue que los convocaron para el tributo a Cornelio Reyna?
“El productor del disco buscó a gente muy disímbola. Por fortuna, entre nuestros distintos proyectos como Moderatto, Bon con la música de películas y el revival con el Rock en tu idioma sinfónico, seguimos un poco en el candelero de algunas personas. Nosotros sin buscarlo mucho, el productor nos buscó y ofreció que hiciéramos una versión de Reyna.
La verdad, lo teníamos presente de nombre pero después conoces canciones que ni sabías que eran de él. El productor nos dijo que eligiéramos la que más nos gustara y mientras veíamos el catálogo, nada más de ver el título ‘Botella envenenada’ dijimos, esto suena a blues. Tal cual, la temática está ahí y Bon se armó un gran arreglo que nos envió a distancia, pues nos agarró durante la pandemia. Por fortuna cada quien tiene su estudio en casa, la maravilla de la tecnología actual“.
Después de dos canciones, ¿ya tienen contemplado un disco de larga duración?
“Al inicio no estábamos pensando ni grabar, solo queríamos tocar canciones que nos gustaban de hace 50 años o más. Luego cuando empezamos a entusiasmarnos con estas ideas del crossover, nos tentó la idea y ahora estamos por sacar una tercera rola que estrenaremos en el Vive Latino. Obviamente será un show especial para un público grande.
Nuestro habitad como animales del blues es en la intimidad que te da un lugar donde caben 100 personas. Ya tuvimos la oportunidad de tocar hace tres años en el escenario sorpresa, ni siquiera estábamos en el poster. Pero fue increíble ver que la gente reacciona muy bien y de inmediato al blues. Obviamente si tenemos ganas de seguir grabando y quien quita, sacamos un vinil.
Fíjate, íbamos a hacer un cassette antes de la pandemia pero de eso ya dos años y habrá que adaptarse“.
Ese revuelo por el cassette me encanta, soy fan del formato.
“Hasta me dio risa cuando me dijo Marcelo que sacáramos uno, pensé que estaba loco. Pero creo que está padrísimo, si me gustaría sacarlo“.
¿Cuáles consideras que son tus héroes del blues?
“Hay muchísimos nombres: Lightnin’ Hopkins, B.B. King, Howlin’ Wolf, Muddy Waters, obviamente Eric Clapton. A algunos me tocó verlos en un festival de blues al que me llevó mi hermano por ahí del 78. También recuerdo cuando hubo uno en la Sala Nezahualcóyotl recién la habían inaugurado.
Aquí de México me encanta el trabajo de Guillermo Briseño y la raíz bluesera de cantautor que tiene Jaime López. Cecilia Toussaint que en los 80 tuvo muchos encuentros con el género. No se diga Alex Lora, él es un rey del blues. Cuando analizas el rock urbano, encuentras el blues.
Ha sido siempre una presencia en mi vida. A veces cuando escuchas otra música, te das cuenta de su influencia. Siempre he sido muy fan de Pink Floyd y al escuchar los solos de Gilmour, si los analizas y les quitas el sonido psicodélico, en realidad son solos de blues. Es totalmente la escala y el feeling. El blues es la raíz de todo.
Cuando tocamos lo que nos gusta es que no tiene secuencias, ni tecnología. Es el feeling de estar de vuelta en la secundaria. La música de verdad te desnuda y tienes que tocar bien, no hay para donde esconderse. Es un reto muy importante“.
Me gusta como abordas el blues de una forma tan enérgica cuando aún hay muchos que lo tachan como “música de señores”.
“Lo padre es que luego va mucha gente joven a los lugares donde tocamos y sin saber los nombres de los autores o las canciones, de inmediatamente conecta. Todo rockero trae a un blusero adentro y se conecta de forma natural. Se dan cuenta que es una onda vintage pero a la vez, muy viva. A nuestras tocadas no solo van viejitos como nosotros. El feeling del blues es universal“.
Algo que en definitiva llama la atención, ha sido la constante de dar shows navideños. ¿Cómo surgió esto?
“La verdad fue porque nos ofrecieron fechas cercanas a la navidad y entre risas, dijimos que nos hiciéramos navideños. Más durante la pandemia que las familias no podían reunirse, darles algo de alegría. Los disfrutamos mucho y si se vuelven tradición, yo encantado“.
Tú eres un músico que ha sabido trasladarse del rock a la música clásica y ahora al blues. Sobre los géneros mencionados, ¿cuál es la mayor satisfacción que te deja tocar junto a Los Señores Blues Band?
“La mayor satisfacción es conectarme con músicos que admiro y quiero. Lo que tiene el rock y el blues es la inmediatez de la comunicación. Es más importante la energía que le imprimes que la nota exacta que estás tocando. Hay algo que en la música clásica es muy distinto y me ha dado flexibilidad que me ha servido en el rock. Siempre que hay muchas sorpresas de ambas partes. Poder disfrutar de ambos mundos sin exclusión, es genial“.
Un beso y bang: recordando a Bon y los Enemigos del Silencio
Debo aprovechar la ocasión de tenerte al teléfono para algunas anécdotas del pasado. De entrada, ¿cómo te sientes de que Bon y los Enemigos hayan sido retomados para el Rock en tu idioma sinfónico?
“Me causa mucha alegría y placer. De hecho me invitaron hace unos años al Auditorio para tocar las dos canciones de Bon que formaban parte de ese set. Fue padrísimo ver el lugar lleno de chavos que ni habían nacido cuando nosotros estábamos haciendo música. Y que conocieran las rolas y las cantaran con entusiasmo… Es algo que te pone muy contento. Da la sensación de que hiciste bien las cosas y no solo fue una moda“.
Para el anecdotario: ustedes le abrieron a Rod Stewart en el Estadio Corregidora en 1989. Este se considera el inicio de los conciertos masivos en México. ¿Qué recuerdos tienes de aquel momento?
“¡Cómo olvidarlo, fue legendario! Hay que recordar que el rock estaba debajo de la tierra después de los movimientos estudiantiles en México. Todo lo que era cultura joven estaba prohibido. Lo que ahora es normal para la gente joven, para nosotros era impensable. Nada más de encontrar un disco que te gustara, era un viacrucis. No sé diga una guitarra eléctrica original, alguien te la tenía que traer del gabacho y pasarla de fayuca.
Cuando finalmente el gobierno se da cuenta que no puede reprimir para siempre a la sociedad y debe abrir canales de escape, comienzan a experimentar con la posibilidad de organizar conciertos internacionales. Por ejemplo, yo vi a The Police en el Hotel de México, ahora el WTC, en una especie de salón de fiestas donde cabían como 1500 personas. Estaba atascado por supuesto, pero ni siquiera se escuchaban en el radio, era algo nuevo. Donde se destapó todo al final, fue con Rod Stewart.
Las disqueras, ya se habían dado cuenta que el rock era un negocio. Para ese entonces ya teníamos nuestro disco y tenido una gira con los Hombres G. De repente nos llegó la invitación de abrirle a Rod y aceptamos de inmediato. Pasamos de ser una banda que tocaba en lugares como Rockotitlán frente a 100 personas a un lugar donde fueron 60 mil personas. Como experiencia fue alucinante.
En el soundcheck conocimos a Rod Stewart, quien estaba rodeado de guaruras que no nos dejaban acercarnos. De repente se puso a jugar fútbol con sus roadies así de ‘estamos en un estadio de fútbol, ya me dio flojera hacer soundcheck’. Para mi, es algo inolvidable y siento orgullo de haber formado parte de ese primer movimiento donde se normalizaron las cosas para los chavos. Ya no hay miedo solo por haber ido a un concierto de rock, que era nuestra realidad“.
Los Señores Blues Band en el Vive Latino 2022
El cuarteto se presentará el próximo 19 de marzo en el Foro Sol dentro del Vive Latino. Si aún no tienes tus boletos, los precios son los siguientes.
FASE UNO:
Abono General 1,990 pesos
Abono Platino 2,950 pesos
Comfort Pass 2,600 pesos
Vive la Suite 4,480 pesos
FASE DOS:
Abono General 2,530 pesos
Abono Platino 3,550 pesos
FASE TRES:
Abono General 2,760 pesos
Abono Platino 3,890 pesos
Recuerda que puedes adquirirlos sin recargos en taquillas de Palacio de los Deportes o a través de Ticketmaster.
Imagen: Ocesa.