Pólvora Live
Black Pumas: así llegó la luna negra al Vive Latino 2022
TEXTO: MARIO VALENCIA / FOTOS: CINTHIA FLORES
A diferencia de lo visto la noche anterior en el mismo escenario con Gary Clark Jr., cientos se reunieron alrededor del escenario Claro Música para una velada con el dúo texano de Black Pumas. Una banda que con tan solo un disco (pero toda una vida en la industria de sus integrantes, Eric Burton y Adrián Quesada), tomó al mundo artístico por sorpresa al retomar la tradición del funk y R&B en una vibra totalmente retro.
Pasadas las 9:20, hora pactada de su presentación y ante un público ansioso puesto que algunos, cuchicheaban sobre la posibilidad de solo ver unas cuantas canciones para mudarse a Los Fabulosos Cadillacs (un terrible error, se los aseguro), apareció el par entre la oscuridad, acompañados por un gran banda con todo y dos coristas.
Black Pumas, un viaje mental a la furgoneta setentera
“Somos los Pumas Negros, los queremos chingo”, dijo Burton al dar la bienvenida a la mejor hora que muchos presenciamos en todo el festival. Las luces rojas y azules chocaban al ritmo de “Touch the Sky” mientras Eric, lanzaba su gran sombrero café al cielo para bailar, cual niño inquieto por todo el escenario. Una energía incomparable, el hombre es un frontman nato que merece ver estadios rendidos a sus pies.
Conforme avanzaban las canciones, Eric se esforzaba en introducir el elemento “Mexico City” en cuanta letra se lo permitiera; pero la respuesta era cálida, emocionante. Así prosiguieron con el “Know You Better”, “Black Moon Rising” y un excelente cover al clásico de culto, “Sugar Man”, original de Rodríguez.
Eric pidió encender nuestras luces (preguntando como se decía “light” en español, muy encantador). Todos obedecimos. Los acordes, sobrios, cuasi Zeppelinescos de “OCT 33” sonaron entre teclados y los tarareos de las coristas. Las luces de celulares y uno que otro incauto dueño de un encendedor, dieron vida a la noche. “I wanna make it alright”, repite el hombre en tono melancólico y para sentir el afecto de sus fans, uno de ellos aferrado a la primera fila con su vinil en mano, bajó para deambular entre ellos un par de minutos. Lo surrealista fue como en las pantallas a los costados, le pusieron a la imagen unos brillos dignos de XV años.
Black Pumas se despedía a pesar de que evidentemente, les faltaba su más grande éxito, “Colors”. Las luces se apagaron pero no salieron del escenario. Los roadies le pusieron a Eric la guitarra una última vez y entre un arcoíris de verdes, rojos, azules y violetas, se escuchó el verso de “I woke up to the morning sky first”. La canción se extendió durante varios minutos para que de nueva cuenta, el cantante bajara del escenario aunque esta vez, se brincó hacia la gente. Algunos le apretaban el brazo, lo saludaban, un par hasta le acarició el cabello. Él lucía feliz, cantando entre sus hermanas y hermanos envueltos en colores. Un cierre perfecto.