Entrevista con Conspiracy Club: “El sueño del rocanrol ya no existe”

Cuando la primera regla de un colectivo es no hablar del mismo y mantener la secrecía de su identidad, habla de una autenticidad que pocos proyectos tienen. Esta es una de las claves para Conspiracy Club, algo que va más allá de la música para que la sociedad sereta extienda sus tentáculos hacia toda expresión atística. Pólvora charló con los líderes de este peculiar culto acerca de su visión, su próximo EP y todo lo que hay alrededor de este grupo de artistas.

Esto no es una simulación: el génesis del Conspiracy Club

Una de las mentes maestras detrás de todo esto es Ricardo Castillo, quien habló sin tapujos acerca del nacimiento de este colectivo artístico que abarca varios aspectos culturales más allá de la música. “Es un proyecto de rock, aunque realmente no somos una banda ni nos llamamos así porque somos personas de muchas disciplinas detrás de esto y que hemos trabajado en ello desde sus ramas, como el diseño o la cinematografía o la escritura”.

“Vemos el rock de distintas formas, nos hemos empapado todos con este proyecto por lo que se forma esta hermandad que tiene la particularidad de que muchos de los integrantes no saben que están colaborando entre sí. Existe esta especie de secrecía detrás de todo que hace de Conspiracy Club algo único”, agregó el multifacético artista.

El fiel acompañante de esta aventura es Daniel, quien afirmó que nada podría hacerse sin la visión del líder espiritual de este colectivo. “Ha sido el eje, es el loco que un buen día menciona que tiene a todos esos artistas alrededor para proponer algo. Ha estado buscando esta expansión del concepto del proyecto. y la llave maestra de todo recae en su persona. Por mi parte, me encargo de la parte musical, por eso lo conozco y he compartido con él eso desde hace mucho tiempo. Pero el espectro de disciplinas alrededor de Conspiracy Club está en sus manos”.

“Lo divertido del concepto es que puede causar en la audiencia cierto interés más allá de solamente la música, que busquen averiguar otro tipo de cosas a partir de canales diversos, más con los medios y tiempos en que vivimos. La industria musical depende más de otro tipo de cosas para captar la atención de la gente. Hay que jugar con esas herramientas para hacer ruido y poder llegar a esas cabezas que, finalmente, se toparán con el corazón del proyecto. Al final, todo es un soporte hacia la parte melódica de este Club”, añadió el guitarrista de vocación.

La estética y la identidad: los sencillos y simbolismos en Conspiracy Club

Al momento, este colectivo ha lanzado dos temas acompañados de un par de videos donde destaca la predominancia del rojo y los simbolismos. “Manejamos muchos simbolismos y formas de comunicación, unas veces más profundas y otras más directas. En el caso de Bite lo realizamos con los hermanos Hidalgo en el sur de la CDMX y quisimos representar la pasión de nuestro proyecto al ejecutar en vivo. El rojo tiene que ver con las referencias solares, los atardeceres y rituales mismos que se hacían junto a una onda de mucho misticismo en general”, explicó Ricardo.

“También tiene una forma de expresión llevada por Ximena Vázquez, modelo que representa una persona invadida por los medios de comunicación. Ahí nuevamente el rojo juega otra dimensión de interpretación, como una alerta de este mundo lleno de noticias falsas que te alteran para captar tu atención o te asustan. Pareciera incluso que el fin del mundo está próximo, pero en medio de eso es importante discernir tu propia verdad por lo que ella logra abrir los ojos al final”, acotó el líder de la conspiración.

Las influencias y la parte musical: una cara del Conspiracy Club

Asimismo, los miembros que mantienen la idea de esta sociedad secreta detallaron los elementos musicales alrededor de los primeros pasos de Conspiracy Club. “La guitarra sin duda está muy presente y potente, siempre nos ha gustado. Además nos gusta el rock clásico, es parte de nuestra esencia e influencia y tiene mucho que ver con la identidad de esta sociedad secreta. El rock, para nosotros siempre es algo disidente y por ello nos vamos más a los sonidos de los años 70s”, afirmó Daniel.

“En Bite siempre hago énfasis en la presencia de la imagen de Sid Barret pues fue una persona que cambió la forma en que la música es percibida a través de cómo, en ese momento, la fuerza de los Beach Boys o los niños buenos de The Beatles, se rompe por algo que no lleva estructuras y se vuelve difícil de entender pero novedoso. Tratamos de evocar un poco de ello, no estamos innovando, pero si retomamos elementos para darle un respiro a la música que no encontramos en la radio hoy en día”, manifestó Castillo.

La paranoia y la conspiración: los principios del colectivo

Hablando de la misma identidad de este proyecto, la concepción de la conspiración está curiosamente muy ligada a ello. “Funciona como una broma interna entre nosotros porque ese aire conspiranóico resulta más una caricatura que otra cosa hoy en día. Esa burla oculta muchas veces cosas que si están ahí pero por ridiculizar algo pierdes de vista algo que sí es verdad. Con todo lo que ocurre actualmente, somos capaces de jugar con este concepto en este colectivo”, comentó Daniel. 

Sin embargo, toda sociedad secreta se suele regir por un manifiesto de principios o ideas que rigen a la misma. ¿Será que Conspiracy Club tiene algo así a la fecha? “No lo hemos creado así de literal pero si existen unos pilares en el proyecto. Uno de ellos es que la gran mayoría de los colaboradores musicales vienen de una escena de Hidalgo y parte del esfuerzo era reunir gente que no había podido encontrar su voz musical durante mucho tiempo”, reflexionó Castillo.

“El sueño del rocanrol y vivir de eso, esas ideas devaluadas ya no existen y a la fecha son muy difíciles de alcanzar en una sociedad o medio como el nuestro. Esto es un punto muy importante, pues la mayoría de ellos toman con este proyecto un segundo o tercer aire para seguir su sueño y expresar lo que piensan”, afirmó Daniel.

“Otro punto es que Ricardo se ha encargado de encontrar gente que quiera sumar, que de verdad le gusten las cosas. Siempre hay un compromiso con el proyecto, somos independientes y eso da mucha vida y corazón. Aunque no dudamos en tomar el consejo y poner por ahí un ritual de iniciación para entrar. Mientras no acabe esto en un culto de esos de anexión todo estaría bien”, aseveró de forma divertida el guitarrista y encargado del apartado musical.

Conspiracy Club nos dio la clave para formar parte de esta sociedad secreta tan interesante. “Un gran paso es el identificarse con el proyecto. Realmente, no se pide un nivel artístico ni nada de eso, aunque el talento existe en cada miembro actualmente. Si las voces o símbolos logran conectar con partes de ti y tienes el deseo de acercarte a nosotros, estamos muy abiertos a conocer gente que quiera formar parte sino también al recomendarnos un disco chido o echarse una chela con nosotros. Eso siempre nos va a dar mucho gusto”, declaró Castillo.

IX y XI: numerología, música y el futuro del Conspiracy Club

Ricardo y Daniel también ahondaron en la construcción del EP, IX. “Nueve es un sencillo promocional, o como nosotros le llamamos, la mitad de este EP. Completo, será IX/XI, que es un número poderoso y simbólico. La primera parte la consideraría el masculino o el calor, donde la música es más potente y enfocada a las emociones de la fuerza, los gritos y muchas ideas que tenemos que decir. Pero en XI, que saldrá próximamente, manejamos situaciones más frías y emociones más nostálgicas, sensibles o hasta profundas. Decidimos partirlo en estas dos piezas por su simbología, uno es rojo y el otro es azul”, aseveró Ricardo.

De manera interesante, Daniel expresó la apertura que este colectivo tiene para jugar con todos los ritmos posibles como parte de la identidad experimental de Conspiracy Club. “La realidad es que el proyecto va más allá del estilo que se ha dejado ver, que es muy rockero. Actualmente todo es guitarroso y rudo pero no dimos tiempo para probar otras cosas en el resto de los materiales que estamos trabajando y eso ha sido un gran reto”.

“De momento, no podemos decir que esperen un reggaetón o bachata o rock psicodélico porque no estamos en ese punto, pero definitivamente hemos expandido el horizonte de cómo hacer canciones y darnos libertad creativa de juguetear con otras cosas, lo cual puede provocar que a algunos no les guste la propuesta pero seguro llevará a otras”, reveló el guitarrista y vocalista.

Finalmente, el experimentado artista se muestra entusiasmado por llevar al club a más personas, siempre con un factor importante que rige al Conspiracy Club.  “Mientras seas honesto con lo que haces, se va a notar y eso hace que la gente conecte verdaderamente con las canciones. El único común denominador es ése y el esperar que puedan despertar algo en la audiencia en quien las escuche, ya sean uno o dos o doscientos los que lo logren. Queremos y tenemos muchas ganas de enseñar todo lo que hemos hecho durante estos tres años”, concluyó Daniel.