El Plaza Condesa: hasta nunca, buen amigo

Nacido de las cenizas del Cine Auditorio Plaza (que a su vez, tardó 20 años en terminarse su construcción), el Plaza Condesa se convirtió en un ecléctico referente para todos los melómanos del país. Durante 9 años, miles de personas se dieron cita a una sede que albergó todo tipo de géneros y nacionalidades: desde rock japonés hasta el metal sueco más extremo, pasando por shows íntimos exclusivos para fans o grandes catapultas para actos nacionales, les aseguro que todos atesoramos al menos un recuerdo del lugar ubicado en Juan Escutia 4.

Por ello, el equipo polvoroso se dio a la tarea de escarbar en el baúl de los recuerdos y acá te traemos los conciertos más memorables que vivimos.

Austin TV

Este ha sido uno de los mejores peores conciertos a los que he ido. Estar ahí era un sueño, ues no había tenido oportunidad de verlos en solitario, y cuando estuvieron en uno de sus tantos Vive Latino, ni los conocía, pero a la vez, se sabía que era su último concierto. Todo se iría al chosto. La primera y última vez (hasta entonces).

Fue increíble. La banda sacó múltiples frases para elevar el espíritu y nos recordó a cada segundo que lo único importante es mantenerse reales, ser honestos con la esencia que decidimos portar. Solo estaban tratando de aminorar el putazo de no volver a verlos.

Luego de un conciertazo dónde recorrieron su primer disco completo y añadieron otros grandísimos éxitos, que sonó cabrón, que se vio mamón, y que prácticamente fue perfecto, se despidieron con la promesa de que nos veríamos pronto. Nunca dijeron que pasarían 10 años.

The Hives

Ese año me resigné a no verlos. De hecho, a nunca verlos en toda mi perra existencia. The Hives venía nada más como el acto telonero de los Arctic Monkeys, háganme el chingado pendejo favor. En Pal Norte tendrían su propio escenario, pero esa madre está bien lejos y bien caro.

Señor me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre. En la arena he dejado mi barca… Un buen día los cabrones de OCESA lo hicieron realidad, y anunciaron su toquin en el Plaza. Solitos. Ellos y yo contra el mundo, a la chingada.

Fue brutal, amigues. Todo el concierto saltamos, nos dimos de chingadazos, volamos por los aires, nos pateamos, insultamos, zapeamos o escupimos; en pocas palabras, cedinos ante los impulsos violentos que nos causaron canciones como “Walk idiot Walk”, a”Tick tick boom”, “Hate to Say I Told You So”, “Return the Favour”, “Main Ofender”, entre otras.

Fueron apenas 13 rolas, y probablemente superaron la hora de concierto con mucho esfuerzo. Estaban cansados, dieron una cita tremenda con los monos de shit, se les notaba en la cara, pero nunca en los explosivos movimientos, y en el increíble poder que demostró su música en directo. Maestros, nun a los voy a olvidar.

The Jesus and Mary Chain

Los hermanos Reid dieron una de las mejores presentaciones que haya presenciado El Plaza Condesa ante un impresionante sold out el 4 de julio del 2019. Lo más joya de la velada fue escuchar tantos éxitos de aquel Psychocandy del ’85: “Just Like Honey”, “Taste of Cindy”, “The Living End” e “In A Hole”, por recordar algunos. Además, en aquel momento traían su primer material original en 20 años: Damage and Joy, para más placer de la audiencia.

William Reid en serio se lució aquella ocasión en la guitarra, experimentando entre los hits con nuevas distorsiones y unos estridentes agudos en los solos. Toda una oda perfecta al shoegaze.

Johnny Marr

Unas semanas atrás, probablemente meses, pero muy pocos, había venido el Morrissey a México, el Auditorio Nacional, con un show aburridísimo, por no decirle peor, decepcionando completamente a por lo menos un fanático de su carrera en solitario y de los Smiths, yo. Ja.

Pero todo pasó a la historia en mi cabeza cuando Johnny Marr saltó al escenario del Plaza, y entregó una de las mejores noches de la vida. Repleto de buenas rolas, compañado por grandes músicos, y con la potencia del sonido completamente de su lado. Un chingón que no dejó nada a la suerte, e hizo lo que tenía que hacer. Rifarse.

Marky Ramone

El baterista de los Ramones se presentó un 13 de diciembre del 2018, con De Nalgas como acto de apertura rifándose tremendo cover al “Ever Fallen In Love” de Buzzcocks. Siempre atesoraré este gran despliegue de energía que Marky dejó en el escenario junto a Blitzkrieg. Aunque sea el ritmo más básico, impresiona como el hombre toca una hora seguida sin descanso alguno.

Tremenda leyenda del punk que nos llevó por cada clásico del cuarteto, del “Rockaway Beach”, al “Sheena is a Punk Rocker” hasta el famoso feliz cumpleaños del señor Burns. “Creo que les gustamos mucho”, dijo Marky en alusión al diálogo que interpretó en Los Simpson. Lo que muchos seguro tampoco olvidarán fue el interminable slam, ¿cuántos moreteados no habrán salido?

Revocation

Con más de 100 artistas vistos por un servidor en el tan querido Plaza Condesa, es difícil escoger un puñado de algunos cuantos actos que superen a los demás. Pero empezamos con Revocation y Dark Tranquillity en 2014 y más allá de que haya sido bueno, además de la primera vez que iba a ese lugar y la primera que veía en vivo a uno de mis favoritos, Revocation, también fue la primera vez que las letras de un servidor llegaron a este honorable espacio.

Steelpanther

De ahí nos vamos hasta 2017 con Steel Panther, el destino decía que me los iba a perder pero una llamada de último minuto me puso en ese lugar para presenciar uno de los show más divertidos y quizás la única presentación que ofrecerá en solitario esa banda en México (ya que ahora son material seguro para uno de los tantos festivales que inundan el mercado).

Testament

En ese mismo año, Testament es otro de los shows que disfruté bastante y es que muy pocas veces esta banda suena bien en directo. Solo hay que recordar el fiasco de audio que nos tocó en el Force Fest del Palacio de los Deportes en 2013, pero acá sonó bien y los asistentes también regalaron un buen moshpit.

Fue la segunda visita desde el regreso de Steve DiGiorgio al grupo y la cual dejó una imagen inolvidable en mi mente, la de Chuck Billy quien detectó que alguien de los que estaba casi hasta adelante estaba fumando marihuana y pidió que en al menos un par de veces le echarán ese humo en la cara.

Human Drama

Uno de los conciertos que más recuerdo en el ahora extinto Plaza Condesa fue el The Reunion Concert de Human Drama en el 2012. Era un 25 de agosto cuando por fin tendría la oportunidad de escuchar y ver juntos en un mismo escenario a Johnny Indovina, Michel Ciravolo, Steven Fuxan, Mark Balderas y Jamii Szmandzinski y no defraudaron.

El show estuvo conformado por 33 canciones; en la primera parte se echaron en su totalidad el disco The World Inside (1992), el cuál estaba cumpliendo 20 años de existencia; la segunda parte fue una mezcla de algunos de sus hits más famosos, en donde sonaron “I Could Be a Killer”, “Death of an Angel”, “Love’s Way”, “This Forgotten Love”, entre muchas otras.

Puedo decir que el sonido fue impecable, como casi todos los conciertos en el Plaza, y la noche estuvo llena de mucho sentimiento, tanto por parte de la banda, como de los fanáticos, pues el show fue sold out.

Killing Joke

Corría el 2018 y una de las bandas británicas más importantes del punk y ola oscura vendrían a México, por fin, podríamos ver a Killing Joke.

Una buena entrada, aunque seamos honestos, merecían mucho más. El show fue impecable de inicio a fin, su líder Jaz Coleman debería estar entre el olimpo de los frontmen de cualquier género. Es teatral, carismático y con una voz que ha sabido mantener. El show fue todo lo que fans podrían haber esperado con “Love Like Blood”, “Eighties”, “Wardance”, “Change” o “Asteroid”. No solo fue uno de esos shows para recordar a El Plaza,es para recordar toda la vida.

Stereophonics

Parecía broma, sobretodo porque los fgaleses de Stereophonics no se les vio nunca intención de visitarnos, pero pasó en el 2007. La banda de Kelly Jones estaba de gira con su álbum Keep The Village Alive y ha sido la primera y última vez que han estado aquí.

Este si fue un rotundo sold out desde días antes, por la demanda tal vez quedó chica solo una fecha pero eso lo hará más memorable. Fueron un total de 24 canciones, dos horas de show ininterrumpidas slvo algunos descansos de Jones para contar alguna anécdota.

Sonaron temas de todos sus discos, sabieo la deuda que tenían así que nos fuimos por “The Bartender And The Thief”, “Mr. Writer”, “Dakota”, “C’est La Vie”, “Vegas Two Times”, “Graffiti On The Train”, “Mr And Ms Smith” y “Catacomb”. Sencillamente, perfecto.

Scott Stapp

La primera vez del exvocalista de Creed, fue sublima, en donde por 15 rolas nos demostró su gran capacidad vocal. Además, se encuentra bastante bien cobijado por excelentes músicos que crearon el ambiente perfecto. Personalmente era un concierto al cual no le tenía muchas expectativas, pero Scott desmostró ser un músico más allá de la banda que formó en 1994.

Obviamente pudimos escuchar “With Arms Are Open”, “Overcome”, “Inside Us All” y “What If”. “My Sacrifice” y “Higher”, pero tiene escuchamos varias rolitas de su faceta como solista, nos referimos a “Name” y “Survivor” que nos dejó claro que el rock pesado aún fluye por sus venas.

Saxon

Los ingleses llegaron al Plaza Condesa (al cual regresarían en 2019) a llenarnos de mucho heavy metal los oídos junto a el disco que estaba estrenando, Sacrifice. Fue la única vez que vi tantos amplificadores adornar el escenario, pero no solo estaban ahí de adorno, sino que el sonido de los ingleses retumbaba en cada uno de los rincones del recinto. Una increíble velada, con la mezcla perfecta de su setlist: tres canciones de su disco nuevo y los memorables clásicos con mucho poder, gloria, y calidad.