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Dread Mar I en el Pepsi Center: una noche catártica con olor a ‘juana’

El Pepsi Center WTC vivió una noche catártica llena de sentimientos de todo tipo gracias a la presencia de Dread Mar I y sus baladas al son de reggae.

AJ Navarro

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Si hay un artista capaz de juntar el romance con los corazones rotos y una voz de protesta o tributo hacia la gran Jah, ése es Mariano Javier Castro, mejor conocido como Dread Mar I, que después de un año sin visitar México, regresó para encontrarse con el amor desbordado de los asistentes al Pepsi Center WTC que no dejaron de mostrar su pasión por el reggae y esas rolas pa’l dolor. Aquí te decimos cómo se vivió esta noche catártica con olor a ‘juana’.

El preludio a la catársis de Dread Mar I

La velada comenzó a las 8 y media con la aparición de un DJ que anunciaba en su tarima una leyenda que decía ‘One Spiff a Day’, quien más que poner el ambiente fue bajado del escenario a silbatos debido a una terrible playlist que encendió los ánimos de manera equivocada de toda la gente ya presente en el foro. Ante la osadía de decir que faltaban 3 rolas más casi a las 9 de la noche, el invitado especial se bajó del escenario para que removieran la tarima alrededor del aplauso del público. 

Entonces, el sonido local supo leer el mood y prendió a la gente con pequeños himnos del reggae como el hit de Gondwana, ‘Felicidad‘ o ‘Caminando‘ de Ganja, recordándole a los presentes en el abarrotado lugar que ‘no hay prisa de llegar’ mientras las ganas por ver a Dread Mar I seguían aumentando entre las parejas, los dolidos, los ‘rastas’ y hasta los niños. 

Un estallido cannábico: El inicio memorable de Dread Mar I

El venue estalló cuando Dread Mar I y sus músicos conectaron inmediatamente con los miles de presentes. Foto: Mario Valencia/ Pólvora

Fue entonces que, después de la salida de la banda que acompaña al argentino en sus rodadas, en punto de las 9:15 PM apareció en escena, vestido de gris y con gritos de todo tipo, el buen Dread Mar I con un letrero en blanco y negro de fondo marcando sus un iniciales mientras portaba su gorro clásico que detonó ese olor cannábico para después cambiar a los vivos rojos y rosas, comenzando la travesía por ese ‘Laberinto’ de dolor y romance que es el sello del músico. 

El efecto Dread Mar I ya estaba fluyendo a través de todos, cuyos corazones no paraban de latir ante el gran coro de la gente en medio de las  luces blancas entonando a puro dolor ‘Mi Amor’ y después seguir caminando a su lado, ahora ante las luces amarillas y el grito de ‘buenas noches, chés’’ mientras ‘Si te Busco’ sonaba fuerte, convirtiendo al cantante en el agua (o chela, para el caso) del cual todos querían beber.

Llevándonos a la salvación a través de sus líricas y con el amor tan fuerte de su público, las nubes de las almas congregadas en el Pepsi Center WTC estaban rendidas por completo mientras la vibra contestataria llena de nostálgica nos recordaba a todos a base de pasos de baile y toques de mota o cigarrillos normales que el amor, bien o mal correspondido, es aquello que nos sana o nos destruye.

El ombligo de la noche: Jah, salvación y el magnetismo de Dread Mar I

Ya sea de gris o de azul, la energía de Dread Mar I se sintió a través de sus líricas emotivas. Foto: Mario Valencia / Pólvora

Las luces azules y moradas montaban la sensación para que Dread Mar I ahora entrará al desamor con disculpas y aceptar que no tiene paciencia para sanar a través de ‘En el Seno del Amor’ que puso a moverse a todos, para rematar con los deseos de muchos corazones rotos unidos al unísono para sacar sus celulares, compartir el dolor y entonar el primer gran clásico de la velada, ‘Sálvame’ con gritos a todo pulmón. Esta parte media resonaba duro mientras el cantante recordaba a todos la fuerza de Jah a través de aferrarse, confiar en uno mismo y mirarnos porque ‘Nadie Dijo’ que la vida era fácil.

Ahora, las luces verdes y azules demostraban el entusiasmo de Dread Mar I esta noche pues la música seguía sin pausa alguna mientras que ‘Decime Tu’ de nueva cuenta ponía al amor por delante ante las adversidades. Sin embargo, siempre existe un ‘Árbol sin Hojas’, otro gran clásico del argentino que de nueva cuenta encendió al Pepsi Center WTC ofreciendo un sentimiento de doloroso adiós para todos aquellos que se han ido hace tiempo sino también para aprender a sanar sin sufrir mientras los corazones rotos curaban sus heridas a través de roles de mota.

Entre los gritos efusivos de las mujeres y una que otra lágrima o beso por ahí entre parejas, las luces verdes y azules invitaron a los asistentes a sentarse un poquito ahí mientras ‘Nada’ hacía lucir al saxofonista del grupo, aventándose un solo memorable mientras los ‘porros’ hechos por los vatos asistentes seguían transmitiendo ese olor característico de las tocadas de reggae, ritmo que demuestra cómo aunque pasan los años, sigue vigente en los corazones de muchos fanáticos. 

El doloroso y bello adiós: el cierre mágico de Dread Mar I

Como un Dios del reggae, Dread Mar I luce iluminado mientras escuchaba la pasión desbordada de sus fieles seguidores. Foto: Mario Valencia / Pólvora

Llegó el momento en que Dread Mar I se quitó su gorra para mostrar esos largos dreadlocks en su cabeza mientras sonaba ‘De Qué me vas a Hablar, que trajo memorias de aquella celebración de su décimo aniversario. La marihuana, los bailes y el llanto encontraron un éxtasis total ante el cover de una bachata de Monchy y Alexandra a la que el argentino le imprimió su sello reggae mientras todos grababan de nueva cuenta y coreaban a ritmo de ‘Hoja en Blanco’, volando una sensación de unión entre todos los asistentes, que compartieron abrazos y gritos como si fueran viejos conocidos. 

A petición de la estrella de la noche, que le pidió a todos ponerse a dar de brincos con él así como a mover las manos como un mar de súbditos rendidos ante su buena onda, la vibra seguía en aumento, explotando por completo ante la inminente rola que todos esperaban, ‘Tu sin mi’, dando un clímax de dolor, llanto y alegría ante una catarsis general que marcaba la llegada del primer y único encore a tope, en el que la gente no paraba de pedir otra rola más, los chiflidos y el coro insistente por escuchar una rola más de autoría de Juan Gabriel.

Fue después de un break de 5 minutos que salieron todos de nuevo a tocar y cantar, levantando una importante pregunta a los asistentes que no querían hablar de injusticias sin aviso al son de ‘Que Hago Yo’, ahora con atuendos azules mientras las rastas se sostenían en un chongo.

Y por fin, la complacencia faltante llegó recordándole a todos en medio de besos y lágrimas que no hay que aferrarse a un imposible nunca con ‘Así Fue’, marcando una despedida bella con las ‘Promesas’ y un ánimo a tope donde la despedida fue a pelo suelto y tocando al lado del baterista, dándole gracias a este público que tuvo una noche bellamente mágica al lado del buen Dread Mar I.

Comunicólogo, amante del cine, la música y todo lo que sea cultura. Forjando una carrera en el medio desde 2018 a la fecha. Colaborador en varios espacios, consciente de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

1 Comentario

1 Comentario

  1. Gerardo

    18 abril, 2023 en 4:29 pm

    La línea “… con olor a juana”, totalmente innecesaria e incluso no tan real. Asistí y donde me ubique no se percibía.

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