Crítica de Ascenso al Límite: otra película que parece del 2002

Ascenso al Límite (Summit Fever) es otra de esas películas víctimas de un título tan genérico en español que logran incluso transformarte la experiencia, por lo poco que transmite el ingenio de los que están detrás del doblaje.

Y es que es una batalla constante el poder encontrar buenas traducciones de títulos que logren llamar la atención del público, sin embargo, Ascenso al Límite no está en el banquillo de los peores (¿verdad, La Noche del Demonio?) pero si hace que completamente pase desapercibida para muchos por ese título más aguado que el arroz que intentaste hacer el día de las madres.

Ya entrados en la película, la verdad es que no es un desperdicio completo, pero dudo mucho que a estas alturas del 2023 sea llamativa para las masas, quizá justamente no esté dirigida para encantar a todos, y eso lo entiendo, pero aun así tiene muchos bachecitos que la hacen gris.

De esto va Ascenso al Límite

La historia nos coloca en los zapatos de Michael (Freddie Thorp) un joven aventurero montañista que le mama escalar todo lo que tenga tierra y que desafortunadamente se encuentra en una situación de, ¿ya para cuando sientas cabeza mijo?

Así que altamente influenciado por su amigo JP (Michel Biel) decide mandar al carajo su trabajo godín y aventurarse a escalar los Alpes en Chamonix, una población francesa que parece ser el Disneyland de los montañistas, ya que cuenta con muchas a su alrededor en donde pueden entrenar y probarse a sí mismos.

Michael decide viajar desde su aburrida vida en Inglaterra hacia esta comunidad para pasar unos días de aventura con su compa JP y unos invitados quienes serán su equipo para subir a las montañas, dentro del cual se encuentran Leo (Ryan Phillippe, sí el de Crueles Intenciones) y Natascha (Hannah New), escaladores experimentados que ya se la saben y que van a ayudar en esta primera escalada extrema para Michael.

Como puedes imaginar el retar a la naturaleza jamás ha sido una buena idea, la neta es que el ser humano en ocasiones reta al destino tocándole los huevos al león, y pues claramente las cosas no van a salir nada bien cuando desean escalar el Mont-Blanc, el reto más complicado en el lugar.

Una película digna del 2002

Vuelvo al punto, este tipo de películas creo ya no tienen tanto el impulso, puesto que hemos sido sobre estimulados con balazos espaciales y extraterrestres morados que quieren chingarse al universo, por lo cual estas cintas de preocupaciones de la naturaleza dignas de hace 20 años me parece que ya ni para público de culto.

Sin embargo, como les decía, Ascenso al Límite no es mala y cumple con su objetivo de entretener, pero desafortunadamente cae en muchísimo cliché, cómo el del tipo necio que bajo todas las advertencias naturales decide que es buenísima idea escalar una montaña bajo una tormenta.

También el ritmo de la película de repente cae mucho, pero a la vez tiene unas escenas muy buenas, además de que tengo que darle su estrellita porque las tomas de los Alpes y de los montañistas escalando les salieron de rechupete, incluso me atrevería a decir que solo por eso vale la pena irla a ver.

De inmediato tuve que hacer la comparación con Límite Vertical, película del año 2000 que nos narra la aventura de un carnal en búsqueda de su hermana perdida en el K2 (una de las montañas más altas del planeta) y en donde se justifica un poco el tratar de empujar la subida del protagonista.

En Ascenso al Límite el móvil de todas las acciones únicamente es medirse las pelotas y dejarse llevar por esa fiebre de escalada (traducción correcta del filme) por lo que ya si te pones muy exquisito pudieras comparar con un Jackass extremo.

La película tiene sus fallos, pero si logra agarrarte en las escenas de acción, por lo que merece que la veas, pero en un martes 2×1 y que no le inviertas tanto al combo cuates en el cine. La película se estrena el  7 de julio y la puedes ver en la mayoría de las salas del cine de tu preferencia.