Cine
GIFF 26: Joan Baez I Am A Noise, un doloroso retrato de una gran estrella
Tres directoras, tres vidas, una sola estrella. Eso es lo que representa Joan Baez I am a Noise, un retrato emotivo y desgarrador de esta gran artista
Existen bandas y músicos que trascienden por sus diversos aportes a la cultura del mundo. Nombres como Bob Dylan, Davd Bowie, o agrupaciones como The Beatles o los Rolling Stones han sido tan importantes que tienen varios proyectos cinematográficos en donde se ahonda en sus procesos creativos o lo más íntimo de sus vidas. Ahora, toca el turno a la reina del folk con Joan Baez I am a Noise, en el que vemos un prisma tripartito que ofrece un vistazo a la carrera, vida y algunos aspectos dolorosamente sorprendentes de esta gran artista.
¿De que va Joan Baez I Am A Noise?
Las directoras Karen O’Connor, Miri Navasky y Maeve O’Boyle capturan el final de una carrera de 60 años donde la legendaria cantante y activista Joan Baez aprovecha para realizar una mirada retrospectiva honesta así como un vistazo profundo al interior mientras trata de darle sentido a su vida junto a las batallas personales que ha mantenido, abriendo el panorama hacia lo público, lo privado y lo secreto.
Desde la apertura con una gran cita de Gabriel García Márquez que funciona como un excelente preámbulo de lo que uno ve en el documental, Joan Baez I am a Noise resulta un proyecto hecho con mucho amor, mismo que se nota desde la producción pues la gran amiga de esta gran artista, Patti Smith, está involucrada en ello.
Ver a Joan a sus 79 años ejercitando sus cuerdas vocales, preparándose para su gira del adiós y admitiendo que ya no canta de la misma forma, resulta el primer golpe para este viaje íntimo en el que, a partir de la decisión de poner fin a su carrera y anteponer la conciencia social sobre la voz, vamos recordando y descubriendo aspectos de su vida.
A través de la mirada de estar tres realizadoras, somos testigos de datos interesantes e íntimos como su despertar sexual así como puntos clave que fueron forjando su vida pública y privada. Gracias a una franqueza natural por parte de Baez, el documental revela datos como lo importante del discurso de Martin Luther King como detonante de su activismo así como lo bello y lo malo de su relación con Bob Dylan.
Aunque el proyecto puede de repente ir por los caminos de una fórmula tradicional donde los testimonios se unen a las memorias existentes gráficas y de video, Joan Baez I am a Noise da un tremendo giro inesperado al dejar de lado el mundo de las dos vidas que suelen ser las más conocidas por el público para entrar en el universo más duro: lo secreto.
Ante una poderosa revelación, descubrimos un dolor oculto por parte de Baez: la historia con su padre, las actitudes de envidia de su hermana y una acusación que dejará a más de uno con una sensación de sorpresa amarga. A partir de ello, acompañamos a la estrella del folk a través de una deconstrucción por demás interesante de la suma de todos sus miedos, actitudes y consecuencias de un acto imperdonable que la marcó por siempre.
Esto es la riqueza fundamental de Joan Baez I am a Noise, que nos demuestra un tríptico que forma una sola vida. Es emocionante recordar su unión a los movimientos sociales en la década de los 60 donde su visita al condado de Montgomery cambió por completo su visión de la lucha por los derechos civiles, así como los puntos más bajos como la desmoralización total que cada rompimiento sentimental le traía.
Asimismo, el documental no teme mostrar la vulnerabilidad ni los problemas psicológicos que enfrentó como consecuencia de todo lo vivido, ligando el paralelismo narrativo de su hermana menor y sus padres para detonar la bomba final que sirve como gran revelación para acompañarla hasta el último tono de su guitarra en su última presentación en Nueva York.
Por todas estas razones, Joan Baez I Am A Noise se erige como una memoria hermosa de la fuerza de una mujer que pudo con los tres aspectos de su vida para conjuntarlos en un gran talento que ha dejado miles de memorias, influenciado carreras y creado un soundtrack de vida que suena a la par de la reconstrucción de su persona que nos da un último adiós más que digno, con su sonrisa y su guitarra en mano.