Falleció Manuel Guerrero, el más grande historiador de The Beatles

Cuando Manuel Guerrero, de trece años, se inscribió al concurso El gran premio de los 64 mil pesos que conducía Don Pedro Ferriz en la década de los setenta, estaba plenamente convencido que iba a ganar por que el tema que eligió era su pasión: The Beatles.

Las preguntas las respondió con facilidad y sin titubeos pasando todas las etapas hasta ganarse el premio, pero había otra gran recompensa, entablar una conversación telefónica con John Lennon.

Contaba Manuel que el dinero sí era un gran aliciente, pero nada comparado con hablar con John, que fue muy amable con él. El jefe Beatle le comentó qué tipo de preguntas le habían hecho y cuales se le hicieron las más difíciles. Manuel, como ya un gran experto, le fue explicando lo que había pasado y al final todo acabó en una gran felicitación del genio de Liverpool.

Recuerdos de Manuel Guerrero con los escarabajos

Su memoria prodigiosa será la puerta para estar cerca de los otros escarabajos. Hablar con Lennon lo marcó a él y a todos los que lo escuchábamos en el Club de The Beatles, que tiene más de 40 años de transmisiones ininterrumpidas, porque, por lo menos en mi caso, nos sorprendía en cada emisión con miles de anécdotas y datos precisos que manejaba.

Platicó en su momento que vio a Ringo Starr en 1980, cuando filmó la cinta El Cavernícola en diferentes locaciones del país. El cual tuvo que ceder a la presión mediática y atender a la prensa en los Estudios Churubusco. Fastidiado de que le preguntaran una y otra vez cuando se volvería a reunir The Beatles, el baterista contestaba cualquier cosa para salir del paso, hasta que llegó Manolo.

El principio fue frío, pero la empatía de Guerrero fue ganándose al exbeatle, hasta tener una gran exclusiva. Ringo le dijo que la última vez que vio a Lennon, este le dijo que estaba escribiendo un libro. Manolo le preguntó que para cuando iba a salir el texto, pero Starr no tenía ninguna fecha, porque John simplemente le dijo lo iba a terminar cuando lo terminara de escribir. Es decir que en algún momento Yoko, nos venderá las memorias de John de su puño y letra.

Más allá de ser un locutor de la radio…

Por cierto, a Manuel Guerrero lo vi dos veces en mi vida, la primera en el concierto Ringo Starr & His all Starr Band, el 1 de noviembre del 2011 en el Auditorio Nacional, cuando pasó cerca de mi asiento (fila W, asiento 21), como fan le grité como otras 9,500 personas. Amablemente saludó a lo lejos y se fue a la primera fila donde se sentó y guardó silencio para no hacerle mosca a Richie.

A Paul lo vio varias veces, prácticamente estuvo con él en todos sus conciertos en México y platicó muchísimas veces. La anécdota es de todos conocida, pero vale la pena recordarla. Cuando le preguntaron a McCartney un dato sobre ellos, solamente decía, “Pregúntenle a Manuel”.

Manuel tuvo cercanía con la esposa de George, Olivia Trinidad Arias, cuya familia es de origen mexicano, a raíz de la muerte de Harrison con la cual ha conversado de muchos temas.

También tuvo cercanía con el círculo más cerrado del entorno Beatle. En el 2006, ante un muy selecto grupo de personas en México, Manuel escuchó el disco Love realizado por el legendario productor musical del cuarteto de Liverpool, Sir George Martin, y su hijo Giles.

Entre otras actividades, trajo a México a Pete Best el primer baterista del cuarteto de Liverpool el cual con cierta melancolía y tristeza platicó sobre su salida del grupo más famoso de la tierra. Hizo una escuela de música donde los alumnos aprendían a tocar con las rolas Beatles. Frecuentemente viajaba a Liverpool (Inglaterra) para hacer un tour de los lugares más importantes donde habían estado John, Paul, George y Ringo.

La segunda y última vez que vi a Manuel fue el 25 de noviembre del 2021, cuando presentó en el auditorio del Lunario la serie Get Back de 100 minutos hecha por Peter Jackson. Con cuanto gusto escuchamos sus observaciones y atendimos sus recomendaciones al concierto de la Azotea de su edifico Apple, parecía que lo sabíamos todo de ese día pero había mucho más que aprender.

Manuel, que tengas un feliz viaje A través del universo…