K. Flay: ‘Debes ver la realidad directo a los ojos y conocerte frente a las dificultades’

K. Flay es una chica de Illinois (ahora radica en California), que ha tenido un camino duro, pero ahora, con su disco Mono está cosechando los bonitos frutos de esta ardua lucha contra ella misma y la industria en sí, escribe lo que piensa, se reunió de la gente adecuada y esto se refleja en rolones como “Irish Goodbye”, “Raw Raw”, “Punisher” o “In America”.

También, tuvo varias participaciones como en los soundtracks de Birds Of Prey, 13 Reasons Why, This Is The End y colaboraciones con Mike Shinoda de Linkin Park y Tom Morello, ahí es donde se abrió aún más su mercado.

Katherine perdió la audición del lado derecho, además de que esto provocó laberintitis, es decir, un problema físico que te hace perder el equilibrio y darte sensación de vértigo. Ese fue el motivo real de crear este disco Mono, el cual te lleva por varias etapas de aceptación de esto, siente el coraje, la incertidumbre, soledad, pero también como nos contó, ‘solo lloro 10 minutos y para adelante’. Esa frase que refleja su forma de ver las cosas y del cual podemos aprender un poco. Obviamente, si hay algo que une toda su música es la ironía, tan bella como su personalidad.

El disco lleva de nombre Mono, no por el animal, por escuchar todo monoaural, ya que como le pasó dejó, de escuchar todo en sonido estéreo. Desde aquí la ironía y el auto humor negro.

Así que platicamos con K. Flay, con un exceso de buena onda y dejándonos ver esos detalles internos que le dan más vida a su disco, para que esto no quede en un suena muy bien.

K. Flay y su cambio interno de 180º

La vida de K. Flay cambió cuando se le diagnosticó una extraña enfermedad llamada SSNHL (pérdida auditiva neurosensorial súbita) y además, laberintitis. Pero en lugar de pensar que su vida había acabado buscó la manera de contrarrestar esto. Terapias incluidas obviamente, por ello podemos verla normalmente en el escenario, es decir, corriendo y avenándose por todos lados.

Esto de perder la audición no es nuevo en artistas que tienen monitores a todo volumen, el ruido de la gente o la pirotecnia, como fue el caso de Brian Johnson de AC/DC, la cuestión es como ajustarse y esto fue para Katherine:

‘Sabes, para mi todo se manifestó en tristeza. Una especie de que se me murió algo, como cuando pierdes a alguien cercano. El sentimiento que predominó fue la tristeza. A veces hubo momentos que me sentí perdida y sin esperanza, por suerte, estos fueron fugaces, pero tuve que llorar un poco la pérdida de mi oído como si fuera una persona. Actualmente no me siento enojada por la razón que sea, pero me sentí frustrada. Incluso ahora, un año después que ando en una fiesta o lo que sea, siento esa pérdida. Solamente, sabes, lloro 10 minutos y veo hacia adelante.

No te das cuenta de algo así hasta que lo pierdes, no entiendes como pasas de un sonido biaural con tus dos oídos, no sabes lo integral que está en tu cerebro, como el sistema de balance y las funciones de emergencia funcionan. Es un shock al sistema’.

Aunado a esto, el problema de laberintitis le han hecho cambiar su rutina con terapia intensa para poder estar sobre un escenario, ‘Soy muy buena estudiante. Cuando alguien me está enseñando algo, lo disfruto, lo aplico y eso básicamente, paso con esto. Mi doctor me comentó que para el equilibrio y combatir el vértigo debía hacer terapia física, así que fui con un terapeuta y me dijo que para poder estar corriendo en el escenario debía hacer varias cosas todos los días y fui muy diligente con ello. Hay un periodo crucial después de una lesión que debes intervenir un poco y me lo tomé muy en serio y ahora solo debo hacer un mantenimiento.

Seis o siete meses después hice mi primer concierto y creo que tuve mi mejor equilibrio que antes porque trabajé tanto por ello’.

La vida no es tan seria como uno cree

Un ejemplo de lo vivido se refleja en la rola inicial de Mono, “Serious”. En este track explica esa frustración y así es cómo lo ve ahora, meses después de haber salido: ‘Creo es la encapsulación perfecta de cómo me sentía. Escribí esa canción tres semanas después de perder mi audición y muestra esa confusión e incertidumbre, así que siento que la tensión del tema con los cambios de ritmo cuando ahora la escucho, me teletransporta a ese momento’.

Cuando escucho este disco me hace sentir fuerte, poderosa y no porque yo lo haya escrito, pero creo que el arco del disco es el que debes ver la realidad directo a los ojos y conocerte frente a las dificultades y creo es lo que ocurrió al menos el año pasado o lo que puedes lidiar hoy día; desde el levantarse de la cama y enfrentar esto mundo lleno de conflictos con dolor, violencia, que es complicado de enfrentar y es algo que es genial del arte y del rock en particular’.

Además de expresar sus sentimientos todo cambió, incluso la forma de grabar y darse cuenta de que hay que rodearse de la gente adecuada, aunque a veces esto golpee tu ego, más si eres solista.

‘Dejé ir muchas reglas porque pues escucho las cosas diferente, todavía mi cerebro se está ajustando, pero la forma que proceso el mundo está cambiando y así será creo por uno o dos años más. Todo me ha forzado a ir por un maravilloso camino de confiar en mis sentimientos, ser más experimental y tomar riesgos, seguir mi instinto en lugar de preocuparme de lo que debía saber; eso es muy liberador y te hace confiar mucho en otros. Tengo colaboradores y gente en quien apoyarme que me dicen que no suena bien o que va bien y eso creo muy buene quipo de trabajo como un sentido de compañerismo’.

¿Y dónde quedan las viejas rolas? Pasado y metas para K. Flay

Y ahora que está sumergida en estas canciones nuevas, ¿dónde quedan las anteriores? Sobre todo, sabiendo que las canciones representan un ahora en el artista y a veces, muchos prefieren dar la espalda o simplemente, ya no se identifican con la persona que la escribió años atrás.

‘Es divertido porque una vez que empiezas a llegar a un cierto punto en tu carrera con cinco o seis discos empiezas a luchar internamente en el cómo vas a representarte y a tu carrera y honrar a tu base de fans. Realmente amo tocar mis canciones del primer disco, cuando las toco ahora siento mayor confianza y mi perspectiva musical ha crecido al tocarlas, es como verme crecer con la audiencia que tal vez tenía 14 años al escucharlas y ahora tiene 23; sabes que has cambiado incluso con esa nostalgia, lo veo como un material en crudo que puedo moldear un poco y las seguiré tocando todo el año que entra’.

De la chica que rapeaba en Stanford ahora ha cambiado mucho, su estilo y forma de ver todo, y como le dijo una amiga, ‘es la única amiga sin arrepentimientos’ porque lo que te ha pasado es lo que te ha hecho estar hoy en dónde estás, una lección al estilo Volver Al Futuro.

‘Es interesante porque no volteó mucho a una auto reflexión o del cómo pudiera mejorar como persona, tampoco examinó mis decisiones para luego decir ‘maldita sea’. Porque es como dices, podemos corregir errores y podríamos estar en un mejor lugar, pero la respuesta es que no lo sabes, no sabes qué persona serías en el mundo, es muy confuso y es hasta ingenuo pensar que si corriges ciertas cosas todo encajaría mejor. La vida es más complicada que eso, porque no estaría sentada aquí contigo y platicando en otra parte del mundo desde mi casa. Si no hubiera salido este disco no tendríamos esto y no siento la necesidad de cambiar algo.

Tampoco es que no veas al pasado porque has cometido errores y todos hacemos decisiones que no fueron las mejores. Creo la pregunta es si puedes verlo de manera crítica y usarlo para una próxima vez y es, lo que trato de hacer’.

Viendo al futuro cercano, todos tienen (o deberían) tener una lista de metas a cumplir, aunque sean sueños imposibles, pero es una motivación, la de K. Flay es viajar y tocar en todos lados.

‘En dos años de gira quiero conocer todos los lugares posibles, quiero volver a Latinoamérica porque era muy buena hablando español desde los 16 años y creo es una buena motivación, el mejorar mi español y regresar hablándolo mejor. Nunca he estado en Sudamérica, ni Asia, esas son mis metas primarias.

Se que apenas saqué este disco, pero traigo este espíritu de experimentación y libertad que quiero ver a dónde me lleva creativamente’.

Encontrando la felicidad personal en Mono

En este disco encontramos un dueto con Vic Fuentes de Pierce The Veil, donde más bien Fuentes toca la guitarra más que cantar. Así que lo que une a K. Flay con PTV no solo es “Irish Goodbye”, también la persona detrás que es Paul Meanie, un productor diferente.

‘Produjo unas canciones y me ayudó en poder darle forma al disco. Escogiendo temas, buscando quien tocara la batería… ciertas decisiones grandes y lo que más me gustó fue tener esta tensión creativa. Sabes, amo en estar en desacuerdo sobre algo, porque de esa manera puedes retar tu propio punto de vista o del otro lado, estar firmemente convencido y hacerlo de esa forma. Para artistas en solitario es importante sacudir esos impulsos primarios.

Una de las cosas que me dijo fue que debería enfocarme en hacer un disco que sonara a lo que todo el mundo excepto a mí misma, hacer un disco que la gente diga que ese álbum solo lo pudo haber hecho K. Flay, nadie más. Esa perspectiva te da mucha autenticidad y evita que te compares y que te quites la alegría y felicidad’.

Hay un tema en especial del cual hablar que es “In America”, el cual menciona de forma crítica a la nueva generación, el querer hacer lo que sea con tal de ser famoso, (como dato random, si nos vamos a la televisión podemos ver este ejemplo en la serie Gen V, el spin off de The Boys con el personaje de Emma), pero ¡alguna vez Katherine quiso esto?

‘Por suerte, nunca lo estuve y es algo muy difícil con que pelear. Cuando empecé nunca tuve un éxito masivo. Tenía 22 años y nunca supe de nada mejor. Saqué mi primer disco hasta los 28 años, ya era una adulta entrando a la industria y por ello, mi desarrollo se volvió diferente, siempre he tenido los pies en la tierra. Incluso, la gente que se interesa por mi vida personal me suena horrible, realmente soy muy aburrida, salgo con mis amigos, amo a mi novia, eso es todo’.

Bajo todo esto K. Flay tiene uno de los discos del año, va entre el rap, el rock alternativo y un poco de beats para mover el esqueleto de forma brusca. Canciones como “Irish Goodbye” y “Shy” que lideran los plays en Spotify, pero denle oportunidad a esas joyas como “Punisher” y “Spaghetti”.

Por eso, te lo dejamos para que le des play: