Pólvora Live
Lo bueno, lo malo y lo feo del Día de Muertos en la Vecindad con la Maldita Vecindad
La Maldita Vecindad echa la casa por la ventana y celebra el Día de Muertos con grandes invitados y una celebración de paz y baile
Una de las agrupaciones que persiste en el umbral entre la vida y la muerte es Maldita Vecindad. A pesar de sufrir una pérdida significativa con la partida de su saxofonista y uno de sus cofundadores Sax, la banda ha logrado mantenerse a lo largo del tiempo, esforzándose por conectar con nuevas generaciones a través de su mensaje de paz y baile.
Por lo tanto, como parte de la conmemoración del Día de los Muertos, una festividad profundamente arraigada en la tradición mexicana y en el espíritu de la banda, Maldita Vecindad decidió organizar un pequeño festival. Invitaron a destacadas bandas nacionales e internacionales a unirse a esta celebración en honor a aquellos que ya no están presentes. Este evento tuvo lugar en el Velódromo Olímpico el pasado sábado, por lo que a continuación, te compartiremos lo bueno, lo malo y lo feo de este festival.
Lo bueno…
Sekta Core, Los Cogelones y Son Rompe Pera comenzaron bien el festival
Aunque pueda parecer complicado organizar un festival, La Maldita realizó una selección realmente interesante de bandas y artistas que brindaron momentos memorables durante el caluroso y misterioso sábado. La jornada comenzó con una banda peculiar que transformó la cumbia en un auténtico género punk: Son Rompe Pera.
Originaria del Estado de México, México, esta banda logró cautivar a todos los asistentes con su pegajoso ritmo que, en ocasiones, rozaba el rock, dotando a su propuesta de una solidez inesperada. Esto dejó un grato sabor de boca entre los presentes, que acudieron temprano para asegurarse un buen lugar en el festival.
Luego llegó el turno de Los Cogelones, otra banda nacida en el Estado de México, que se ha destacado por su temática prehispánica y ha logrado fusionar de manera magistral el rock nacional con la cultura mexica. Esto dio lugar a un proyecto que ha ganado seguidores tanto a nivel nacional como internacional, como lo demostró la presencia de numerosos fans que disfrutaron del espectáculo al aire libre en el Velódromo sin perderse ningún detalle.
Para cerrar la primera parte de esta noche dedicada al regreso de los muertos, tuvimos a Sekta Core, una banda que ha forjado una sólida carrera musical a lo largo de varios años y que es sinónimo de un espectáculo vibrante lleno de slam, baile y una gran presencia tanto en el escenario como en el público. Fueron, sin duda, uno de los actos más destacados de la jornada, recibiendo una ovación y dejando a la audiencia ansiosa por más actuaciones en futuros eventos.
Save Ferris y La Maldita se llevaron la noche
Claro, no podemos pasar por alto el broche de oro que marcó el cierre del festival con dos espectáculos que indudablemente dejaron su huella en este Día de Muertos en la Vecindad. En primer lugar, tuvimos el placer de presenciar la actuación de Save Ferris, que desde su debut en 1995 hasta la fecha ha demostrado ser una de las principales bandas del género ska en la actualidad.
Monique Powell y el talentoso grupo que conforma Save Ferris demostraron una gran química en el escenario, interpretando con pasión cada una de las canciones que han acompañado a la banda a lo largo de los años, a pesar de las pausas que han tenido. Sin embargo, el cariño del público mexicano fue el ingrediente que destacó en el espectáculo y dejó una impresión duradera de la banda californiana. Sin duda, nos gustaría verlos más a menudo en México.
Por otro lado, La Maldita Vecindad, anfitriones del festival, se presentaron en un escenario deslumbrante, impregnado del espíritu del Día de Muertos. El escenario incluyó una ofrenda y un par de tzompantli que se iluminaron en sincronía con las canciones, creando un ambiente de realismo mágico. Incluso se observaron calaveritas danzando al ritmo de canciones como “Morenaza”, “Solín” o “Pata de Perro”.
Los rituales no se hicieron esperar desde el inicio, con un saludo a las deidades antes de comenzar el concierto y símbolos especiales que se utilizaron en algunas canciones. La retórica de las canciones reforzó la idea de que La Maldita Vecindad y el Día de Muertos pueden ser una celebración que nos conecta con la eternidad.
Lo malo…
Salon Victoria y Gambeat no lograron hacer un buen match con los muertos
Lamentablemente, no todo fue un éxito rotundo, ya que indudablemente hubo un par de actuaciones que no lograron conectar con el público. Esto se debió a que el momento o el estilo de música no resonó con los presentes.
En primer lugar, tenemos a Salón Victoria, quienes, a pesar de su prestigio en la escena del ska, mostraron una marcada diferencia en su alineación actual en comparación con la anterior. Esto resultó en una falta de la misma energía y esencia que solíamos experimentar en años anteriores. Como resultado, muchos optaron por aprovechar el tiempo para comer, beber o visitar el baño mientras esta banda tocaba.
Por otro lado, Gambeat, también conocido como Jean Michel Dercourt, colaborador de Manu Chao durante muchos años, presentó su proyecto de DJ Set en la fiesta. Aunque logró que algunos miembros del público se entregaran a la música y bailaran, otros prefirieron descansar en el suelo, conversar o simplemente relajarse mientras el artista completaba su actuación antes de dar paso al acto principal, La Maldita Vecindad. Esto dio la impresión de que este acto podría haberse disfrutado en otro momento y no necesariamente en ese festival.
Lo feo…
Lo único que consideramos feo dentro del festival fue el día que se eligió para el desarrollo del evento. De entrada a unos cuantos pasos tenían la Formula 1, que a pesar de podría no ser del nicho de este concierto, si pegaría en que algunos posibles asistentes a este concierto podrían haber ido a ver a la Maldita Vecindad y todos los artistas presentes.
Esto añadiendo también los problemas de transito y transporte que causó el otro evento, hacían algo dificil la llegada al Día de Muerto en la Vecindad, lo que provocó que muchos desistieran de asistir, ante el caos que podrian encontrar.
Por otro lado, añadiendo la gran cantidad de eventos que habría ese mismo sábado, se encontraba también el concierto de Panteón Rococó en el Parque Bicentenario, lo que si sería un duro golpe debido a que son del mismo género, lo que mermo un poco la entrada a este festival, que si lucía con mucha gente, pero que en otras fechas pudo haber sido un lleno total.