Ted, la serie: un divertido y noventero regreso del oso alcohólico

En 2012, Seth MacFarlane se tomó un respiro del éxito de Family Guy y American Dad para iniciar su anhelada carrera en cine. Gracias al vulgar y alcohólico oso de felpa Ted, el director creó una nueva franquicia centrada alrededor del cinismo de este encantador personaje que no teme en expresarse como se le venga en gana… Además de drogarse, beber y escuchar a Queen en los momentos menos adecuados.

A pesar de una secuela bastante mediocre, el personaje sigue en el corazón de muchos por lo que MacFarlane, apoyado por Universal, lanzan Ted, la serie, una precuela a los sucesos de la película original donde conocemos como John Bennett y su osito sobreviven a la preparatoria durante los años 90.

Aunque pareciera otro intento de sangrar nuestros recuerdos envueltos en oro, esta nueva propuesta resulta una diversión muy grata que a pesar de sus fallas, vale mucho la pena si se es fan del personaje o del humor gringo a la Seth.

“I love my fucking wife!”: De qué va Ted, la serie

No mucho fue distinto en la vida de John en comparación a lo visto en los filmes. Durante su adolescencia, fue un perdedor con mucha timidez hacia las mujeres y abusado por los gandules de la escuela. Todo empieza a tomar otro rumbo cuando la familia del joven, obligan a Ted a acompañarlo a la escuela para que haga algo de provecho con su vida post fama hollywoodense, además de haraganear y ver TV.

En los dos primeros episodios,conocemos a su familia: una madre excesivamente positiva y entusiasta, su prima, la clásica adolescente sarcástica y el papá republicano con una neurona en el cerebro pero miles de insultos en la lengua.

Ted, la serie es una demostración del enorme amor de McFarlane hacia la televisión. La estructura manejada remite a las clásicas comedias de antaño de finales de los 80 e inicios de los 90. Para él, tener a Scott Grimes de Fiesta de cinco como este padre macho veterano de Vietnam es un goce y se nota.

En esta era donde parece requisito que cada serie exhiba enormes valores cinematográficos, Ted apela a la simpleza: pocas locaciones, un montaje eficaz y un intercambio de bromas que van y vienen entre los personajes, aderezadas por las clásicas cortinillas musicales de Walter Murphy, mano derecha del director en cada proyecto. Es una serie que después de ver un par de veces, puedes poner de fondo para un rato agradable.

Lo que resulta fascinante de la obra es como a pesar de las vulgaridades y el vicio que todos sacan, realmente apela por estos cierres de antaño donde al final del día, todos aprenden algo y acaban en una sonrisa. El énfasis siempre estará en la amistad y la lealtad, lo cual es brillante pues la nostalgia de la serie se centra en evocar ese sentimiento de la televisión de antaño, no en apoyarse de esta gastadísima fórmula de mostrarte toda la moda o accesorios de la época.

Los chistes de cultura popular siguen siendo el fuerte de MacFarlane. Jamás cansará escucharlo lanzar sus referencias de Anna Frank o a cualquier película o celebridad que se le venga en mente. Ni que decir de estos comentarios tan actuales de aquellas personas con superioridad moral que vienen a quejarse de todo. Sin embargo, hay ocasiones en que estas bromas, chocan con esa necesidad de querer ser gracioso todo el tiempo, sin darse el tiempo de tener grandes remates o dar un respiro a la situación.

Ejemplo de este último: en una escena, Ted y John van al banco para conseguir algo con el objetivo de chantajear al papá. De la nada, el banquero empieza a actuar con una neurosis totalmente fuera de lugar. Un poco de pena ajena, la verdad.

Fuera de estas secuencias que son mínimas, Ted, la serie, es la carcajada necesaria antes de ir a dormir. Cada episodio funciona porque MacFarlane funge también como director y se muestra en total libertad creativa, tal como en su momento ocurrió con Family Guy. Las actuaciones son de gran nivel gracias a la forma en que todos congenian sin la necesidad de forzar las cosas. Max Burkholder está a la cabeza como el joven John en un giro que no esperaba ver al recordarlo como el niño de La Purga.

Ted estará disponible a partir del 16 de febrero en exclusiva por Universal+. Lo sé, es fastidioso tener más servicios pero en este caso vale mucho darle la oportunidad a reencontrarte con este viejo amigo. ¡Además el tema de apertura sigue siendo la misma joya nominada al Oscar de Norah Jones! Hay mucho por amar aquí.