Entrevistas
Denis Villeneuve y los secretos detrás del mundo de Duna
No cabe duda de que uno de los cineastas más destacados de este milenio es el canadiense Denis Villeneuve, que entre sus obras tiene títulos como La Llegada (2016), Incendies (2010) o Intriga (2013). Sin embargo, el realizador se planteó un nuevo reto que ni Jodorowsky ni Lynch pudieron lograr: adaptar Duna, la obra de Frank Herbert como nunca antes se ha visto. Pólvora charló con él acerca de los secretos detrás de este arenoso universo.
Trabajando entre las arenas: la evolución de Duna y Denis Villeneuve
“Acabo de terminar la cinta y aún sigo digiriendo todo. Pero creo que me parece interesante cuando hay momentos específicos al filmar donde sabes hacia donde ir y cambiar un poco la forma de hacerlo de la primera parte a ésta. Es como hacer una escultura, la diseñas y de repente tienes la oportunidad de descubrir algo en la práctica para mejorar como cineasta. Cada cinta antes de este proyecto me ha empujado hacia la idea constante de ser mejor y eso hace que recargue mis ganas de querer hacer otra película”, confesó Denis ante el avance constante en su trabajo y la capacidad que ha tenido para reinventarse cada vez.
Esto se refleja en el impacto y la creación da la verdadera magia cinemática que vale la pena vivir en la pantalla grande. “Esas son las cintas que amo y que crearon la chispa para que me convirtiera en director. Aquellas que abrazan el poder de la pantalla blanca y te sumergen en su mundo. Soy un amante de la experiencia en cines y hago lo que puedo para que mis historias encuentren ese poder ahí. Todos los aspectos, desde la escritura, el diseño, la edición y más, los pienso a partir de ello”, expresó el nominado al Óscar por La Llegada (2016).
Asimismo, hay un elemento que Denis Villeneuve defiende a capa y espada: el diseño sonoro de una cinta. “No creo que la televisión en un futuro mejore tanto con la experiencia de la realidad virtual. Tal vez pueda existir una pantalla que pueda llenar tu campo de visión pero jamás habrá algo como el sonido de una sala de cine donde necesitas espacio, oxígeno para poder crear ese impacto qur tu idea busca generar. Ayuda mucho a aumentar la noción del espectáculo que montas y constantemente trabajo con mi equipo para lograrlo”, señaló.
Si bien el espectáculo está garantizado con esta secuela de Duna, también tiene en el centro mucha emotividad que crea una conexión con el espectador. “La acción y lo épico no es dificil de crear, el verdadero reto es no perder el enfoque en las relaciones intimas, en este caso la historia entre Paul y Chani. Ahí se encuentra el corazón de esta saga, pues eso detona todo el drama del relato”, mencionó el canadiense.
“Es a través de sus ojos que sentimos la presión política, la cultural y toda esa opresión que viven. Construí la cinta enfocándome en la tensión que ambos tienen. Siempre le decía a mi crew que si no creíamos en su relación, simplemente no había película. Esa fue mi primera meta durante toda la filmación, preocuparme por ellos y estar lo más cercano posible a lo que ellos experimentan”, añadió Denis Villeneuve.
Esto brinda otro aspecto interesante: la labor con un ensamble actoral memorable que brinda una complejidad interesante a las relaciones y conflictos que presenta en pantalla. “Mi trabajo siempre es crear un ambiente alrededor de la cámara que sea adecuado para poder aportar la concentración que el actor o actriz necesite para sentirse seguro. Los histriones con quienes he trabajado constantemente me dicen que, al trabajar conmigo, se sienten como si estuvieran en una cinta independiente, creando un sentimiento de familiaridad e intimidad ante la cámara, liberándolos de la presión de esa gran máquina”, afirmó.
“Además, procuro que tengan el suficiente espacio para que conecten con la emoción necesaria que busco capturar a través de ella. Por eso me gusta que construyamos sets y tengamos momentos en los que podamos estar rodeados de elementos o cosas para crear una realidad que los cobije. Es una forma diferente de hacerlos sentir cómodos, de ver que todo esta ahí, es tangible, y así puedan enfocarse por completo en sus relaciones y el movimiento de sus propios personajes”, complementó el también director de Blade Runner 2049 (2017).
Conquistando Arrakis: las maravillas técnicas de Duna Parte 2
No cabe duda que esta mega producción marcó un hito gracias a la gran escala en la creación de este universo. Villeneuve comentó al respecto: “Muchos de los sets eran impresionantes por el tamaño y el nivel de precisión en los detalles. Era como entrar a una iglesia pero que, al acercarte a las paredes, podrías observar los textos de las profecías de los Fremen en una lengua que Patrice y David Peterson trabajaron a fondo. El diseño de producción era impresionante y mi set favorito fue, sin duda, la cueva de pájaros, una formación natural recreada a las afueras de Budapest, muy poética. Sentías como si estuvieras dentro del esqueleto de un enorme animal”.
La fotografía de Greig Fraser, que ya había sido reconocida anteriormente, aquí crea una parte cuya estética es hipnótica en su totalidad, ya sea en las escenas del desierto o en alguna que otra sorpresa que ofrece el filme. “Me resultaba importante volver a trabajar con la gente de la anterior entrega porque sabían todo acerca del mundo que habíamos creado. Es la primera vez que me toca revisitar un universo, así que trabajar con los mimos colegas facilitó el tema de saber lo que buscaba transmitir estéticamente hablando en todos los aspectos”, aseveró Denis.
“Esta segunda parte ya era un trabajo en progreso desde que terminé la anterior, pero la pre producción de esta entrega fue muy intensa, pues no tuvimos tanto tiempo como en su antecesora. Afortunadamente, la investigación y desarrollo que habíamos hecho anteriormente nos ayudó a retomar de mejor forma esta vez aspctos como el movimiento de los gusanos de arena. Esto agilizó el proceso y sabíamos todos que, técnicamente, esta cinta sería mucho más ambiciosa. L aprimera parte fue más contemplativa, pero ahora seguimos a Paul que decide por fin tomar acción ante lo vivido anteriormente y se convierte en hombre, en líder. Iba a tener un ritmo diferente y sería algo mucho más muscular”, acotó el oriundo de Quebec.
“El desierto debía también transmitir otra energía. Algo que adoro de trabajar con Greig es que jamás se compromete visualmente. Lo digo pues usábamos solamente luz natural, aprovechando la luz del sol. Pero eso creaba la dificultad de grabar las secuencias de arena en diferentes locaciones a diversas horas acorde a la cualidad dramática que aportarían al momento. Eso volvió locos a mis asistentes de dirección Al final, resultó en algo hermoso. Él es un artista tremendo que ama la tecnología y ama llevarla al límite de sus posibilidades. Esa curiosidad y pasión me agrada”.
Denis Villeneuve también habló de los grandes retos para otras escenas de acción, como aquella donde Timotheé Chalamet cabalga por primera vez el enorme gusano de arena. “Esa secuencia es mi alegría más profunda y quedó exactamente como la soñaba. Pero fue definitivamente lo más complejo que he intentado hacer en este filme pues requirió mucho trabajo para transmitir cierto nivel de realismo a la misma. Buscaba que fuera elegante, peligros ay emocionante a la vez. Afortunadamente, el estudio siempre creyó en esta escena y me dieron las herramientas y medios para poder conseguirlo”.
El bien, el mal y la relevancia de Duna en la cultura
Queda claro que uno de los tópicos más importantes en la historia es la batalla entre el bien y el mal, algo que el realizador canadiense quiso captar de una manera no tan absolutista. “Busqué mostrar matices sobre ello, espero que las cosas no se sientan completamente en blanco y negro. Si bien el mal puro existe, es raro pues depende mucho de la perspectiva. Nadie cuestiona que el Baron Harkonnen es un villano, pero por ejemplo el Emperador es alguien presionado que toma decisiones políticas terribles pero no es malvado, sino más bien un tecnócarat cobarde. Eso quise aportar a esta visión”, declaró.
“Cuando Frank Herbert escribió el primer libro, tenía intenciones muy precisas. Buscaba que su historia funcionara como un cuento con una moraleja sobre las figuras mesiánicas. Quería que Paul fuera un anti héroe y no fue recibido así. Conociendo ese dilema, busqué acercarme en esta adaptación a esas ideas. Al final, el filme funciona como una advertencia, no una celebración de Paul, que se convierte en un traidor para su gente al convertirse en algo que condenada”, aseveró un reflexivo director.
A pesar de las diversas interpretaciones que se han dado de este relato, Denis Villeneuve finalmente expuso porqué cree que esta saga de ciencia ficción sea tan popular y exitosa. “El hecho de que un chico pueda encontrar un hogar y consolidar su identidad en una cultura ajena a la suya es conmovedor. Además la obra coquetea con la fuerza de la esperanza y el espíritu humano. Existe una esencia de resaltar la necesidad de mejorar nuestro lado humano en lugar de la tecnología y las máquinas. Asimismo, la exploración del impacto en el ecosistema y nuestra relación con el mismo, una cualidad sagrada que hemos olvidado. Creo que eso le habla a las juventudes de ahora”, concluyó Denis Villeneuve.