Cine
Bray Wyatt: Becoming Immortal, emotivo homenaje para un genio creativo
Siguiendo el legado de su familia luchística, Windham Rotunda, mejor conocido como Bray Wyatt, dejó una marca importante dentro del universo del entretenimiento y la lucha libre gracias a su creatividad, su genio y su carisma. Bray Wyatt: Becoming Immortal nos da un repaso de aquella persona que se adelantó a seguir su propia luz inesperadamente pero nos dejó el poder de la Casa de las Luciérnagas.
De qué trata Bray Wyatt: Becoming Immortal
En el formato tradicional de los documentales realizados por la WWE, este producto original de la plataforma Peacock producido ejecutivamente por Paul “Triple H” Levesque, nos lleva tras bastidores de la figura de Windham Rotunda, llevándonos desde el pasado de su familia hasta el momento de su nacimiento y la paulatina transformación a ese personaje que lo llevó a la gloria en la WWE, Bray Wyatt.
Resulta grato recordar las dos generaciones anteriores a él que también fueron históricos en su momento dentro del ámbito de la lucha libre, siendo el U.S. Express de Mike Rotunda, padre de Bray, y Barry Windham, su tío, los primeros en dar sólidos pasos dentro del ring participando incluso en el primer Wrestlemania de la historia. Cabe resaltar que esta pareja fue unida por el legendario Dusty Rhodes y ahora serán inducidos al Salón de la Fama de la empresa.
Es a partir de ese pasado que Bray Wyatt (o Windham Rotunda para los que no ven luchas) y su hermano, Taylor (mejor conocido como Bo Dallas en los cuadriláteros) cimentaron su sueño de sobresalir dentro del cuadrilátero. Sin embargo, el camino no fue nada sencillo para ambos y es en ello en lo que pasa mayor tiempo el realizador, Steve Conoscenti, que no es ajeno a crear materiales de esta índole para la WWE.
Tomando como base los testimoniales del mismo Wyatt en diferentes etapas de su carrera, así como de sus familiares más cercanos acompañado de algunos de los compañeros de oficio que más convivieron con Bray, Becoming Immortal ofrece una mirada íntima a la creatividad y genio de un hombre que tuvo que reencontrarse varias veces en el camino de la lucha.
Uno de los detalles de este proyecto es la narración que tiene por parte de Mark Callaway aka The Undertaker, leyenda de la WWE con quien tuvo el privilegio de compartir escena en la denominada “Vitrina de los Inmortales”, Wrestlemania, siendo una decisión más que adecuada debido a la naturaleza del personaje de Bray Wyatt, que pintaba para ser un posible sucesor del mágico legado que dejó el famoso enterrador gracias a esos elementos sobrenaturales que lo rodeaban.
Otra virtud del documental es mostrar algunas de las creaciones y bocetos que realizó con su mejor amigo, sobre todo por la etapa de The Fiend y los últimos diseños con el Tío Howdy, ofreciendo un vistazo no sólo al luchador sino al lado más humano de Windham, aquel que muchas veces se escapa debido a la figura que representaba en el ring pero que el fanático no llega a percibir salvo por las interacciones en convenciones o eventos en vivo.
Es ese lado el que realmente logra que Bray Wyatt: Becoming Immortal toque las fibras de todo amante del ‘wrestling’, pues resulta llamativo el hecho de escuchar de viva voz todo lo que el hijo mayor de los Rotunda tenía por dar mas allá del cuadrilátero que lo convirtió en una figura, aquel que conquistó a todos después de una etapa olvidable como líder de una familia que funcionó como amenaza a figuras como Randy Orton y John Cena.
Poder entrar en su vida como padre y hermano ejemplifica de buena manera el porqué Wyatt y sus eternas luciérnagas conectaron tan bien con él. Su eterno carisma y la constante buena vibra de querer ayudar a todo aquel que necesitara un consejo, la dedicación y alegría que le daba el poder hablar con sus fans al percatarse del impacto que tuvo en sus vidas o simplemente esa extrema sensibilidad no sólo creativa sino como ser humano de querer estar con su familia y sus hijos, mismos que reflejan una parte de su persona en diferentes medidas.
“Soy el color rojo en un mundo lleno de blanco y negro“, decía sabiamente el personaje de Bray Wyatt. Esa vida llena de color es notoria en este testamento a su carrera, un documental que sin duda funciona como un gran homenaje a la figura de un hombre que solamente buscaba compartir su creatividad, su gran corazón y su pasión con la comunidad luchística, tocando a cada una de las personas con las que se encontraba.
Dejando en el tintero un regreso esperado y muchas cosas por delante, Wyatt dejó atrás su luz característica, esa que lo guiaba en medio de la oscuridad de sus entradas con una linterna, esa que se convirtió en un fuego que ahora, cada vez que los fans de la lucha libre lo recuerdan, prenden en sus celulares para recordar al hombre que sufrió, lloró, se fortaleció y siempre salió adelante hasta que ya no pudo.
Bray Wyatt: Becoming Immortal nos recuerda entonces que “la oscuridad es solo el preludio de la luz eterna“, dejando escrito en los anales del wrestling un recordatorio de cómo el creer en uno mismo puede llevarte justamente a la inmortalidad. Gracias, Windham, por ser una de las luces más fuertes que iluminó el camino de varios.