Cine
Un Nuevo Comienzo, efectiva tragicomedia sobre los segundos aires
El cine francés sigue ofreciendo todo tipo de proyectos que van desde las comedias de enredos, grandes dramas y hasta terror intenso, pero ahora toca el turno de Un Nuevo Comienzo, cinta que estuvo en la pasada edición del Tour de Cine Francés en nuestro país y que marca el regreso de Philippe Lefebvre a la dirección con una reflexión acerca de las relaciones maduras, la monotonía y las nuevas oportunidades de vivir sin importar la edad.
De que va Un Nuevo Comienzo
Alain (Franck Dubosc) y Diane (Karin Viard) son la pareja ideal. Viven juntos desde hace 30 años y mientras él se siente todavía con el panorama abierto para disfrutar la vida, su esposa lo ve todo de una forma distinta debido a la rutina, el síndrome del nido vacío y un ambiente laboral donde ser mujer y tener 50 es como una enfermedad incurable. Estas diferencias entre ellos provocarán una serie de dilemas y decisiones que les recordarán a ambos que la vitalidad y el amor se transforman y que nunca es tarde para poder vivir un nuevo aire.
En Un Nuevo Comienzo, Lefebvre cuestiona las relaciones a largo plazo, aquellas donde en las viejas generaciones se creía que el amor duraba para siempre para mostrar que la monotonía y el paso del tiempo no es indiferente a las parejas. Esa complejidad detrás del “vivieron felices por siempre” le da un rostro humano al envejecer y esos aires de querer vivir una nueva etapa en nuestras vidas aunque a veces eso implique empezar desde cero nuevamente.
Claramente, el realizador francés oscila entre la comedia de situaciones y el drama para encontrar un tono adecuado en el que plantea el amor no ideal, sino entrado en una etapa madura donde las crisis existenciales son más frecuentes de lo que uno puede pensar. Es la partida del último de sus hijos del hogar lo que detona estas cuestiones. En la soledad de su compañía, Alain y Diane descubren que están en diferentes puntos de sus vidas, uno gozando del éxito como pianista maduro y aplaudido, mientras que ella es relegada y los jóvenes toman el lugar que ella deseaba tener dada su experiencia y largo oficio.
Es ahí que el guion de Un Nuevo Comienzo toma vuelo, pues a partir de ello las cuestiones sobre si vale la pena seguir juntos o no, si el amor sigue igual o ha cambiado, entre otros aspectos, nutren el viaje de ambos de forma individual, pues la separación es inevitable pero eso los hace redescubrirse a sí mismos, mostrándoles que el estar apartados no necesariamente es algo malo, sino que permite darles un nuevo aire sin dejar de lado la óptica de lo que han construido y que, tal vez, no sea suficiente.
La cinta cuenta con un par de actores que demuestran sus grandes virtudes contagiando de una química inherente a la pareja, aún estando separados. Mientras que Dubosc y su Alain parecen tener la cuestión del reencuentro con el amor y la vida de una forma más sencilla, Viard muestra las complicaciones de una mujer madura para volver a salir con alguien o tomar esa nueva oportunidad que se le presenta, un factor interesante que resalta en el filme.
Ambos manejan el sentido del humor y drama de manera adecuada, tanto de manera individual como de pareja. Cada vez que tienen una escena juntos, lucen como la pareja dispareja que por más que quiere no puede estar juntos porque hay algo que siempre se interpone. Por otro lado, sus experiencias personales para buscar Un Nuevo Comienzo van desde los temas de la paternidad a edad madura, las citas a ciegas que no funcionan del todo mientras la moraleja se cierne sobre el espectador acerca de cómo una pareja no puede ser nuestra vida entera.
Es en la exploración que tiene cada uno durante sus respectivas crisis que la cinta de Lefebvre toma fuerza. Y es que la cinta funciona como catarsis donde la búsqueda de la felicidad y la importancia de volverse a encontrar uno mismo resuenan sin caer en una comedia absurda. Aunque por momentos el filme coquetea con algunas situaciones de fórmula de comedia romántica, funcionan debido al adecuado tratamiento humano y realista, incluso a veces duro, de los giros que presenta para ambos lados.
Asimismo, Un Nuevo Comienzo evita caer en un melodrama melcochoso, manteniendo una autenticidad con cierto sentido optimista de la circunstancia, pues ambos deben encontrar el camino para saber si el volver juntos es lo mejor o si su travesía de forma individual es lo mejor para sus intenciones. Es por ello que esta amena tragicomedia, centrada en buenas actuaciones y una mirada interesante sobre la madurez y las relaciones se presenta como un recordatorio de que no hay nada de malo en tener un segundo aire y que el felices por siempre está un tanto sobrevalorado.