Cine
Borderlands: Una adaptación sin alma, pero extrañamente rápida y entretenida
Eli Roth se desprende del terror y horror para jugar a lo seguro con Cate Blanchett y Jack Black en esta cinta de acción y ciencia ficción… ¡CLAPTRAP ERES EL VIP!
La historia de los Eridianos nos llevará a la zona de las corporaciones en Pandora, al reconfortante bar de Moxxi’s y esos oscuros hogares de los Psychos. Con ello es seguro que la Lanza Carmesí nos seguirá de cerca en Borderlands, dirigida por Eli Roth con las actuaciones de Cate Blanchett, Kevin Hart, Arianna Greenblatt, Florian Munteanu, Jamie-Lee Curtis, Edgar Ramirez y la voz de Jack Black.
No hay duda alguna que tanto fans como crítica siempre se encuentra a la expectativa cuando Hollywood hace la adaptación de algún videojuego en serie o película. Podemos tener algo muy bueno como Arcane (2021) de Netflix, la cual nutre a su mundo, aunque su desarrolladora Riot Games no sepa qué demonios hacer con su propio lore, personajes e historias desde hace años.
Están también Super Mario Bros. La Película (2023) y Sonic (2020) que van por otro lado en sus propios niveles y se salvan como algo entretenido que no busca pelear, ni tampoco cumplir. Y también existen aquellos que son un gusto culposo -a decisión personal- como Doom: La Puerta del Infierno del año 2005 y del polaco Andrzej Bartkowiak, Street Fighter: La última batalla (1994) con Jean-Claude Van Damme y los Mortal Kombat (menos Aniquilación, a esa nadie la quiere).
Ni cómo olvidarnos de los fiascos de Uwe Boll con House of the Dead (2003) y Bloodrayne, o peor tantito si le sumamos Resident Evil: Welcome to Raccoon City (2021) de Johannes Roberts, que lo único bueno que tiene son algunos aspectos visuales que cualquiera que empieza en el cosplay quisiera hacer. Y también existen los últimos casos de éxito en plataformas y formato de series como The Last of Us (2023) en MAX y Fallout (2024) de Prime Video.
No vamos a dar un recorrido completo por el mundo de las adaptaciones gamers, pero teníamos que hacer un ejercicio rápido para ver donde entra Borderlands que, para la sorpresa de muchos, trae a Eli Roth, un director que se concibió desde la violencia explícita y el terror, que ahora da su paso a la ciencia ficción con un elenco muy particular y curioso.
¿Podremos conseguir un mayor botín con este nuevo trabajo o nos perderemos en la violencia y mugre viscosa de Pandora al buscar una gran bóveda con un cósmico secreto en sus entrañas?
De qué va Borderlands
Pandora, un mundo estéril y desolado, lleno de peligrosas criaturas y mortíferos bandidos, así como abastecida por grandes megacorporaciones marcado por la historia de los Eridianos, civilización que creó el planeta para encerrar a una criatura descomunal y así, parte de un conocimiento cósmico.
A unos 50 años luz de distancia en Promethea, yace Lilith (Cate Blanchett) una infame cazarrecompensas con un misterioso pasado. Durante una misión activa es abordada por Atlas (Edgar Ramirez), el cual le encomienda una misión con muchos créditos de recompensa: encontrar a su hija desaparecida en el sitio al cual Lilith no quiere regresar, su natal Pandora.
Tras aceptar la misión, formará una alianza inesperada con cierto equipo de inadaptados: Roland (Kevin Hart), un antiguo mercenario de élite, el cual está desesperado por poner a salvo a Tiny Tina (Arianna Greenblatt), una demolicionista salvaje y enérgica preadolescente muy explosiva que puede tener la clave de un poder inimaginable; Krieg (Florian Munteanu) el musculoso y salvaje Psycho guardián de Tina; la científica y extravagante Tannis (Jamie-Lee Curtis); y Claptrap (con la voz de Jack Black) un asistente robot muy peculiar.
Este extraño equipo de héroes galácticos deberá sobrevivir a la cacería de La Lanza Carmesí, deberá de nadar entre orines alienígenas, combatir grandes monstruos, sobrevivir a las guardias oscuras y letales de algunos psychos mientras que el destino del universo podría estar en sus manos al tratar de conseguir el botín más grande en Borderlands.
“Cuenta la leyenda que hay un enorme tesoro escondido en una bóveda secreta. Y si lo buscas, tienes que aceptar toda la ayuda posible. Porque se encuentra en el más extraño, más peligroso y caótico mundo del universo.”
Una historia de adaptaciones, bóvedas repletas de conocimientos, poderes increíbles y riquezas. ¡Qué mal que megacorporaciones, bandidos feroces y uno que otro robot lo quiera por igual! ¡Y sin olvidarnos de que a uno que otro fan el chile no les embonará en la bóveda y darán el grito en el cielo con este trabajo!
Dentro de esta aventura habrá dos tipos de espectadores. El normal o casual que desconoce el trasfondo de Borderlands y su mundo tan enriquecedor, el cual solamente quiere pasar el rato con un entretenimiento rápido y extraño, hasta caer en lo gamberro. Así como los fans o Vault Hunters que recorrerán ciertos escenarios y disfrutarán la acción como la historia desde su asiento de una manera extraña, buena o mala dependiendo de lo que estén esperando.
Borderlands no será el gran juego que nos trae una impresionante historia. Pero es una franquicia icónica de Gearbox y 2K, el cual supo definir el género looter-shooter, una aventura llena de acción grandilocuente que se acompaña por toneladas de disparos a lado de un equipo generado y establecido, donde lo que más importa es el botín y la recompensa que consigamos.
Borderlands llega a ser una adaptación sin alma, pero que juega a un entretenimiento engañoso, apostándole a la segura en una mezcla de Guardianes de la Galaxia y Mad Max, creando un hijo lleno de imperfecciones, pero autentico, y el cual implota en contarnos su historia espacial de manera muy punk y sacando sus mejores armas con el elenco y lo visual, así como desde momentos que nos recordarán al videojuego.
De entrada, hay que mencionar que este western espacial es consumado por el director Eli Roth (Viernes Negro, 2023), el cual debemos de reconocerle que se arriesga con este proyecto que le exige mucho tras la historia que posee y que, a la hora de llevarse a pantalla es, -posiblemente-, una adaptación con ciertos cambios grandes o ligeros que pasa de panzazo sin ser mediocre como pintan algunos críticos y sus succionadoras palabras.
Con Borderlands, Roth utiliza las tramas más genéricas y repetitivas posibles, pero de cierta manera las hace efectivas y cómodas para el visionado. No es tan insufrible como dicen algunos, dando como resultado algo bueno y entretenido de pequeña forma. Es cierto que reúne tantos personajes y profundidades como emociones, pero no busca decantarse con algo especifico, sumar o restar, simplemente se deja llevar hasta quedarse en un punto neutral.
Si tenemos que destacar algo dentro de este producto que es Borderlands, es el humor dentro de la cinta, el cual no es el mero fuerte de su director y nos lleva a un tono algo gamberro y nada tonto, pero quizás, esto sea una marca necesaria para este grupo.
Roth aparte de dirigir, escribe dicha historia en compañía de Joe Crombie -al cual, y como punto curioso, no se acredita en los títulos finales de la misma cinta-, quienes idean una adaptación sin alma que llega a privar a la audiencia de ese factor de riesgo y epicidad, así como el ingrediente más valioso que pudo haber tenido esta aventura: la sorpresa, la cual se decanta por las coincidencias, la precipitación y ese ritmo rápido por momentos para que el argumento pueda desarrollarse bien sin caer en lo panfletario o lo cliché que ya podemos conocer en otras producciones.
Borderlands es concebido desde su presentación como algo muy gamer, tanto en lo visual y como su desarrollo del primer acto. Vamos del punto A al B para conocer al equipo que estará en el C y lo que venga de ahí es la aventura que nos espera hasta la Z.
Su primer acto ostenta tanto en argumento como en lo visual, una esencia más pura que el videojuego puede tener y que -inesperadamente- sabe colocarse bien en pantalla y hasta ser algo muy bien coordinado.
Pero conforme esto avanza para el segundo acto es algo enloquecedor que comienza a tomar prestado uno que otro elemento de otras producciones, quizás trayendo a nuestra mente algo de Total Recall (1990, Paul Verhoeven), Guardianes de la Galaxia (2014) de James Gunn y un toque ácido de The Suicide Squad (2021). Aunque no sería justo de nuestra parte que esta cinta la comparáramos con esos dos últimos trabajos ya mencionados. Aunque Borderlands se siente de una época pasada o algo que medio encaja bien en este tiempo actual.
Algo singular, es que el último acto se toma muy en serio y deja de ser algo desordenado. Lo cual hace que de extraña manera pierda algo de personalidad y quiera meter todas sus ideas, vistazos, coincidencias y detalles en una licuadora por jugar muy a lo seguro desde el guión, tratando de mantener y complacer a ambos bandos de espectadores desde su asiento.
Una parte de su magia es en lo visual que trae consigo con sus mundos, personajes y su ambientación steampunk western y cyberpunk. Haciendo que esto funcione como un buen trabajo dentro del género y por su aspecto de efectos especiales, pero sin destacar y ser algo del montón. Eso sí, por momentos los efectos especiales pueden resaltar mucho y no ser tan bien cuidados, que eso hará que entrecierres los ojos o levantes la ceja con lo que acabas de ver.
La apuesta de Borderlands es la mera aventura, y la presentación de cada personaje, olvidándose de su factor villanesco en pantalla -ya llegaremos más adelante a esto- que no sabe cuajar y encajar del todo. Así que eso es sustituido por el mundo que lo rodea y ciertas situaciones para darnos una sintonía especial sin muchas preocupaciones.
Y aunque uno esperaría que esto pueda compensarse con un caos lleno de disparos y explosiones que den como resultado una violencia a la altura de la historia y al ritmo de “Ace of Spades” de Motörhead. Sí, tendremos algo de violencia y explosiones, pero no de manera bíblica, sino algo contenido, rápido y haciéndonos pedir más para nuestra imaginación. No me malentiendan, como adaptación cumple y la tomo como: “Una Historia de Borderlands”
¿Qué hay sobre el equipo que se nos presenta? Hablando por el elenco como tal de Borderlands y alejados de los personajes que ya conocemos. El reparto es muy simpático en conjunto al tener una energía muy desigual. Eli Roth trae de nueva cuenta en dúo a Cate Blanchett y Jack Black, luego de que los vimos en la cinta del 2018, La casa con un reloj en sus paredes.
Los fans llevan quejándose de la elección de Blanchett desde aquella primera foto que nos dio a conocer la producción del filme. Sí, no se parecerá nada a su versión de videojuego. Pero vaya que como Lilith sabe lucirse visualmente, sus acciones y ciertos momentos podrán ser de mucho interés por parte de público. Su actitud es desenfadada, única y segura como contundente; rol que será desconcertante para algunos pero que a ella se le ve muy cómoda y disfrutando de dicha partida.
Y siguiendo con otro dúo, tenemos a Tiny Tina (Arianna Greenblatt) y Krieg (Florian Munteanu) los cuales forman una dualidad y hermandad única que podría haber sido más inspeccionada y trabajada, pero la cual llama la atención desde el primer minuto. Greenblatt hace funcionar a esta pareja por su locura e “inocencia”, siendo el cerebro, mientras que Munteanu se luce con la torpeza en palabras de su personaje, pero a la hora de demostrar su poder es un berserker que cumple tanto en lo visual y la acción.
La ligera sorpresa de Borderlands es Kevin Hart en un rol de acción y muy contenido a la hora de la comedia -lo que me hace recordar aquel spot de Terry Crews en Crackdown 3-. Algo grato y atractivo, pero que no funciona del todo para su personaje por su corporalidad, tamaño y gestos en ciertos momentos -más si conocemos a su avatar de consola-, aunque por más serio que se ponga y sea frío como una roca y lo mucho que quiera mantenerse, lo seguiremos encasillando en roles de comedia.
Pero aquí se da un respiro momentáneo y singular, pulir un poco más las tablas y nos puede dar algo interesante a futuro, se le reconoce que quiera desprenderse lentamente y no de madrazo de la comedia de pastelazo. No digo que acá no haya algo de eso, pero este si es un rol diferente para él.
Mientras que Black, al solamente prestar su voz para Claptrap, se roba la atención de todos por sus vagos y estúpidos momentos que tiene dentro del filme, quizás siendo el MVP de esta partida cinematográfica y quien se lleva todas nuestras risas.
Jamie Lee Curtis es la extravagante e inteligente Tannis, de la cual no podemos destacar mucho. Aunque es un personaje bastante interesante, el desarrollo que Roth le da dentro de la historia es por medio de flashbacks y diálogos menores que nos ayudan a entender su relación con el personaje de Lilith. Pero Curtis viene a pasar un buen rato y quizás, postularse para que la tomen en cuenta para la segunda temporada de la serie live action de One Piece.
Quizás acá lo único malo o desperdiciado en las actuaciones sea Edgar Ramírez como Atlas, un villano que tiene una extraña presentación, pero palidece en su desarrollo, siendo ese típico villano de caricatura y que no tiene fuerte presencia dentro del filme como uno esperaría. Ramírez da lo mejor de sí en los momentos que aparece -que no es mucho tampoco- pero no todo es culpa de él, pero si del guión de Roth y Crombie que no sabe cómo posicionar ciertas piezas, momentos, personajes e identidades con sus contrapartes originales.
Así, Borderlands es algo que juega a lo seguro con su trama, sin resultar en ser algo épico o desastroso. Por momentos es emocionante por sus peleas, persecuciones y única por su contenido visual, lo cual apela a hacernos sentir en el videojuego del cual proviene.
Pese a que Eli Roth tiene en sus manos ciertos personajes atractivos y un vasto mundo, no desarrolla una profundidad o conexión clara con ellos, lo cual termina siendo plano, costándole hacer una conexión con la audiencia por no tener un alma en sí. El elenco hace funcionar a los personajes muy a su manera y resulta ser algo satisfactorio; el humor no será lo fuerte de esta película, pero quizás para algunos si lo sea la historia y el contenido visual.
Como adaptación funciona y añade una pizca de algo; pese a que se precipita, corre y casi vuela -como en la canción de Timbiriche- por contar su historia de la manera más efectiva posible para salir avante, nada le quita lo desordenada y al hay se va que se siente por momentos. Es, entonces, un trabajo que deja satisfecho como adaptación casi libre y un cuento más del mundo de Borderlands que, si bien no deja un gran botín entre manos, como un Vault Hunter, resulta atractiva para el gamer menos exigente y para aquellos espectadores que buscan algo rápido sin pretensiones.
Dispara a tu aburrimiento e ignora a todo aquel que se te cruce en el camino y te diga lo contrario, vive tu propia aventura (con la posibilidad de hacer algo heroico). Conoce a personajes inolvidables (y alguno que otro perdedor) y comprueba si tienes lo necesario para disfrutar de este pequeña, desordenada y cósmica aventura de barrio.