Pólvora Live
El Wild O’ Fest 2024 armó su último baile junto a The Mummies, The Sonics y The Ghastly Ones
El Wild O’Fest regresó después de 5 años para un último baile, reuniendo leyendas del surf y garage rock de talla nacional e internacional.
El festival Wild O’Fest se convirtió en uno de los festivales más interesantes dentro de la escena surf y garage en nuestro país, ya que no solo ha reunido a exponentes nacionales, sino también a artistas de talla internacional que pocas veces podríamos ver por separado en México.
Es por ello que, después de una pausa de 5 años, desde 2019 hasta ahora, regresó de las sombras para darnos un último baile que se convirtió en un momento memorable y a la vez, también nostálgico, ya que sin duda dejará un hueco en la oferta musical rockera en México.
Arrancando motores para el last dance de Wild O’Fest
A pesar de que con este festival nos despedíamos del Tío Wild O’Fest, la gente sin duda vino a demostrar su respeto en un sábado en que la lluvia dejó de ser intensa, permitiendo que todos llegaran sin problemas al Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes.
Desde muy temprano, se congregaron varios ataviados con camisas animal print, otros modo psychobilleros y rockabilleros, otros más con sus máscaras de luchador como Blue Demon y Super Pinocho, había de todo para buscar un buen lugar, comprar la mercancía de algunas bandas que trajeron vinyles como Kate Clover o Messer Chups o simplemente, empezar a convivir con amigos y conocidos en el recinto.
Pasada la una de la tarde, comenzó el show con Kate Clover, también conocida como la nueva Blondie del punk californiano, quien finalmente logró su primer show en México tras cinco años de espera. Nos deleitó con todo su arsenal, lo que fue un verdadero deleite para los que llegaron temprano, que ya comenzaban a sentir cómo se encendían los motores del festival. No dudaron en brindar mucho cariño y aplausos al acto. Al final del show, Kate agradeció a México y se sorprendió de que existiera una escena que la esperara de este lado del mundo, prometiendo regresar pronto.
Porque el surf mexicano y el Wild O’ Fest no se entenderían sin Lost Acapulco, y menos sin su introducción hecha por el mismísimo Mucha Crema (q.e.p.d.), ayer estuvieron en el último baile del festival en la Ciudad de México.
Llegó el turno de los locales y padres del festival, quienes, ataviados con sus legendarias máscaras y con toda la cultura del surf mexicana a cuestas, ofrecieron un show memorable con temas como “El Garage de Gina Monster”, “Olvidemos El Romance”, “Terremoto”, “Frenesick” y “Escape de Santa Martha”. Fue un espectáculo digno para despedir su festival y agradecer a todos los fans que, durante 5 ediciones, nunca abandonaron el barco del Wild O’ Fest.
Los extraterrestres y las bellezas no faltaron en este broche de oro del Wild O’ Fest
Con los horarios alineados según lo anunciado en redes durante la semana previa al festival, llegó el turno de Messer Chups, quienes finalmente se presentaron en la Ciudad de México. Con su surf-garage rock experimental ruso, deleitaron al público con temas como “Midnight Ball”, “Crypt A-Billy Tales”, “Children Of The Popcorn” y su tremendo cover de “Misirlou”. Mientras tanto, la belleza de Zombierella robaba el corazón de más de un asistente, ejecutando sus mejores acordes en el bajo.
Una de las bandas que más euforia causaron en el Wild O’ Fest fue Man or Astro-Man?, quienes, llegados desde Alabama, nos transportaron al espacio exterior con su surf extraterrestre. Con melodías como “9 Volt”, “Planet Collision”, “Invasion Of The Dragomen”, “Put Your Fingers On The Socket” y “Principles Unknown”, hicieron que todos bailaran en la pista del recinto, que poco a poco comenzaba a lucir más llena. Aunque fue una lástima que el traje de Robert “Coco the Electronic Monkey Wizard” del Bueno nunca prendiera, la banda ofreció una despedida fuera de este mundo. También les falló el audio y se notaron enojados por lo mismo, una presentación agridulce.
Excelencia y elegancia es lo que nos ofrecieron los Satan’s Pilgrims a ritmo de “Vampiro”, “¿Qué Honda”, “The Juggernaut”, “One Potato, Two Potato” y su magistral cover de “The Godfather”. Justo unos minutos después de recibir la visita de otro planeta, llegaría el turno de los acólitos del mismísimo chamuco, con su surf inspirado en el sonido californiano de los 60’s y en las películas de terror de antaño, logrando hipnotizar al público, que no dudó en unirse a esta misa espectral de música.
Los rudos, los técnicos y la demolición se unieron al festejo
Por primera y única vez en el Wild O’ Fest se presentaron 3 luchas, que se intercalaron durante los actos de Wau y los Arrrghs!!!, The Sonics y The Mummies. Estos combates lograron cautivar al público, que no dudó en chiflar, soltar maldiciones y divertirse mientras los gladiadores como Nitro, Iron Kid, Oni El Bendito, Star Jr., Kaientai, Jaguar Joe, Tempo, Rencor Negro Jr., King Lion, Prometeo y Zanfokan Jr. ejecutaban sus mejores movimientos en el pancracio.
Previo a la primera lucha, Wau y los Arrrghs!!!, esos viejos lobos de mar del festival, llegaron con ese sonido crudo, sin soundcheck y con más energía que muchas bandas de rock actuales, logrando que todos los presentes demolieran la pista de baile. Estos españoles pusieron a cantar a tope a todos, sin necesidad de prueba de sonido, y se rifaron con temas como “Delincuente”, “Carrera espacial”, “Yes Yes”, “La Cueva”, “Copa, raya, paliza” y, por supuesto, “Demolición”, original de Los Saicos. La energía de la banda y de los fanáticos demostró que los años no pasan en balde para nadie.
Después llegó el turno de The Sonics, una de las bandas más icónicas del garage rock que surgió en la costa del Pacífico estadounidense en los años sesenta. Con su actuación, estas leyendas elevaron el nivel del Wild O’ Fest poniendo un listón difícil de superar.
Su presencia en la Ciudad de México superó todas las expectativas, regalando al público una mezcla de clásicos como “C’mon Everybody” de Eddie Cochran, “Lucille” de Little Richard, y “Sugaree” de los Jordanaires (la banda que acompañaba a Elvis), junto con temas más modernos como “Get In The Car” de Lords Of Altamont. No faltaron, por supuesto, sus propios himnos, como “Strychnine”, “Boss Hoss”, “Psycho” y “The Witch”, que resonaron con fuerza y energía en el recinto.
Después de la tercera caída en las luchas y tras agradecer a todos los luchadores presentes, emergieron de sus sarcófagos The Mummies. Aunque ya habían sido estelares en una edición anterior del festival, no podían dejar de despedir al Wild O’ Fest como se merece, con su inconfundible garage rock momificado.
Las momias regresaron a México para ofrecer una dosis letal de su sonido del inframundo, interpretando clásicos como “Red Cobra #9”, “I’m Gonna Kill My Baby Tonight”, “The Fly”, “Rosie”, “(You Must Fight To Live) On The Planet Of The Apes”, “Shet Yer Mouth”, e incluso un electrizante cover a Devo con “Uncontrollable Urge”.
El final se acerca ya…
Nos acercábamos al final de esta velada y de la historia del festival, no sin antes disfrutar de dos grandes leyendas y un baile final para poner el broche de oro al pachangón y a lo que significó para la escena garage y surf en nuestro país.
Desde las profundidades del inframundo hasta nuestros oídos, llegaron The Ghastly Ones, quienes, por primera vez en México vinieron a hacer vibrar a sus fanáticos y a mover el esqueleto en una despedida difícil pero nostálgica. Se aventaron uno de los conciertos más extensos del festival, con 23 rolas en su repertorio, entre las que destacaron “Surfin’ Spooks”, “Werewolves On Heels”, “Banshee Beach”, “Spooky Gorl”, “Shockmonster Stomp” y “(Everybody’s Doin’) The Ghastly Stomp”.
No podíamos quedarnos sin una de las leyendas del género, Los Straitjackets, quienes incorporaron la cultura de la lucha libre en su música y vestimenta. Con el regreso del buen Danny Amis a los escenarios, esta banda, digna de cualquier cuadrilátero musical del mundo, surfeó desde Nashville hasta la Ciudad de México para ser los padrinos de despedida del festival. Con temas como “Itchy Chicken”, “Space Mosquito” y “Kawanga!”, dieron la bendición a la noche.
Y ya al final, con un DJ Set de Vigilante, el Wild O’ Fest se despedía de los escenarios, un festival que trajo muchas alegrías, algunas pausas, y otras desventuras, pero que sin duda quedará en la memoria musical del país. Y quién sabe, tal vez en un futuro, cuando el público lo aclamé, volverá desde la tumba.