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Travis Barker enfrenta sus miedos después del accidente aéreo del 2008
Después de más de 10 años de no poder subirse a un avión, Travis Barker(Blink-182) ha decidido emprender un plan para poder superar su miedo.
Dicen que la mejor manera de superar tus miedos es enfrentarte a ellos, tal como lo hará Travis Barker de Blink-182, después de haber sufrido un accidente aéreo en 2008. Así que después de más de 10 años de no poder subirse a un avión, Barker ha decidido emprender un plan para poder abordar uno.
Esta información fue revelada en una entrevista para Men’s Health, en donde Barker comenta que como ser humano uno siempre está expuesto al peligro y podemos encontrar la muerte de muchas maneras, entonces esta premisa se volvió su motor para superar su miedo:
“Hay un millón de cosas que podrían pasarme. Podría morir montando mi patineta. Podría tener un accidente automovilístico. Me podrían disparar. Cualquier cosa podría pasar. Podría tener un aneurisma cerebral y morir. Entonces, ¿por qué debería seguir temiendo a los aviones?”.
¿Cuál es el método que Barker empleará para poder subirse a un avión? Bueno, en la psicoterapia se llamaría ‘terapia de exposición’, es decir, entender la causa de la fobia y cambiar el modo en que reacciones a la situación que te da miedo. Claro, todo esto de manera gradual. Para Barker, su terapia será que alguien cercano a él, el cual le avisará con 24 horas de anticipación que es hora de tomar un avión. Tendrá tiempo suficiente de empacar sus cosas, subirse a un auto y dirigirse al aeropuerto para finalmente superar su fobia y embarcarse en un vuelo. Todo esto sucederá cuando el baterista menos se lo espere, ¿algo radical, no?
Los estragos del desplome del avión
Y es que Travis Barker tuvo que lidiar con un trastorno de estrés postraumático después del accidente, el cual siempre estaba temoroso de que algo catastrófico pasara incluso en sus viajes por autobús. Pero la terapia lo ha ayudado para sanar sus heridas: “Mejora cuanto más me alejo”, dice Barker.
El baterista dice que ha lidiado con un trastorno de estrés postraumático después del accidente y, sin duda, temía que sucediera algo catastrófico incluso durante los viajes en autobús turístico. Pero con el tiempo y la terapia ha comenzado a superar algunos de los intensos sentimientos que siguieron al accidente.
Este hecho también ayudó a que el baterista se alejara de la vida de excesos a la que estaba acostumbrado: “La gente siempre dice: ‘¿Fuiste a rehabilitación?’. Y yo [digo], ‘No, estuve en un accidente de avión’. Esa fue mi rehabilitación. ¿Perder a tres de sus amigos y casi morir? Esa fue mi llamada de atención. Si no hubiera tenido un accidente, probablemente nunca hubiera renunciado”.
¿Qué pasó en el accidente aéreo de 2008?
En septiembre de ese funesto año para Barker, se encontraba en Carolina del Sur. Después de tocar, se dirigió a abordar un avión privado junto a su amigo y colaborador Adam ‘Dj AM’ Goldstein, su asistente Chris Baker y su guardia de seguridad Charles ‘Che’ Still.
Durante el despegue -que habrán de saber es la parte más difícil durante el vuelo y no el aterrizaje como todos pensamos- los neumáticos explotaron y el avión indudablemente se patinó a través de una carretera. Después se estrelló contra un terraplén para finalmente estallar en llamas. Los dos pilotos, junto Baker y Still murieron en el accidente.
Pero la pesadilla apenas empezaba para Travis Barker, ya que aunque pudieron escapar por la salida de emergencia, se encontraba cubierto en combustible para aviones y estaba envuelto en llamas. Adam logró apagar las llamas de su cuerpo con su camisa. Por esto, el músico sufrió quemaduras de tercer grado en el 65% de su cuerpo, estuvo internado tres meses en el hospital y tuvieron que realizarle 26 cirugías que incluyeron injertos de piel.
Los recuerdos de Travis Barker y el accidente
En su libro autobiográfico Can I Say: Living Large, Cheating Death, and Drums, Drums, Drums, el baterista recuerda el día del accidente:
“El avión se encendió y sentí que los motores se aceleraban. El avión empezó a vibrar; estábamos a punto de despegar. Nos movíamos cada vez más rápido, pero justo antes de despegar, escuché ¡POW! ¡POW ! Parecía que alguien estaba disparando en el avión, pero eran los neumáticos que estallaron. Y luego el avión se salió de control.
Primero, la parte de abajo del avión estaba raspando el suelo, provocando un incendio antes incluso de que llegáramos al aire. Entonces la cabina comenzó a llenarse de humo. Después finalmente despegamos, lanzándonos salvajemente en el aire, pero seguimos subiendo y bajando; nos levantábamos bastante alto en el aire y luego bajábamos y volvíamos a golpear la pista. Esto sucedía cada diez segundos aproximadamente, pero parecía que pasaban minutos entre cada impacto.
El humo en la cabina se convirtió en fuego, estaba gritando a todo pulmón: “¡Detén el maldito avión!” El avión temblaba incontrolablemente. Estaba tropezando tan fuerte que comencé a rezar en voz alta, a gritar. Pero nadie pudo oír nada. Sabía que se avecinaba lo peor: iba a morir. El avión atravesó la valla del aeropuerto y cruzó una carretera y luego nuestro último impacto fue en una colina. Se sintió como la sacudida más fuerte de la historia y nos detuvimos.
Estaba jodido, pero mis ojos aún estaban abiertos. No podía creer que estuviera vivo. Apenas podía respirar o ver, pero me desabroché el cinturón de seguridad y, a través del humo, fui a por AM, que estaba noqueado, lo sacudí para despertarlo. Luego traté de avanzar para buscar a Chris y a Che, pero había un muro de fuego.
En ese momento, entré en pánico. Tiré de la manija de la salida de emergencia y abrí la puerta de una patada. AM estaba justo detrás de mí. Salté hacia la derecha en el ala del jet, que estaba llena de combustible. Todo mi cuerpo se cubrió de combustible y se incendió, desde las piernas hasta la espalda.
Empecé a correr. AM saltó sobre el ala, evitando el fuego. Estaba corriendo detrás de mí, viéndome completamente envuelto en llamas. Mientras corría, me quité la camisa, me quité la gorra, me quité los shorts pero no pude apagar el fuego. Estaba desnudo, moviéndome tan rápido como pude. Corrí todo el camino hasta la autopista. Se acercaban coches (podía oír los carros y gritos) y, a pesar de todo el caos, escuche que alguien gritaba: “¡Detente, tírate y rueda!”
Alrededor de 60 segundos después, el jet explotó. Estaba tirado al lado de AM, gritando, ‘Estamos vivos?!’”.
Lamentablemente, un año después del accidente, Goldstein murió por una sobredosis de droga.