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Vive Latino 1998-2022 a través de sus precios y boletos
Llegó el Vive Latino 2022, un festival muy importante para la gente de Ciudad de México, quienes han esperado por todo un año la realización de su más grande reunión anual de bandas por culpa de una pandemia que puso en jaque a todo el mundo.
Y un lujo así merece también un repaso que vaya más allá de lo usual. Si bien han presentado numerosos artes en carteles, así como varias bandas, lo verdaderamente característico al paso de los años ha sido el precio de sus entradas, completamente accesible al público general y con precio muy bajo en comparación con su oferta cultural.
Claro, mucho se quejarán de que ya no es Latino, sin embargo, de ser así su oferta ya nos ería tan atractiva como lo es hoy en día, ya que este tipo de artistas son los que más se presentan a lo largo del año en México. Por lo mismo, la llegada de artistas internacionales (y también de diferentes géneros) hacen que la baraja de posibilidades sea muy amplia.
Esto nos lleva a otro aspecto. Si claro, de los $180 pesos del primer VL a lo de más de $1700 por abono de esta edición del 2022 hay mucha diferencia en costo, pero va en relación a que los artistas hoy en día cobran y muy bien, muchos de ellos sobrevalorados o no, lo que si importa es que se infla el valor de inversión en cada edición. Muchos artistas internacionales cobran su producción aparte o el nivel de la misma que quieren que se presente, con o sin show, por dar una idea más coloquial.
Incluso, las bandas no cobran lo mismo de 1998 a 2022 aunque sean las mismas. Así es la vida, como diría por ahí: ‘y los boletos pa’ arriba y los salarios pa’ abajo’.
Vive Latino 1998
Legendario es el boleto de la primera edición del Vive Latino, presentada al público mexicano en 1998, en su casa, el Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México. La verdad, el único del que Pólvora no tiene una copia original, certificada y en una cajita como este que nos encontramos en la internet.
Invaluable, de muy bonitos colores, tamaño que nunca jamás volvió a verse, y con el precio ahí bien estampadote: 180$ lanas por disfrutar de un montón de bandas mexicanas chidisímas.
Primera década de los 2000
Aunque el boleto de la edición dosmilera del Vive Latino tiene todo el espíritu de su antecesor, a partir del 2003 pusieron en manos de Ticketmaster, y la estética se mudó a lo que conocemos hoy en día: el boletote lleno de colores varios, figuras y, claro, diversos elementos para evitar la piratería.
Curiosa la redacción del Vive Latino 2004, en la que quisieron escribir 5º, pero su máquina no se los permitió, así que parece decir: 50 Festival Iberoamericano, cuando era apenas el número 5.
En cuanto a los precios, arrancó en 115.00 volovanes el abono, incluso más barato que la primera edición. Se siguió a los 200$ varos, a los 281$ pesos y todavía pagando hasta un 300$ por ver a Cerati, por ejemplo, en 2007. Y finalizamos la década en apenas 246$ pesos por día en 2009.
Segunda década
Para la segunda década,la organizadores del Vive Latino se desconectaron por completo. Empezaron a meter más de tres escenarios, hasta tres días, carpas, escenarios sorpresa y llegado el momento, hasta nos recetaron una carpa de comediantes.
El Autódromo se amplió, desde luego, abriendo un estadio y unas canchas para darle acomodó a escenarios de primer nivel, y no cualquier cosa, lo que también hizo crecer el número de personas que podían entrar al festival de música más grande todo el continente, le pese a quien le pese.
El precio todavía no pasaba los 500$ varotes durante los primeros años de la nueva década, y todos bien contentos íbamos a ver a nuestras bandas favoritas, con boletos que para entonces ya eran muy peleados por la gran oferta en los carteles. Hasta tuvieron la osadía de juntar a los mismísimos Caifanes con todo y el Marcovich por apenas 460$ lanas, y desfiló también Charly García.
Sin duda una época buenísima para la expansión del festival, pues sumaron al cartel muchísimos países como el Reino Unido, de donde se trajeron a Gorillaz, uno de los actos más esperados, o a Blur del mismo carnaval, y a Morrissey con toda su mamonería para exigir la no venta de carne durante su acto.
La calidad de sus estrellas y de sus actividades alrededor del festival, los servicios y la entrada de nuevas secciones VIP, entre otras cosas, también elevaron el precio de sus boletos, para finalizar la década en 850$ pesos.
El principio de la nueva década
Diez años de celebrar el festival de manera ininterrumpida se vieron chingados en 2020 con la llegada de una pandemia por Coronavirus. El festival de 2019 se realizó entre un montón de cancelaciones, al filo de los contagios por SARS-CoV-2 y un encierro sin precedentes.