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Faith No More reflexionó sobre los 30 años de Angel Dust: “hicimos muchos errores”
A 30 años del estreno de Angel Dust de Faith No More, Billy Bordin recordó varios pasajes de su historia, como la gira junto a Guns N’ Roses.
El 8 de junio de 1992, apareció uno de los álbumes definitorios de la época que, aunque incomprendido a niveles comerciales, fue aclamado por sus logros artísticos. Faith No More tuvo un éxito sin precedentes con The Real Thing en 1989, una placa totalmente novedosa que mostró a sus contemporáneos, todas las posibilidades que faltaban al metal por explorar, como el funk, el rap y hasta el pop. Dicen que todos tenemos 15 minutos de fama pero, ¿cómo planeaba repetir la fórmula el quinteto de San Francisco?
Angel Dust llevó lo ecléctico de su interpretación a otros niveles. Para Mike Patton, este fue el disco donde pudo desenvolverse por completo y convertirse en el hombre de las mil voces, un vocalista capaz de interpretar desde thrash (“Surprise! You’re Dead”), balada (con su versión a “Easy” de Lionel Richie) o R&B (“A Small Victory). Pero no todo fue dorado como parece.
“Espero ninguno haya comprado casas”: el fracaso se avecinaba al mundo de Faith No More
Con esa alentadora frase, el presidente de Slash Records, Bob Biggs, reaccionó ante lo que había escuchado de The Real Thing. Para nada era el sueño pop de cualquier productor: es una placa experimental en todo sentido, oscura y cuyos tracks, comparten pocas similitudes entre si. “La frase clave para la disquera era suicidio comercial”, recordó en entrevista para Louder Sound el baterista, Billy Bordin.
“Éramos desafiados con cada decisión. Nuestros representantes preguntaban, ‘¿de verdad quieren hacer esto? Es extraño. ¡Esta no es música para que un chico de fraternidad la pase bien!’ Nos desafiaban de forma externa, incluso interna, pero hicimos el maldito disco que queríamos hacer”, prosiguió.
“Una reseña decía ‘este es posiblemente el sucesor menos comercial a un álbum exitoso en la historia de la música’. Nos sentimos muy orgulloso de eso, al 100%, todos amamos esa mierda. Pero también, muy en el fondo, sabíamos que no iba a funcionar para un mercado masivo”, recordó.
Bordin, quien también fuese baterista de Ozzy Osbourne, prosiguió sobre la incertidumbre que generaba Faith No More, mientras ellos, como artistas, sentían una gran felicidad.
“Angel Dust siempre se percibió a que estábamos tomando la dirección equivocada. Con The Real Thing, se sentía a que éramos atractivos para la gente pero con este, no se sintió así. Se sentía a que debíamos ser escarmentados por la manera en la que llevábamos nuestra carrera, así que nunca fue gratificante.
Hicimos muchos errores estúpidos, pero éramos honestos. En verdad me gustaba y estábamos felices. Pensé que podía vivir con como salieran las cosas y, honestamente, aún puedo vivir con ello. La gente me dice que es un disco que les cambió la vida, que les abrió la mente. Creo que le fue bien”, señaló el estadounidense.
Aún así, Angel Dust alcanzó el casillero 10 en el Billboard 200, así como el #2 en Inglaterra. El material fue impulsado por sencillos como “Midlife Crisis” y “Land of Sunshine”.
A pesar de los problemas, nada se compara al desdén que Faith No More vivió con su gira junto a Guns N’ Roses y Metallica. Un tour de tres meses en el que no temieron mostrar su desagrado hacia los hard rockeros, tanto en el escenario como en diversas entrevistas.
“Amo a Guns N’ Roses, estoy eternamente agradecido por subirnos al escenario con ellos y dejar que su audiencia nos conociera. Pero fue una gira difícil”, admitió Bordin. Sin embargo, su opinión cambió con el paso de los años, ya que en aquella época… Era un poco más extremo.
“Toda banda en el mundo cree que quiere abrirle a Guns N’ Roses pero déjame decirte que ha sido una terrible experiencia personal, tener que estar lidiando todo este maldito circo. Siempre odié ese aspecto del rock y jamás he querido formar parte de eso. Así que estar asociado a esta gira apesta”, declaró con el británico Mark Putterford.
“¿Por qué me odian?”, les preguntó Axl Rose con preocupación. Aquella gira de estadios con GN’R, Metallica y Faith No More, comenzó el 17 de julio de 1992 en Washington, D.C. y concluyó el 6 de octubre del mismo año en Seattle. Solo se aguantaron 26 fechas, entre egos y accidentes.
“Tenías a Metallica tocando The Black Album y Guns tocando los hits de Appetite y Use Your Illusion y nosotros con ‘Be Aggressive’, no conectábamos. La gente nos gritaba, ‘¡bájense, queremos escuchar Enter Sandman!'”, recordó. Hoy en día, ¿qué no daríamos por un tour así?