Crítica de Maravilloso Desastre, una película romántica del montón

Hubo un momento de la vida donde los llamados chick flicks, atraían por su gran ingenio, un glamour hollywoodense adaptado a lo cotidiano y la química desbordada por las parejas mostradas a cuadro. Desde mediados de los 2000, la tendencia ha ido a la baja, ahora es muy esporádico ver un romance emocionante. Maravilloso desastre poco intenta en lograr ser memorable, en especial cuando tiene la intención de convertirse en la próxima gran franquicia para la chaviza hormonal. Espero que no sea así.

Inspirada en la serie de libros escritos por Jamie McGuire (autora cancelada en Estados Unidos por sus visión de derecha), la película casi termina en un desastre absoluto de no ser por algunos momentos de auténtica simpatía. Pero sin más por ofrecer, ¿cuál es el punto?

Maravilloso Desastre, la fórmula de siempre sin buenos resultados

En Maravilloso Desastre conocemos a Abby, una joven que huye de su vida en Las Vegas como una prodigio del poker para iniciar una carrera universitaria. Una noche conoce a Travis Maddox, otro estudiante que durante su tiempo libre, participa en peleas de box clandestinas para ganar más dinero.

Entre el “ay está bien guapo pero no me conviene”, el hedonismo del joven y la aparición de Parker, un tercero en discordia, el peleador decide apostar algo con ella: si él gana su próxima pelea, ella deberá dormir en su cama durante un mes. Sin nada sexual, solo en intención amistosa. Ay ajá. Seguro ya saben que pasa después.

El filme está repleto de buenas intenciones desde el principio pero con una fórmula tan genérica, simplemente no vale la pena. Es bueno ver a Virginia Gardner en otras cosas además de American Horror Story pero sería mejor si la apoyara un guión competente. En cambio Dylan Sprouse como Travis no tiene temor en refritear lo que hizo en After pero con guamazos.

Al menos hay diálogos ocasionales que te harán sonreír y una que otra escena divertida entre todo el caos de sus vidas. Llama la atención que Hermoso Desastre, a diferencia de otros melodramas adolescentes recientes, intenta darle un humor más pícaro de connotaciones sexuales. Por lo general es lo mejor de la cinta, como cierta situación al despertar (al tipo le dicen tripié, lo respeto). También destaca cuando la familia del galán entra en acción, lo cual pudo aprovecharse más.

Confieso que la idea de tener a esta campeona de las cartas me pareció atractiva, pues se presta para distintas situaciones… Lo cual claro, no pasó más allá del conflicto tan evidente que se guía una vez que Abby demuestra sus habilidades. No se explota bien este elemento del azar a su favor, ni hay algo más que ofrecer por parte de la tragedia familiar salvo el arrepentimiento. Y empiezan los malentendidos, las lágrimas y todo lo que se esperaría de esta pareja nacida de la atracción a sus diferencias. Los personajes siguen su arquetipo al pie de la letra, la opción de un elemento sorpresa, está totalmente descartada.

Por un momento reflexioné si se trataba de un tema generacional el no conectar con Maravilloso Desastre. Luego recordé cuanto amo Mi novio es un zombie por su inventiva o lo brillante que fue Kaguya-Sama y se me pasó. Siendo amables con esta película, es intrascendente, dudo que alguien la recuerde después de un mes.

Conclusión

Con Maravilloso desastre tenemos un nuevo referente para tu próxima entrega de películas de camión en el ETN. No entiendo a quien intentan sorprender con esta trama tan gastada de “polos opuestos se atraen pero deben superar obstáculos para quedarse juntos por siempre”. Con la excepción de los chascarrillos mencionados arriba, nada se rescata de esta hermosa pareja tan convencional, sacada de un catálogo de Carolina Herrera. Vaya, ni siquiera el soundtrack, que luego hasta ayuda a fiascos tipo Crepúsculo, relució algo.

Su único propósito es existir para que las parejas adolescentes la vean al irse de pinta (¿aún se usa esa expresión?), se ilusionen con un amor pueril y después, discutan porque ya se creen los personajes o aspiren a las situaciones fantásticas donde todo se resuelve con un beso. ¡Y la vida es un drama! Que aburrición. Si esperan hacer una saga de esto, hay mucho por trabajar. Maravilloso cliché le queda mejor de título.