Scorched demuestra porque Overkill sigue siendo un estandarte del thrash metal

Overkill es sin duda el equivalente a un buen vino, con el paso de los años nos siguen deleitando de buena manera tanto en disco como en sus presentaciones en directo y su nuevo material Scorched viene a confirmar lo anterior. 

Este disco es el número 20 de su carrera y nos demuestra que el grupo no ha echado en saco roto la experiencia que han adquirido a lo largo de los años y siguen bastante comprometidos con sus fanáticos realizando discos de los cuales siempre se antoja escuchar varias de sus nuevas creaciones en vivo. 

Scorched: la fórmula Overkill ya conocida pero bien ejecutada 

Este material empieza con la canción que da nombre a todo, “Scorched”, un tema que no es tan rápido pero que sin duda da un resumen del sonido que ha caracterizado a Overkill durante tantos años y aunque su duración es de más de 6 minutos no se siente tan largo. 

Para “Goin Home”, aunque de principio parece tener el mismo ritmo que el inicial, más adelante podemos ver cómo Overkill pisa el acelerador para subir la velocidad en los momentos necesarios y dejarnos con ganas de más. 

Overkill es de esos grupos a los que siempre se les agradece que pongan el bajo como un protagonista y no como un instrumento de acompañamiento que muchas es casi imperceptible cómo ocurre en muchas otras bandas de metal; aunque desde “Scorched” podemos ver cómo se le da protagonismo al bajo en donde luce muy bien es en “The Surgeon” en donde destaca desde los primeros segundos. Otro tema donde destaca lo hecho por D.D. Verni llega cerca del final con “Know Her Name” al cual hay que ponerle bastante atención ya que casi todo el tiempo el ritmo lo marca junto con la batería incesante de Jason Bittner. 

“Twist of the Wick” es sin duda una de las canciones más rápidas que nos deja este disco, y aquellos acérrimos fans del thrash metal la agradecerán ya que la mayor parte la batería de Bittner taladra de muy buena manera tus oídos, además de contar con una buena parte media que baja el ritmo para dejarnos con un riff que obliga al headbanging. 

La parte media del disco llega con un bajón de ritmo que sirve bien como una transición hacia el bloque final. Esta parte de tres temas resaltan debido a los riffs más enfocados hacia el heavy metal que nos entrega Overkill. “Wicked Place” es una buena muestra de como entregar estos riffs pesados hechos para el puro headbanging al igual que “Fever” de la que hablaremos un poco más adelante.

Mientras que “Won’t be Comin’ Back” nos regala una introducción que rápidamente nos lleva a recordar el “Holy Diver” de Dio para luego romper en el clásico estilo de Overkill. “Fever”, es el tema más lento de esta producción, en el que nos encontramos breves momentos de la voz limpia de Bobby “Blitz” Ellsworth, una canción que por su atmósfera bien pudo servir como un tema que cierra un disco. 

Sobre la recta final, Overkill regresa con un puñetazo directo a la cara con “Harder They Fall”, una excelente canción que con velocidad y su coro bastante pegajoso es seguro que se convertirá en una que muchos querrán escuchar en los conciertos. 

Para el cierre tenemos a “Bag o’ Bones”, una canción donde Overkill se suelta y decide darnos algo un poco diferente a lo hemos venido escuchando, con una introducción de batería muy al estilo del tiempo del Roots de Sepultura, para la luego pasar a un tema que no deja los riff fuertes pero que baja su nivel a algo un poco más suave y orientado, digámoslo así, al hard rock, esto por el coro un poco repetitivo pero que funciona de buena manera para destacar la voz de Blitz en estos minutos finales. 

Aunque no es un disco de 10, Overkill nos sigue demostrando el porque son una de los favoritos del thrash metal, entregando un disco muy a su estilo, el cual se vale de canciones que no se sienten para nada pesadas y que parezca que pasamos del inicio al fin en un aceite y cerrar de ojos.

Este material debe servir también para todos los músicos que estén próximos a grabar un material, ya sea un larga duración o un EP, ya que aquí hay una buena clase de como producir y masterizar un disco, ya que en cada canción todos los componentes que forman Overkill son perfectamente audibles e identificables. 

Aquí te dejamos Scorched de Overkill: