Pólvora Live
Joss Stone en el Pepsi Center: repasando dos décadas con mucho soul
Como un ángel del soul, Joss Stone brindó un recital íntimo lleno de buena vibra en este recinto dando un repaso por toda su carrera.
Aunque toda la música conecta con el alma de la gente, es el soul uno de los géneros que más lo hace. Resonando desde los estratos sociales más bajos en Estados Unidos y teniendo como grandes representantes a Sam Cooke, James Brown, Percy Sledge y muchos otros artistas, trascendió las barreras del género, influenciando a diversas generaciones con su poder. Una de ellas es la británica Joss Stone, que con veinte años de carrera, puso pie en la CDMX para celebrarlo en una velada llena de buenas vibras en el Pepsi Center WTC.
Antes de Joss Stone, un toque de Toussaint
Hay veces que el acto abridor pasa sin pena ni gloria en un concierto. En el caso de esta velada, no fue así pues la encargada de conectar con los escasos presentes en el recinto a las 8:15 de la noche fue la legendaria Cecilia Toussaint, quien interactuaba con los asistentes en el recinto que la recibieron con calor.
A través de momentos emotivos, como cantar una rola que compuso junto a su difunto hermano y le dedicó en el escenario mientras ella, vestida de negro, disfrutaba del sonido de su banda, las guitarras y la batería a su alrededor, el poco público le aplaudía con harto entusiasmo. Al ritmo de ‘Como la Nada‘ los asistentes en el recinto clamaban por otra rola, a lo que Toussaint respondió “¿quién les dijo que ya me iba?” para continuar su recital.
Mientras el público de todo tipo, seguía llegando, con adultos de más de 50, jóvenes que posiblemente tenían poco más de los 20 años de carrera de Stone y, sobre todo, aquellos pegándole a los 40 que en sus años mozos escucharon no sólo a la princesa del R&B británica sino a Toussaint, llenaron el lugar de toda la actitud rockera mientras Cecilia, con toda su energía que le caracteriza, decía adiós con ‘Insomnio‘ en punto de las 8:50 de la noche.
Oro, plata y un ángel del soul: comienza el recital de Joss Stone
Fue a las 9:25, con el micrófono vestido de tela brillante dorada y el telón plateado en la parte posterior del escenario que el brillo de la sonriente Joss Stone llegó ante la luz morada que caía divina del techo, sentando inmediatamente el sentir del soul para comenzar este festejo de dos décadas, además de presentar un video retrospectivo de su carrera ante un Pepsi Center WTC que, tristemente, no se llenó lo suficiente.
Vestida de blanco cual ángel, un medley con la fuerza de su voz desató toda la buena vibra de los presentes. Su banda no se quedó atrás, pues acompañándola en el color de vestimenta y en la fuerza de su grupo coral de tres, Joss Stone lució esos aires de diva que la han mantenido vigente por 20 años. “Hola, muchas gracias” dijo en español, “estamos aquí para bailar y celebrar 20 años de carrera con la gente que ha estado aquí desde el principio. Sin ustedes nada de esto pasaría así que se los agradezco y espero que el setlist de esta noche los complazca lo suficiente”, dijo la británica para romper el hielo.
‘You got the Love‘ y ‘Fell in love with a Boy’, Joss Stone interactuaba con el público que la complació cada vez que lo pedía. Ella, con la fuerza de la banda, contagiaba a todos. Su actitud constantemente alegre en el escenario mientras tomaba su taza de té, viajando por sus diferentes álbumes como ‘Introducing Joss Stone‘ o ‘My Body and Soul’ ‘, siempre abriendo su corazón y llenando de anécdotas a los asistentes que la recibían siempre en medio de aplausos, aclamaciones y uno que otro suspiro de algún enamorado de la británica.
Soul, R&B, reggae y puro corazón: el pulso de dos décadas de Joss Stone
La noche tendría momento para todos en el escenario. Uno de ellos fue con los coristas, mostrando que Joss Stone sabe dar voz para que la gente le cuente lo que siente a través de la música. Cada uno de los tres tuvo su instante en medio de ‘Tell Me About It‘, donde una pequeña parte de ‘Killing me Softly´ de Roberta Flack, que estremeció a los presentes mientras coreaban a todo pulmón y bailaban al ritmo de este mágico soul.
Como buena noche donde el R&B y la improvisación con los ritmos de metales y guitarra ponía todo el toque de un bello recital íntimo. El juego de colores en el escenario funcionaba para poner más el ambiente, acompañado de las canciones, pasando por el azul, morado y, cómo no, el blanco y el oro mientras sus músicos lucían de maravilla al sonar ‘The Love We Had (Stays on my Mind)’, cover de The Dells.
En medio de ello, Joss Stone dejó la vestimenta blanca para pasar a un color gris con brillos ,lo que resaltaba aun más esa belleza conjunta de su ‘soul’, su música y su voz, mientras advertía que seguiría llevándonos por ese viaje musical de todos sus álbumes y si, distintos vestidos. Las anécdotas continuaron, llegando a las áreas del reggae, cambiando la sensación de la noche por algo más alivianado y ritmos alegres con un medley para hacerle homenaje a esa música que tanto fascina a la británica mientras el verde, rojo y amarillo en el escenario danzaban al compás de la cantante.
Durante ‘Rain Song‘ seguíala mezcla de sonidos africanos junto al soul mientras Joss Stone cantaba y aparecía un video en las pantallas del Pepsi Center WTC, donde se apreciaba su viaje por el mundo a lugares como Italia, la Antártica, Botswana, Mongolia, Perú y otros, donde la cantante demostró que el amor está en todos lados y la buena vibra puede hacer llover hasta en las ocasiones más imposibles no sólo con gotas de agua sino torrentes de vibras que llegan al alma para todos los que las necesitan en el mundo, justo a través de la música.
Un mágico recital llega a su fin
Joss Stone continuaba recibiendo ese amor incondicional de sus fans, que aunque no abarrotaron el lugar, le dieron un toque íntimo al recital, recordando esas viejas veladas donde la cercanía del artista y la conexión del soul era clave para el espectáculo musical y la buena vibra del R&B. De repente, los covers a Burt Bacharach, Dusty Springfield o Janis Joplin, fueron de lo romántico a lo soul y al rock setentero, llevando al primer clímax de la noche, saliendo del escenario por primera vez.
Las luces de celulares y los gritos efusivos trajeron de vuelta a Joss Stone, que ahora lucía un traje negro con brillos, simulando una noche estrellada con mucha alma. “Muchas gracias, México”, decía conmovida, alegre y emocionada mientras consentía a los asistentes con ‘Right to Be Wrong’, recordándonos que equivocarse muchas veces no tiene nada de malo pues a veces esas metidas de pata nos hacen crecer y seguir el camino, un tema que servía como el preámbulo de su despedida.
Si bien el público no abarrotó el recinto, lejos de ser un punto en contra, la convocatoria ayudó a que la velada tuviera ese toque privado y muy emotivo, sintiéndose como algo digno de las leyendas del soul y R&B, aquella música que salió del pueblo para el pueblo. Por ello, Joss Stone dijo adiós, regalándonos a todos un toque mágico lleno de alma, quedando en la memoria como ‘Some Kind of Wonderful‘ este repaso por una carrera memorable.