Cine
Crítica de Enferma de mí, un excelente análisis del narcisismo en la época actual
Enferma de mí es una divertida sátira que llega desde Noruega para mostrar el lado obsesivo del narcisismo.
Ah, esta era de lo absurdo que nos da material de sobra para regodearnos en la miseria humana durante su desesperada búsqueda de la fama. Enferma de mí, nueva película del cineasta noruego Kristoffer Borgli, es un análisis increíble sobre la enajenación que atraviesa actualmente la gente en su intento de conseguir sus 15 minutos de fama, como diría Warhol.
Mezcla de sátira con elementos de body horror bastante grotescos, la cinta presenta ciertos tropiezos que vale mucho omitir para dejarse llevar por la reflexión que ofrece… También si eres un enfermo con un humor retorcido como uno, seguro la disfrutarás aún más.
Enferma de mí, la perversa ambición del ego
Signe es una desangelada y mitómana joven que vive bajo la sombra de su pareja, Thomas, un artista en ascenso. Al ver la creciente popularidad del hombre, decide someterse a un experimento con tal de llamar la atención alrededor a su persona y hacerse de su propia fama: consumir una droga prohibida que provoca una grave enfermedad en la piel. Con ello, pretende superar el reconocimiento de Thomas aunque desde el principio, establece en un solo diálogo el destino de una persona así.
Enferma de mí es una película que será muy incómoda para muchos por el inevitable paralelismo que presenta hacia una sociedad cada vez más obsesionada por el culto hacia su persona. De distintas formas, Signe y Thomas son personajes enfermizos en su competencia por acaparar los reflectores.
Lo de ella es más evidente: una narcisista sin escrúpulos que a partir de una tragedia, busca darle un giro a la situación para que todo quede a su favor. No le importa aprovecharse de los demás, debe ser el centro de atención. Tal vez parezca absurdo hasta donde se lleva la situación pero hay muchas personas capaces de arrastrarse por esa rebanada de aprobación. Basta con ver lo ridículo y trivial que es cualquier influencer para dar cuenta de ello.
El artista no se queda atrás. Ella es una mitómana pero el es un cleptómano que justifica sus robos a tiendas o restaurantes en el nombre del arte. Otro de esos grandes snobs contemporáneos que se regodea de la profundidad de apilar un montón de sillas para crear piezas de galerías de gente blanca con copas largas y canapés finos. Su personaje provoca un sentimiento similar al del círculo presentado en The Square de Ruben Östlund, con todas las incoherencias divertidas de los aspirantes a clase alta.
Ambos desarrollan esta relación codependiente pues aunque Thomas habla sobre la soledad del artista, Signe es quien le ayuda en sus hurtos y ella, fantasea con negarle la atención que él no le da por su carrera. Por supuesto e insisto que su propio planteamiento lo destaca, a personajes así jamás les irá bien. Bien decía Jigsaw: “la mayoría de la gente no agradece estar viva“. Con eso debería bastar pero no, siempre queremos más. Niéguenmelo.
Sin embargo, Enferma de mí tarda en desarrollar el tono que quiere llevar a lo largo de su trama. Es frustrante porque pudo explotar aún más esta humor sombrío que nace a partir del morbo y queda disperso en distintas viñetas, lo mismo con estas observaciones hacia la corrección política de hoy que se han vuelto fetiche desde la ópera prima del director. Mi momento favorito sin duda es cuando Signe, toda una modelo, colapsa debido a su enfermedad, pero la cámara la sigue hasta el piso para ver como se retuerce. Una gran mezcla de horror y sátira que podía llegar aún más lejos.
Conclusión
En la función, frente a mi había tres chavales que al finalizar, no le entendieron a la película. Previo a que iniciara el filme (y desagradablemente, durante), no apartaron ni un instante la mirada de su celular. Enferma de mí es el perfecto retrato de estas situaciones: una falta terrible de conciencia sobre las responsabilidades, consecuencias y el entorno mismo a favor de la complacencia del ego.
Una comedia negra arriesgada, distinta y grotesca que muestra mejor que nadie la vida en post pandemia, presa de las redes sociales. Para cuando llega a su final, toda una oda a Bergman con su metáfora de estar muerto en vida, triunfa como uno de los trabajos más relevantes de los últimos años. Corre a verla.