Sergio Arau: ‘El humor no descuenta que seas serio, que tenga poder y que sea crítico’

Sergio Arau es amor, también creatividad, art nacó y una de las mentes creativas del rock mexicano más reconocidas afuera de nuestras latitudes.

Hace mucho que dejó las filas de Botellita de Jeréz, pero siempre será recordado principalmente por ser parte de un trío mágico musical, uno vale madre que fue divertido mientras duró. El legado hecho por la etapa de Arau (El Uyuyuy), Armando Vega Gil (El Cucurrucucú) y Francisco Barrios (El Mastuerzo) quedará plasmado como el Guacarock.

Ya sea en el cine con Un día sin mexicanos, en las obras plásticas, en la música con Botellita, con Los Mismísimos Ángeles, La Venganza de Moctezuma (un proyecto que la disquera Sony enlató sin piedad y remordimiento y que no muchos conocen, pero está en Spotify) o los Heavy Mex, siempre ha llevado la cultura popular a lo más alto, con su gran dote de humor político y social. Ahora con Tocada y Fuga esto no cambia, ha juntado lo solemne de la música clásica con el barrio, letras amenas y un concepto de un personaje con un toque de Dorian Grey y un vampiro renacentista.

Y antes de abordar en lo que anda haciendo, Sergio Arau como bien multidisciplinario en las artes, nos contó la anécdota de conocer a JLo, así es, Jennifer López por ser el encargado de decorar su restaurante Conga Room: ‘Sí la conocí, no creo que ella me haya conocido a mí. Inauguramos su restaurante, ahí estaba y me presentaron, pero no creo que tenga idea qué más hago o sabe que fui el que hizo la decoración del Conga Room, que por cierto lo van a cerrar en marzo. Creo que a partir de la pandemia les ha ido muy mal, las obras son de ellos, estaré pendiente, yo creo que se las van a quedar ellos’.

A Sergio también lo relacionamos mucho con la lucha libre, y es que no solo por “El Tlalocman” o “Viva la lucha”, lo vimos siendo parte de algunos capítulos de Lucha Underground como acto musical con los Heavy Mex, sus obras y portadas de discos lo tienen a sí mismo con una máscara de luchador y en uno de los últimos shows con la Botellita en el extinto Salón 21 o José Cuervo Salón, como quieran llamarlo, salieron enmascarados con un diseño especial.

Solo le falta armarse una película de luchadores estilo realismo fantástico a la Juan Orol: ‘nada más necesito tener un buen guion para que pase a mayores. Cuando salió la película del luchador con Micky Rourke me encantó y coraje me dio de que no se me hubiera ocurrido hacer esa película a mí. Me gustaría inventar un luchador, pero el luchador existente que tendría es Místico, siento que es el mejor luchador del mundo técnicamente y es algo excepcional’.

El humor y una Tocada y Fuga con Sergio Arau en pleno 2024

Ya lo escuchamos en un Vive Latino, pero Tocada y Fuga ha abierto nuevos mercados a Sergio Arau, próximamente en un Lunario buscará llevar este concepto al primer paso de una posible obra teatral-musical. Pero nada de esto sería posible si no fuera por el humor, en un mundo actual donde todo debe ser políticamente correcto, el miedo a ser cancelado por que a alguien no le guste o mal interprete lo que sea impera en la industria.

Por suerte, a Sergio esto no le molesta, tampoco es ofensivo, trae la escuela de las carpas de comedia de las cuales salieron Tin Tan o Resortes, su familia siempre inmiscuida en la comedia y las artes, su trabajo como caricaturista y obviamente, una botellita lo respalda.

‘El humor es una herramienta que se puede usar, por ejemplo, en la caricatura política puedes hablar de cosas de las más gruesas y con humor. El humor hace que la gente baje la guardia, digamos, no esté a la ofensiva. Entonces, el humor es una herramienta muy chingona y yo que vengo de una familia donde todos son comediantes, cabareteros, carperos, es que para mí es muy normal.  Hay un dramaturgo italiano muy famoso que se llama Darío Fo que decía que cuando la gente se ríe no tiene miedo y sin miedo, todo es posible.

Creo que hay un momento muy solemne, no todo quiere ser profundo, serio, ¿no? Mira, por ejemplo, en Avándaro fuera del Tri o Three Souls quienes cantaban mucho en inglés, la verdad la mayoría de los grupos eran muy solemnes, muy serios, muy de ‘tenemos el poder’, pero sin humor. El humor no descuenta que seas serio, que tenga poder y que sea crítico.

Entonces yo creo que sí hay que lanzarse. Con Botellita éramos un desmadre, uno de los rasgos de Botellita es que nos valía madres, no le teníamos miedo al ridículo, tocábamos como podíamos y hacíamos lo que podíamos y lo que queríamos sin pedir permiso; esto creo, era gran parte del éxito de la Botellita porque, al fin y al cabo, un artista lo que menos debe de tener es miedo al fracaso.

Lo que tienes que hacer es lo que lo que quieres, o sea lo más difícil es definir qué es lo que quieres hacer. Una vez trabajé con Alejandro Jodorowski, llegué a una revista porque me invitó a trabajar con él y le dije lo que hago normalmente, llegabas a una revista o un periódico cuando me dediqué mucho tiempo a la caricatura política y entonces te decía, ‘pues mira, haz esto e ilustra esta noticia y hazme una caricatura sobre este tema’, entonces llegué con él y dije, ‘¿qué hago?’ Voltea y me dice, ‘no sé, qué quieres hacer’.

Esa preguntita me trajo meses dándole vuelta, que quiero hacer y cada semana yo llevaba una propuesta, algo diferente y hasta que de repente empecé a agarrar mi propia onda. Pero esa pregunta es bien importante, ¿qué quieres hacer? ¿Qué quieres decir? Una vez que tienes algo que decir ya es fácil porque entonces, ya nada más vas viendo que quieres hablar de política, de lo social, de tecnología o de la muerte de la vida, de lo que quieras. Primero define qué es lo que quieres decir y luego como decirlo y y entonces, es más fácil decidir en qué lenguaje.

Digamos, hay cosas que yo hago en pintura o una escultura, en canción, en película, en cómic, un tatuaje. Una vez que defines eso, pues ya se vale todo, no hay que pedir permiso’.

En este álbum hay muchos invitados, de los cuales hay los sospechosos comunes que hemos visto con Sergio en shows como Rock Sinfónico o en otras colaboraciones, como es el caso de Rubén Albarrán de Café Tacvba, Andrea Echeverri de Aterciopelados o José Fors de Cuca, también vemos a su  esposa Yareli Arizmendi (quien también es parte activa de su show en vivo) y nombres como Horacio Franco y Carina Ricco, que como dato cultural para los más jóvenes, tuvo un buen momento en los años 90, sacando un disco llamado Del cabello a los pies y que también, fuera pareja de Eduardo Palomo, el mismísimo Juan del Diablo de las telenovelas (si no sabes quien era, pregúntale a tu tía o mamá).

‘Somos muy amigos, pero además para mí tiene una voz preciosa, canta padrísimo, tiene un muy buen disco. Uno de los criterios de la pandemia era juntar varios amigos que están en la industria, se trató de meter a mis cuates, el único que no esperaba que le entrara y que fue así como inesperado fue Horacio Franco, el flautista, yo creo que es el mejor flautista del mundo es impresionante’.

De la misma manera, el nacimiento del disco surgió de chistes y bromas diarias entre Yareli y Sergio, cotorreo al ir escuchando música y decir ‘ah, esta la compuse con Mozart’, y bueno, de alguna forma, el chiste y el personaje se volvieron reales.

‘Para este disco me animó mi esposa Yareli. Ahí yo tengo la escuela de Botellita de Jeréz, la escuela de mis papás, de mis tíos que desde que la carpa y todo, pues a improvisar. Se va armando la historia, vas desarrollando los puntos importantes, vas escogiendo, hay cosas que sí funcionan y los que no, los vas limpiando y sustituyendo. Es un proceso natural y la verdad ahorita ya es toda una historia como dices, medio vampírica.

El otro día tuve una plática con mi hija porque me estaba diciendo que era no era inmortal, sino amortal porque hay una diferencia, un vampiro es inmortal porque era mortal y pasó a ser inmortal, pasa a ser vampiro en el momento que se muere; pero soy alguien que va a durar así eternamente sin morirse, yo sí tuve tuve infancia, ahí lo vemos en el vídeo con el que empezamos el show. Tuve infancia, lo cual quiere decir que fui creciendo y fui envejeciendo hasta el punto donde estoy ahorita en 70 años, pero realmente, me tomó casi 300 años, pero sí envejezco, o sea, que a lo mejor voy a llegar a viejo sin morirme’.

Uno de esas mezclas de las que Sergio ha hecho, es juntar, por ejemplo, a Juventino Rosas con Strauss en “Sobre las solas del bar” y de la cual nos dice: ‘Tengo una guía y la platico diferente, tal vez me sale mejor y a veces peor, pero el hecho de que Juventino Rosas -que es el autor de “Sobre las olas”- era más joven que Strauss, que era como el rey del vals en Europa, pues decían que no era nada malo que un mexicano de pronto se metiera en esa época. Aparte, si tú ves las fotos y la pintura que hay de Juventino, estaba vestido como de zapatista y era un genio.

Entonces, ¿cómo pasas de ahí? A lo mejor si lo cuento en Europa les vale madres, pero aquí creo que es muy importante porque la gente entiende la trascendencia de varios artistas y pensadores mexicanos que en su momento influyeron al resto del mundo, hay esa anécdota y claro, que yo le te meto de mi cosecha’.

El arte encuentra a su público de forma natural

Sergio es de los que hacen y que ha dejado en paz ese sentimiento de estar en boga, como nos dijo Adán Jodorowski, uno debe hacer su arte y él, encontrará su público. Ya sea masivo o no, siempre habrá alguien que comparta lo que haces y eso es gratificante, más que tener cuentas llenas de bots y likes en redes. Esto nos contó:

‘Yo estoy totalmente de acuerdo, es emocionante. Es muy buena pregunta porque sí te lleva a muchas reflexiones, ¿qué quieres ser? ¿Cómo quieres ser? Yo la verdad, por más que hago no logro entrar en las redes como yo quisiera y menos con 70 000 canciones que suben todos los días. Yo le apuesto más a este público que va a verme en las tocadas. Si le tiras a tener una visibilidad, así como los grupos grandes es frustrante, la verdad es que cuando empezaron a caer las disqueras y todos decíamos ‘ahora sí va a haber justicia, nos van a pagar lo justo’, pues nos fue peor, el internet paga menos que las disqueras.

No le estoy apostando a tener millones de seguidores, lo veo muy lejano. Yo creo que ya no se dio y le tiro a recuperar personalmente a mi público. La verdad es que, si camino en la calle cada cuadra me tomo varias fotos, me siento muy querido.

Pero en las redes, por ejemplo, ya me pasó que fui con una compañía alemana en Estados Unidos y ni siquiera oyeron mi disco, ni vieron las fotos, ni el video ni nada, solo vieron cuántos seguidores tengo y me dijeron ‘Ah, no, es que nosotros necesitamos que tengan de un millón para arriba’. Pues ya vale madres, ya ni lo intento no tiene sentido, pero lo que sí tiene sentido es a nivel humano, a nivel de la calle, los que me siguen, los que van a verme. El otro me parece tan alejado de mis posibilidades, el algoritmo no me quiere”.

Platicando sobre este público que a veces puede ser caprichoso, sin embrago, al llegar se torna fiel por años está el de Botellita de Jerez y el que tiene actualmente. Por varias razones, pero la principal, lo local que pudieran terminar siendo las canciones a nivel Ciudad de México les pegó para ser más fuertes en otros lugares como en el norte. Caso extraño, con Tocada y Fuga ha encontrado también, uno extranjero y ‘fifí’ que nunca esperó:

‘Pues sí, la verdad es que creo que esa fue una de las razones por las que Botellita no pasó a mayores, del porqué no crecimos a llenar lugares más grandes. En los años 80 nada más salimos una vez a Los Ángeles, pero también a veces la música define mucho. Ahorita con Tocada y Fuga acabamos de presentarnos en el este de Los Ángeles y mucha gente no habla nada de español, nos presentamos también en Long Beach en el Museo de Arte Latinoamericano y había muchos gringos que ni idea, pero la música les jaló durísimo. Ahí sí ayuda a la que es que es música clásica y los ritmos son bailables.

En el museo nos fue bien loco porque salimos a tocar ya tarde porque se colgaron dando premios y subastas de arte, eran puros curadores, artistas, historiadores de arte, coleccionistas que acabaron vueltos locos. Ahora ya creo que nos van a llevar a muchos museos a tocar, que está chido porque la música clásica es algo que no es tradicional y eso a mí me entusiasmó mucho. La intención en general de todo lo que hago tiene que ver con la cultura popular y es como quitarle lo solemne y bajar la música clásica a nivel banqueta, de que lo entienda cualquiera, no estoy metiendo tanto slang o tanto caló’.

Por último, esto no será lo único que escucharemos de Sergio Arau este año, ya que anda planeando un concierto bastante llamativo a sus fans de toda la vida: ‘Tengo otro proyecto que será para fin de año, como para octubre o noviembre, que es hacer un concierto con un recuento de todos mis proyectos, las mejores canciones de cada disco y montarlas con una versión más actual’.