Moderatto da un ‘Sentimettal’ adiós en el Palacio de los Deportes

Y se acabó… Fueron 25 años de gloria, excesos, rock y metal para Moderatto, una historia de cuarto de siglo que comenzó siendo una broma a aquella era del glam rock y las hair bands ochenteras donde los hermanos Xavi y Brian Amadeus junto a Roy Ochoa Avilés, Mick P. Marcy y, en el lejano 1999, Jethro, volverían a aparecer en su cuidad natal después de años de éxito en Europa.

Sin saberlo, los alter egos de estos grandes músicos (Jay de la Cueva, Cha! e Iñaki de Fobia, Marcello Lara y Randy Ellbright de Molotov, ahora Elohim Corona de Isis en la batería), dejaron los covers atrás e hicieron de una broma un fenómeno total cuyo punto culminante fue este sábado 23 de Marzo del 2024, donde los ‘malditos pecadores’ y los ‘detectores de metal’ dieron su última presentación en vivo en un escenario donde bandas de la talla de Héroes del Silencio, Soda Stereo y Caifanes se despidieron para formar parte de la memoria del colectivo rockero que los puede amar u odiar, pero jamás negar su calidad e impacto.

Quemándonos de amor: Moderatto inicia su última noche

Aunque la cita de los metaleros más fresas de la industria era a las 8 y media de la noche, el Domo de Cobre lucía completamente lleno de una audiencia que iba desde jovencitas fans del vocalista hasta rockeros de cepa cuarentones, sintiéndose un ambiente familiar que mostraba nuevamente como la música, ya sea con covers o rolas nuevas, une a toda la gente.

Pero fue a las 8:43 cuando se oscureció el lugar ante el grito de algarabía del sold out que Moderatto había logrado para su gran despedida. Antes de la salida de los populares integrantes, corrió video en las pantallas laterales del escenario desde los cuarteles de la banda que reunió palabras emotivas de toda clase de gente, desde Anahí, Danna Paola y las hermanas Ha*Ash  hasta Alex Lora, Bronco y Facundo, agradeciendo su vasta carrera y , en algunos casos, expresando lo importantes que han sido en la escena para ellos.

A pesar de las fallas técnicas en el video que provocaron el chiflido de la banda presente en el atiborrado Domo de Cobre, quedaba claro que el detector de metal se quedaría en el corazón de todos los malditos pecadores, mismos que a las 8:50 en punto, con un escenario bañado de una luz azul y una lona ilustrada con el nombre de la banda de fondo que tenía la imagen de Jay de la Cueva en moto para dar inicio al final con Quemándome de Amor con el vocalista vestido de frac con algunas joyas en el rostro y toda la entrega de sus fans.

Acompañados de tres coristas con tremendo outfit rockero y la extravagancia en los vestuarios de la banda, Jay por momentos demostraba esa energía característica suya y de la banda, corriendo de un lado a otro del escenario con micrófono en mano pidiendo gritos de una eufórica audiencia que planeaba disfrutar esta última presentación con todo, mientras Moderatto recordaba un poco de sus inicios con No Podrás de Cristian Castro.

Mientras, Cha! se divertía apuntando con un láser integrado en su guitarra a los fans y el vocalista de la banda presumía su guitarra de Hello Kitty, afirmando que si rockear es un delito, todos éramos cómplices de la culpabilidad. Así, Si mi Delito es Rockear hacía estremecer al Palacio de los Deportes con palmas y gritos que hacían retumbar el coloso de cobre y un Dr. Simi rockero llegaba a los pies de Jay, que inmediatamente se puso Sentimettal con el público que se unió en la coreografía de la canción sin importar que fueran chavorrucos de mata larga o chavas amantes del detector de metal.

Covers, rock y la sátira de las hair bands: la fuerza de Moderatto

“Han sido años hermosos al lado de mis compañeros, difícilmente puedo describir la gratitud hacia ellos y la familia Moderatto. Ojalá nos crucemos en el nuevo camino y sigamos compartiendo este ritual, gracias de todo corazón. Los llevo como un sello en el alma” dijo un emotivo de la Cueva mientras el escenario rosa le daba un sentido nostálgico a la velada a la par de que la power ballad No Hay otra Manera sonaba cobijada por las luces del celular alrededor del foro.

El momento de emoción continuaba para Moderatto y compañia. “Cuando reconocemos la vulnerabilidad reconocemos el amor y les agradezco todo este amor que demuestran. Saquen sus luces para iluminar nuestra noche“, pedía el vocalista al momento en que Mil Demonios seguía la última fiesta del detector de metal con todo el Palacio iluminado, acompañado del movimiento de manos causando una euforia que seguía con Sálvame, cover de RBD qeu causó furor en la chaviza.

“No necesito una cámara para capturar este momento para siempre. Esto se queda por siempre en la memoria“, seguía confesando el multifacético artista que ahora cargaba una guitarra negra mientras le preguntaba a la gente si ese es todo el ruido que podían hacer para su despedida. La respuesta fue un sonoro grito que sirvió de intro para Si te Vas, donde Jay aprovechó para firmarle un par de carteles a los fans de hasta adelante mientras los acordes de la rola sonaban con potencia, luciendo en específico el virtuosismo de Marcello Lara.

Y, de repente, llegó un momento inolvidable para los fans más viejos de Moderatto: un medley rockero que comenzó con un solo de batería en el escenario mientras Elohim se elevaba en el centro del mismo, mientras el bajo de Cha! y las liras de Iñaki y Lara sonaron fuerte al repasar el primer álbum de la banda, Resurrexión, con temas ochenteros como Dame un Beso, Chaperona, Márchate Ya, Villa Coapa e Isabel mientras la petición era única: queremos rock, a la par de Rock and Roll All Night de Kiss, interpretada por Marcello.

Después de una pequeña pausa que marcaba la mitad de este poderoso pero doloroso adiós donde la escandalera del público no paraba, Jay de la Cueva salía al piano para entonar La Llamada de mi Ex, intercambiando la fuerza del rock y la locura metalera por este cover de La Arrolladora Banda Limón acompañado por el baterista en las vocales, seguida de Solo Quédate en Silencio, otro éxito de RBD y el cambio a un leotardo verde muy al estilo de David Bowie en la vestimenta del líder de los malditos pecadores.

“Gracias por venir a acompañarnos a esta despedida. Es muy difícil decirles adiós, gracias por formar parte de nuestra música, gracias a mis papás y nuestras familias que nos acompañan para despedir al monstruo de cinco cabezas. Esta es la última noche de Moderatto en el planeta tierra, malditos pecadores. Es duro decirles adiós, han sido cómplices de tanto tiempo y aunque esta noche no nos dejaron usar la pirotecnia que teníamos planeada, no la necesitamos para que sea la mejor noche de nuestras vidas” declaró de la Cueva.

Después de un sonoro abucheo del público a Protección Civil por no permitir la parafernalia, el fuego y las explosiones habituales, la banda continuó su adiós con un Amor Prohibido que murmuraba por las calles aledañas al coloso de cobre, tema de Selena mientras las palmas en alto volvían en el coro y el ruido de los malditos pecadores no cesaba.

El último adiós: el cierre del detector de metal

Rumbo a la recta final de la velada, nuevamente de la Cueva aprovechó para rendir un sentido discurso a los asistentes a este eterno adiós. “Hace mucho tiempo empezamos haciendo una falsa biografía, fantaseando que éramos una banda que había recorrido el mundo sin el reconocimiento del público de Latinoamérica y de repente regresábamos a México. Si escuchan que Moderatto es una broma, no lo es. Pensamos que el humor era entre nosotros cinco y se amplificó a miles de corazones“, se sinceró.

“Un día, después de tocar muchos covers, alguien nos dijo que el éxito de Moderatto era eso y nunca íbamos a tener una canción que conectara, hasta que salió el himno de la infidelidad y so cambió todo“, fue el marco para provocar una locura de pasión rockera que duró cerca d 15 minutos con Ya lo Veía Venir donde Jay le dio la vuelta al Palacio de los Deportes cargado en hombros mientras las palmas seguían y algunos malditos pecadores elegidos por el líder de la banda subieron a tocar la batería y la guitarra en un momento épico.

Todo lo que comienza tiene un final y así, Moderatto llegaba a su réquiem mientras una marcha nupcial y luces naranjas servían de introducción a Muriendo Lento, a la par de que un pecador en el público lanzaba una propuesta de matrimonio que era aceptada a la par de que Jay salía con un vestido de novia. Así, después de los Autos, Moda y Rocanrol, el quinteto dedicaba Gracias a todos los presentes para cerrar su última presentación.

“Esta noche se termina pero esta historia continúa para siempre… se acabó, hasta siempre, gracias por tanto amor y generosidad“, afirmaba Jay con su mata suelta y su traje plateado, dando cierre a un adiós histórico y memorable para el detector de metal por excelencia. Adiós, amigos y gracias por tanto.