Pólvora Live
Paul McCartney en el Estadio GNP: una histórica celebración a uno de los legados más importantes del rock
Hasta anoche, el mejor concierto al que había ido fue aquel que ofreció Paul McCartney en el Zócalo durante el día de las madres del 2012 (obvio me tuve que escapar, vea). Hago el énfasis en “hasta anoche” pues solo el legendario ex Beatle, a sus 83 años pero con una energía como si siguiera en sus años tocando en el Cavern, podía superar semejante presentación.
Fuimos 60 mil afortunados reunidos en el Estadio GNP para presenciar el primero de tres recitales que Macca ofrecerá en la Ciudad de México, esto tras su primera visita en la Sultana del Norte.
La curva del otrora Foro Sol lucía atascada como pocas veces, entre fans disfrazados en honor al Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, decenas de ansiosos por tomarse la foto con el submarino amarillo de Universal Stereo y otros más, en atuendos acorde a los primeros años del cuarteto de Liverpool. La beatlemanía siempre mantendrá viva su llama en México.
Quince minutos antes de la hora pactada, comenzó un nostálgico video en las pantallas, un recorrido de imágenes y sonidos a cada etapa de su carrera, desde que era un jovenzuelo con chamarra de cuero en sus primeros años con John, hasta el presente, la gira de Got Back. A la par, destaco que tuve una amena plática con el buen Pablito Makabrito de Machingón sobre sus giras por Asia (se viene música nueva de ellos así que atentos).
El video concluyó con la imagen del icónico bajo Hofner encima de la azotea de los estudios Apple en aquella histórica intervención de 1969. Las luces apagaron y ahí estaba, con puño al aire, Paul McCartney listo para ponernos a bailar al ritmo de “Can’t Buy Me Love”. Era el inicio de casi tres inolvidables horas.
“Hola México, ¿qué onda chilangos?”: así fue el concierto de Paul McCartney en el Estadio GNP
Con los actos de rock clásico, muchas veces uno podría esperar lo usual, un guion infalible para complacer a todos con pequeños guiños aquí y allá. Pero con McCartney no es así. Lo complicado de su show es, ¿cómo diablos representar una carrera de 60 años en un show de tres horas? Obvio algunos hits quedarán atrás (así les pasó a “Hope of Deliverance”, “A Hard Day’s Night y un largo etcétera) pero el encanto recae en que cada pieza tuvo algo único, un momento por el cual emocionarse o suspirar.
Con “Got to Get You Into My Life”, fascinaron los visuales sacados del Rock Band, en “Getting Better”, los paisajes apocalípticos que florecían en esperanza. “Let Me Roll It” fue uno de los primeros grandes momentos de la velada gracias a su espectáculo de drones que danzaban en el cielo para formar corazones y al final, el gigante logotipo de Wings, banda que le diera todavía más éxitos a Paul McCartney durante los 70. El cierre no podía ser mejor: un solo en homenaje al “Foxy Lady” de Hendrix.
Los gritos de “oe, oe, oe, oe, sir Paul, sir Paul” no se hicieron faltar entre cada pieza y las postales seguían plasmándose en nosotros. “Esta canción la escribí para mi maravillosa esposa que está entre ustedes esta noche”, dijo el cantante previo a “My Valentine”, cuyos visuales nos llevaron a aquel videoclip protagonizado por Johnny Depp y Natalie Portman
“En Liverpool había cuatro chicos que querían hacer un disco y esta es la primera rola que grabamos los Beatles”.
Con dicha frase, sir Paul nos llevó a la génesis de la banda más grande de la Historia. Antes de ser the Beatles, existió the Quarrymen, forjándose un culto entre los clubes de Hamburgo y Liverpool. Así sonó la grata sorpresa de “In Spite of All the Danger”, su primera creación. Prosiguió con su historia. “Luego fuimos a Londres para grabar con el gran George Martin y esta fue la primera canción que hicimos con él”. ¡Vaya manera de introducir “Love Me Do”, el hit que los catapultó al estrellato mundial!
Las imágenes del concierto seguían grabándose en nuestra mente. El bailecito coqueto del baterista Abe Laboriel Jr. en “Dance Tonight”” con el baile de su baterista”, la plataforma elevándose en el conmovedor “Blackbird” y “Here Today”, dedicada a la memoria de Lennon. La otra tremenda sorpresa de escuchar “Being for the Benefit of Mr. Kite!” directo del Sgt. Pepper’s y el momento cúspide: escuchar “Now and Then”, tema más reciente del cuarteto en minutos de intensa nostalgia beatlemana coreada por todos. ¡Cuánta energía todavía sale de su voz!
Veíamos a Paul McCartney cambiar de instrumentos todo el tiempo, del bajo a la bella Gibson roja, la mandolina al piano y luego al Hammond con pantalla luminosa. Sin embargo, no hubo cambio más bello que verlo tomar el ukelele y comenzar “Something”. “Esta se la dedico a mi carnal George”, dijo. Casi lloramos todos.
Una nueva escala en el piano. “When young were young…” empezó a cantar mientras tocaba sutilmente. Luego, la explosión: “so live and let die”, extendió. ¡Fuego y pirotécnica en todo el escenario! El espectáculo explosivo que amerita un tema del agente 007. Esta fue, sin exagerar (o igual así pero no importa), la mejor actuación en vivo que he visto en toda mi vida. Solo este hombre logra llevarnos a tantas emociones distintas en tan poco tiempo.
Tras el siempre cálido “Hey Jude”, Macca salió de escena para el encore. No tardó ni dos minutos para volver acompañado de tres banderas que ondeaban en lo alto: la del Reino Unido, la nuestra y la de la comunidad LGBT. Los aplausos y gritos de emoción casi derrumban el recién remodelado recinto de Churubusco. ¡Y luego si sigues con I’ve Got a Feeling en dueto virtual con Lennon, cómo no!
“Ya nos tenemos que ir”, proclamó Paul McCartney. “Noooo”, gritamos todo. “Sí…”, respondió, así en varias ocasiones. Aunque lo dicho, es imposible complacer en el setlist con una discografía monumental, el bajista no pudo elegir una mejor manera de cerrar: un fragmento del medley del Abbey Road con un viaje de la mano de la banda de los corazones solitarios del Sargento Pimiento, bajo el mar junto al submarino amarillo y en los paisajes surrealistas del tour mágico y misterioso. La definición de ser épico.
“Solo queda algo por decir: nos vemos a la próxima”, mencionó en medio de la pirotecnia, dándole un beso a la cámara. ¿Qué importaba si a la salida estaba cerrado Río Churubusco y debías esquivar el macro sitio de taxis improvisado? Nos íbamos con la gran promesa de vernos a la próxima. Que así sea, Paul.
Setlist de Paul McCartney en el Estadio GNP
- Can’t Buy Me Love
- Junior’s Farm
- Letting Go
- Drive My Car
- Got to Get You Into My Life
- Come On to Me
- Let Me Roll It
- Getting Better
- Let ‘Em In
- My Valentine
- Nineteen Hundred and Eighty Five
- Maybe I’m Amazed
- I’ve Just Seen a Face
- In Spite of All the Danger
- Love Me Do
- Dance Tonight
- Blackbird
- Here Today
- Now and Then
- New
- Lady Madonna
- Jet
- Being for the Benefit of Mr. Kite!
- Something
- Ob-La-Di, Ob-La-Da
- Band on the Run
- Get Back
- Let It Be
- Live and Let Die
- Hey Jude
- I’ve Got a Feeling
- Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (Reprise)
- Helter Skelter
- Golden Slumbers
- Carry That Weight
- The End