Crítica a La Viuda de Clicquot, el empoderamiento femenino en tiempos de Napoleón

Esta semana tuvimos la oportunidad de ver La Viuda de Clicquot (Widow Clicquot), una buena historia basada en hechos reales que nos relata la historia de Barbe, una viuda que debe heredar un gran viñedo en tiempos donde Francia estaba en la decadencia napoleónica.

Fuera de que esta historia se vaya por un tema de amor (que en su mayor parte sí lo es) es interesante colocarla en contextos donde las situaciones que suceden no eran regulares para la era; hechos como la enfermedad mental, el empoderamiento femenino o el manejo empresarial por parte de mujeres era nulo y es interesante ver como todo se antepone por una idea bien planteada de lealtad hacía el amor de la vida.

De esto va La Viuda de Clicquot

La historia nos coloca en la Francia de finales del siglo XVIII, donde conocemos a Barbe Nicole (Haley Bennett), quien por arreglos de sus padres hacen que se tenga que casar con François Clicquot (Tom Sturridge), heredero de un poderoso emporio de viñedos que abastecen a buena parte de Francia, pero debido a temas políticos tienen prohibida la exportación.

La sorpresa va a ser para Barbe, ya que François resulta ser un tipazo, sensible con la naturaleza, innovador, un excelente amante y extrovertido, un partidazo por donde lo quieran ver. El tema es que el bueno de François comienza a presentar problemas mentales que lo llevan a su inevitable destino fatal.

Es por ello que ahora Barbe con el vestido bien arremangado, decide tomar las riendas de los viñedos, llevando por completo el trabajo y continuando con las innovaciones a los vinos ya tradicionales, para esto Barbe cuenta con el apoyo de su suegro (dueño de todo el pedo), el joven contador Edouard (Anson Boon) y su distribuidor de confianza Louis Bohne (Sam Riley) con quien afianza una excelente amistad más allá de los negocios.

Lo bueno de la película

Me parece que la película tiene muchos puntos a favor; sin embargo, el que más destaca, además de la localización, es la actuación de Bennett como la viuda de Clicquot, Haley quizá se te haga conocida por haberla visto hace algunos años en El Diablo a Todas Horas en el papel de Charlotte.

Vamos, no es que el papel sea muy exigente, pero logra transmitir esa transición de luto a coraje, todo en el nombre del amor, además de que en su periodo de ingenuidad se logra percibir algún poco de nostalgia por el hecho de que no se puede creer el sueño de que está con un tipazazo.

Es como cuando decimos, mi vida está hecha, que mal me puede pasar, y huevos… algo termina para el carajo, sin embargo, tomar el contexto para lograr una historia de empoderamiento de hace un par de siglos me parece una buena forma de contar la historia para la pantalla grande.

Lo malo de La Viuda de Clicquot

La verdad es que es muy difícil encontrarle algo malo a la historia, está muy bien contada, se te pasa relax y bueno, si hay que ponerse quisquillosos, si lo tuyo no es lo de historias de amor, pues vas a tener que tragarte muchas escenas de besitos y eso, pero nada en exceso.

Conclusión

La verdad es que sorprendentemente para final de mes me parece ser una de las mejores opciones en el cine, es una historia simple, pero bien comprometida en ponernos en la posición de Barbe, en donde no solo tiene que luchar contra el luto de perder al amor de su vida, sino que la posición de la mujer en ese contexto, pues es bastante complicada, y sacar adelante una empresa con sus propias manos llenas de tierra, la neta si inspira.

La película la puedes encontrar en la mayoría de los cines desde este mismo fin de semana (29 de agosto) y va con garantía de que la vas a pasar chido.