La Casa Oscura: el thriller con Rebeca Hall que aterrará la pantalla

Llega a salas nacionales una de las primeras películas bajo el banner de Searchlight, ya sin el Fox que durante años acompañó la marca y que tras la compra de Disney, ahora solo vivirá en nuestra memoria. Bajo la dirección de David Bruckner, responsable de la próxima entrega en la saga de Hellraiser, tenemos el thriller La Casa Oscura (The Night House). Un intrigante trama estelarizado por Rebeca Hall que a pesar de su sobresaliente desempeño, pronto es presa del mayor defecto de esta película: su final. ¡Maldita sea, ya no puedo con más poder del amor y la amistad!

En La Casa Oscura conocemos a Beth, viuda cuyo esposo decidió quitarse la vida de forma misteriosa. Aunque parecía a estar lista para cerrar el capítulo, una serie de pesadillas la guía a revisar entre las cosas del difunto, donde encuentra una serie de fotografías de mujeres parecidas a ella. Pronto decide adentrarse en una investigación que eventualmente, la lleva a una espiral de muerte y secretos que el hombre, ocultaba en una casa que construía.

Horror psicológico hecho con gran manufactura que exige al espectador estar al pendiente de cada detalle. El eje principal es la actuación de Hall, una estupenda representación del duelo, sin caer en dramatismos exagerados que evoluciona al rol de investigadora al borde de locura sin encontrar un sentido aparente al suicido de su esposo. Pero cuando parece tener lógica, la trama sigue su curso para darle más sorpresa; su obstáculo a la verdad es un laberinto, la metáfora preferida de su difunto. Es una mujer inteligente sin temor a sucumbir ante su propia curiosidad. Es más un trabajo de enigmas que de sustos. Una joya.

Precisamente estos giros lo vuelven una experiencia única pues no se limita a este planteamiento onírico visto en sus primeros minutos, sino que conecta bien el drama y sus posteriores elementos paranormales. Sin dar demasiado detalle del tercer acto, adopta la figura del doppelgänger, el escenario de tener un doble con intenciones negativas para afectar la realidad de nuestro protagonista. Aunque Stacy Martin, actriz que desencadena esto aparenta una imagen inocente, oculta una amenaza más grande. Sin embargo, esto conlleva al gran problema del filme: no tener una idea de como cerrar.

“¿Neta?”, es el coloquial grito sonoro que expresa la sala al ver como luce improvisado. Conforme avanzan los últimos minutos, la extrañeza se vuelve inverosímil por la cantidad de nuevos temas que son introducidos en la recta final para justificar la conclusión. A diferencia de otras películas que se extienden en un epílogo innecesario, aquí es lo precipitado de la situación, la cual venía de un excelente clímax, lo que arruina el trabajo. Es frustrante, ver el tremendo esfuerzo actoral de Hall, comprometida a sumirse en los horrores, de la fotografía llena de claroscuros y el tétrico diseño sonoro irse a la borda por esto.

Algo que tampoco fue aprovechado del todo fue el uso de los personajes secundarios y su peso hacia la conclusión. La amiga, interpretada por Sarah Goldberg, queda relegada al soporte genérico mientras que el vecino de Beth, termina como una sombra más en la soledad del bosque donde habita la mujer (¿por qué los gringos amarán hacer sus casas en medio de la nada?). Lo peor: dejaron una subtrama de magia negra suelta, ahí como mero ornamento que alimenta los pretextos del final.

Conclusión

Al final La Casa Oscura queda mermada por está última parte. Excelente en toda área hasta que llegamos a esto. Y es triste, pues la recomendación termina en precaución. A menos que no tengas problema con la melcocha como solución a los problemas, adelante. El resto puede esperar a que llegue en streaming.

Como acotación final, es excitante que a pesar de la compra del Ratón Miguel a Fox, puedan seguir en pie esta clase de proyectos bajo su ojo dominante.