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Los mejores 30 discos de rock de 1992
¿Qué sonaba en nuestros walkman en 1992 mientras jugábamos Game Boy?
Por Andre Dulche & Mario Valencia
Oh, 1992, que año tan bello fuiste. Tuvimos los Juegos Olímpicos en Barcelona donde por supuesto, México volvió con una sola medallota de plata. En el cine, Sharon Stone cruzaba las piernas de forma provocativa en Bajos instintos, Robin Williams le daba voz y personalidad a un simpático genio azul en Aladdin, Gary Oldman era un Drácula de lo más fresco (salvo cuando usaba su peluca blanca, claro) y la secuela de Batman por Tim Burton, se alzaba como la película más taquillera del año.
Doce meses donde también vimos al León conseguir su quinta estrella ante el Puebla, a Bill Clinton ganar la presidencia en Estados Unidos terminando más de una década de gobiernos republicanos, cientos de controles de Super Nintendo rotos por la llegada de Street Fighter II a la consola mientras en las maquinitas, Mortal Kombat escandalizó a toda una generación e inició una nueva era de violencia en los videojuegos. Para cerrar, el 17 de diciembre, Salinas firmó el Tratado de Libre Comercio con importantes consecuencias en nuestro país.
Pero más allá del pequeño almanaque ilustrado de la introducción, aquí en Pólvora vamos de lleno a la música. ¿Cuáles fueron los discos más importantes de aquel año? Acompáñanos al Honda Accord del recuerdo y checa nuestros mejores 30 discos de rock de 1992.
Y sí, sabemos que incluimos más géneros que el rock en el conteo… Pero no nos vas a acusar con la policía cibernética, ¿o sí?
Los mejores 30 discos de rock de 1992
ALICE IN CHAINS – DIRT
El lado oscuro del ser humano, uno lleno de enojo, depresión, frustración aunado a un coctel de drogas sobre Layne Staley tenemos en Dirt uno de los mejores discos de la década. Alice In Chains siendo parte de la escena de Seattle pero más inclinados al heavy metal dieron un paso gigante con este segundo material. Colocando todos sus cuatro sencillos (con sus respectivos videos) en el top de los headbangers.
La voz de Staley sonaba brutal, en agonía y con tonos que pocos lograrían llegar en temas como “Rooster”, “Would?”, “Them Bones” y “Angry Chair” pero también, una cadencia y suavidad junto a Jerry Cantrell en “Down In A Hole”. Sería el último con Mike Starr en la batería.
BEASTIE BOYS – CHECK YOUR HEAD
Otra banda que llegaba a su tercer disco, el cual se dice es el que dictará el camino a seguir más adelante y donde encontraron su sonido. Así pasó con los Beastie Boys, que le entraron a tocar los instrumentos y no depender tanto de un sample como en los dos anteriores.
Como es costumbre, está plagado de cosas cotidianas y cultura pop de esos años y a pesar de que no es el más famoso de ellos, es de los más queridos por sus fans de la vieja escuela. Aquí los singles fueron “Pass The Mic”, “So What’cha Want”, “Jimmy James”, “Gratitude” y “Professor Booty”.
BLIND MELON – BLIND MELON
Una joya poco valorada (de hecho, como todo lo creado por la banda), a pesar de ser conocido por la portada de la ‘abejita’ que venía acompañada de “No Rain”. Los de California traían un espíritu viejo, setentero dentro de sus venas, muy hippie para la escena y Shannon Hoon era el ejemplo perfecto de esto.
Su voz era muy distintiva, suave, psicodélica y hipnotizante que no necesitaba de muchos ganchos en sus canciones para atraer tu atención, caso de “Change”, “Soak The Sin” (un muy buen funk) y “Tones Of Home” (muy sureña a la Lynyrd Skynyrd). Curiosamente, no pudieron hacer gira de promoción ya que Hoon tenía muchos problemas con las drogas y el disco no vendió hasta un año después, cuando salió el video a “No Rain”.
BODY COUNT – BODY COUNT
“¿Esos negros qué?”, farfullaban en comentarios varias personas cuando Body Count, ganó el Grammy a mejor canción de metal el año pasado. Pues esta banda, comandada por Ice T, ha hecho más por la trasgresión del género que las 40 mil bandillas de death genérico que pululan hasta por debajo de las piedras. Y todo comenzó aquí, con un disco lleno de polémica gracias al himno “Cop Killer”.
Cuando el sencillo se hizo escuchar, fue un escándalo en Estados Unidos. Aunque para Ice T es una crítica clara al sistema, las autoridades lo tomaron como un llamado a la violencia. El mismo presidente Bush hizo un llamado para que la canción, no se distribuyera de forma alguna, amenaza que Warner Bros. tuvo que tomarse en serio y reeditar el álbum.
En este momento de la vida, la única banda de metal afroamericana era Living Colour y muy pocos artistas negros habían obtenido reconocimiento en el rock. Por lo que de inmediato, más que hacer la relación al heavy metal clásico, la prensa sigue intentando catalogar a la banda como rap metal. Dicha descripción es totalmente errónea: no hay rap en su discografía. Ice T separó su carrera en el hip hop para darnos una banda de heavy metal clásico apoyado por el virtuosismo del guitarrista Ernie C.
El conflicto que expone previo al tema “KKK Bitch” es la realidad detrás de tanta negativa: “El problema no son las letras del disco, es el miedo de que a los chicos blancos les guste un artista negro“. El resto del disco lanza varias proclamas similares sobre la situación afroamericana que incomoda a todo el mundo, como aquella que dice “hay más jóvenes negros en la cárcel que en la universidad”.
Aún hay mucha gente que sigue sin entender de que trata Body Count pero es una banda que una vez te adentres a su sonido e ideología, amarás.
Los tracks joyita: “KKK Bitch”, “Voodoo” y “Cop Killer”.
BON JOVI – KEEP THE FAITH
En muchos sentidos, Keep the Faith es un disco muy simbólico para la banda. Tuvieron que pasar cuatro años para que Bon Jovi, lanzara el sucesor de una placa tan emblemática, con casi 10 millones de copias vendidas como fue New Jersey. No solo eso: la popularidad del glam metal reventó ante las garras del grunge y los grupos ochenteros quedaron estancados, sin rumbo aparente. Incluso Jon lucía más cómodo por su cuenta después de lanzar el exitoso soundtrack de Jóvenes Pistoleros II.
Pero la banda volvió y en lugar de replicar los sonidos de moda, fueron fieles a sus raíces y nos entregaron una evolución natural de lo escuchado en 1988. Tal cual, mantuvieron la fe de continuar los logros y lo consiguieron. Un pop rock accesible que de repente, da paso a un virtuoso hard rock con “Dry Country”, aunque sin caer en pretensiones tipo Guns N’ Roses.
Por supuesto, contó con dos hitazos del quinteto: “Keep The Faith” (co escrita por su compositor de cabecera, Desmond Child) y “Bed of Roses”, que aunque se haya convertido en una especie de himno para las señoras locochonas, aún nos emociona cuando la ponen en Universal. Excepto cuando la canta en español, verdad…
Este fue el último material lanzado con la alineación original tras la salida del bajista Alec John Such dos años después y siendo realistas, Bon Jovi jamás volvió a estos niveles de grandeza que se permitía tener. No por nada está en nuestra lista de los mejores 30 discos de rock 1992.
Los tracks joyita: “Keep The Faith”, “Blame It On The Love Of Rock and Roll” y “Dry Country”.
THE CURE – WISH
Por inverosímil que suene la comparación, estamos ante un caso similar al de Bon Jovi. ¿Cómo diablos podría The Cure superar su disco anterior en una época donde los sonidos oscuros y el new wave habían pasado de moda? Más cuando estamos ante otra obra maestra como lo fue Disintegration.
Para la banda de Robert Smith no le fue nada complicado adaptar la atmósfera gótica ante los acordes alternativos que imperaban en el año y ante gran beneplácito de los fans, Wish es, hasta la fecha, su disco más exitoso tras debutar en el #1 de Inglaterra y el #2 en Billboard.
Estamos ante otro caso de honestidad, sin pretender subirse por completo a las tendencias. “Open” bien pudo ser un track denso incluido en Faith y “A Letter to Elise”, del Kiss Me Kiss Me Kiss Me. Pero la que seguro se lleva las palmas para muchos es el hit “Friday I’m In Love”, uno de los temas más queridos y dedicados. Es una mezcla impresionante de todo lo conseguido hasta la fecha, reafirmando la devoción de millones en el mundo.
Sería gracias a este álbum que The Cure, un 16 de junio de 1992, se presentó por primera vez en México para un recital en el Estadio Universitario de Monterrey.
Los tracks joyita: “To Wish Impossible Things”, “From the Edge of the Deep Green Sea” y “Open”.
DR. DRE – THE CHRONIC
“Welcome to Death Row”, una amenaza muy concisa que lanzó Dr. Dre en su debut solista tras la conflictiva disolución de los N.W.A. por cuestiones monetarias. Así inició la historia no solo de la carrera en solitario del productor de rap más importante del género, sino de uno de un sello que marcó el rumbo de como sería el gangsta rap en adelante.
Es la unión perfecta entre las morbosas disputas con otros cantantes (dígase sobre todo Easy-E) de quien le echa más suadero a sus tacos y el grito ante las injusticias de las autoridades estadounidenses contra los afroamericanos en un año marcado por la violencia de los disturbios en Los Ángeles tras el juicio del abuso policiaco contra Rodney King, a quien se le dedica el tema “The Day The Niggaz Took Over”.
No solo en las letras de Dre se encuentra el gran valor de su obra. El hombre debe ser el melómano más grande que haya pisado la faz de la Tierra, pues en cada tema, sorprende la variedad de sampleos utilizados; desde James Brown, Funkadelic e Isaac Hayes, tan solo escuchen “Lyrical Gangbang” y se llevarán una Zeppelinesca sorpresa.
Por si todo esto fuera poco, The Chronic sirvió como plataforma para traernos a uno de los personajes más simpáticos del hip hop: Snoop Dogg, su protegido que aparece en casi todas las canciones. Una joya.
Los tracks joyita: “Nuthin’ But A G Thang”, “Let Me Ride” y “Lil’ Ghetto Boy”.
FAITH NO MORE – ANGEL DUST
Para estos años, Faith No More ya habría tenido un éxito rotundo con The Real Life, el primero con Mike Patton en las voces y que seguía con el funk metal de We Care A Lot, sin embargo, ahora Patton tomó las riendas de letras y estilo del disco. Uno que es totalmente ecléctico, logrando brutalidad y demencia en “Caffeine” y “Land Of Sunshine”, un tono más lounge a piano con “RV”, lo marcial en “Crack Hitler” y algo más de estadio con “Be Agressive”.
Con “Midlife Crisis” tuvieron el número 1 en listas de rock alternativo y que mezcla el metal, el funk y donde Patton habla sobre Madonna y lo harto que estaba de verla en televisión, radio y periódicos.
KYUSS – BLUES FOR THE RED SUN
John Garcia, Josh Homme, Nick Olivieri y Brant Bjork, un cuarteto demasiado representativo para los inicios del stoner rock al sur de California. Con Blues For the Red Sky, título tomado del Cosmos de Carl Sagan, Kyuss retomó el sonido que para el mainstream, había quedado olvidado en los 70. Los riffs densos y distorsionados de Sabbath y Blue Cheer, más la actitud de Black Flag en la era My War dieron como resultado esta leyenda de culto.
No era pomposidad glam ni existencialismo grunge, es rock en su estado más puro; “música para manejar por el desierto”. Es imposible no transportarse a la vibra californiana al escuchar esa distorsión tan retro, los coros pegadizos y esos solos que sin ser épicas de virtuosismo, son herencia de grandes como Hendrix.
Aunque es un género que sigue sin encontrar la atención de un público masivo, si hay una horda fiel de seguidores que aprecian esta vuelta al pasado. Toda la generación del festival Hipnosis le debe su existencia a este álbum.
Lástima que la relación entre los cuatro esté tan deteriorada y solo se comuniquen a través de demandas. Igual el karma ya le llegó a Josh Homme, verdad… Si alguna vez han visto que miles siempre aclaman por una reunión, escuchen este disco para entender la devoción.
Los tracks joyita: “Green Machine”, “50 Million Year Trip” y “Writhe”.
L7 – BRICKS ARE HEAVY
Siguiendo esta línea del grunge de la ciudad de la lluvia, encontramos a L7 con Donita Sparks como líder de la banda y quien era la reina entre un mundo de hombres. Lo que ella quería lo conseguía y con ello llegó Butch Vig a sus vidas, baterista de Garbage y productor del Nevermind de Nirvana quien tomó las riendas de la banda para este álbum.
Dejando un poco lo crudo y la producción más cuidada, este tercer disco tuvo en “Pretend That We’re Dead” su mayor éxito. Sin embargo, no fue el disco más vendido de ellas ya que sus fans en esos años sintieron que querían hacerse más ‘comerciales’ y menos punks. Sus otros dos sencillos fueron “Everglade” y “Monster”.
MEGADETH – COUNTDOWN TO EXTINCTION
Megadeth… Aguante Megadeth… Con el quinto disco del colorado Mustaine tras salir de Metallica, alcanzó lo que sus rivales consiguieron antes: el reconocimiento a nivel mundial.
Salir un poco del thrash clásico e ir al hard rock fue la clave, un Mustaine que sonaba más confiado. Así pudo componer “Symphony For Destruction” dirigida a George H. Bush y su gobierno; “Sweating Bullets” con todo y su video de personalidad múltiple; hacer un poco de conciencia con “Countdown To Extinction” y “Psychotron”, influenciado por el personaje de Marvel llamado Deathlok, The Demolisher.
MINISTRY – PSALM 69
Mucho se habla de como el grunge y el rock alternativo eran los reyes a inicios de los 90. Pero vengo en este párrafo a protestar a favor de un mayor reconocimiento al boom del metal industrial en esta época. Y de la misma forma en la que amo a Trent Reznor, no olvidemos que el verdadero héroe de todo esto es Al Jourgensen.
Atrás, muy atrás, había dejado la imposición de la disquera de ser una competencia para Depeche Mode. No tardó en encontrar en la oscuridad, un refugio que explotó más allá de lo electrónico y adentró a terrenos pesados. Podría decirse que además del clima político, un soundtrack para la era H. Bush, también tuvo a su musa en las cantidades bestiales de heroína consumida durante la grabación de Psalm 69. Pero la experiencia aquí plasmada, es algo único.
Nada en todo el género industrial supera la calidad de sus sampleos, los breaks, los riffs, la voz robotizada y en especial la actitud, amplia en crítica hacia una sociedad futura a caer al abismo (de igual forma, inspirado por los versos de Aleister Crowley) convirtieron a Ministry en un ícono del pesimismo estadounidense.
Los tracks joyita: “Jesus Built My Hotrod”, “Just One Fix” y “Corrosion”.
PANTERA – VULGAR DISPLAY OF POWER
Sin titubeos, directo como el maldito puño en la portada y el título tomado de un diálogo de El Exorcista: este fue el álbum de metal más importante de 1992. Una vez superado el impacto de Cowboys From Hell, los hijos pródigos de Texas solo podían seguir elevando su fama y vaya que lo consiguieron con esta placa.
Vulgar Display of Power es Pantera en su punto máximo. Agresivo, enojados con la vida a través de sus letras que además, le dieron una identidad a millones de metaleros en busca de la catarsis perfecta. Inicia de inmediato como una patada con “Mouth for War”, sin intros pretenciosas como el 90% de las bandas que le siguieron. Siempre he creído que los versos iniciales de “Rise” describen este disco a la perfección: “We’ve got no time to lose, your news is old news. Hate this, hate me, hate this“.
Dimebag creó los riffs definitivos de la era, un groove metal que crearía toda una escuela con la llamada New Wave of American Heavy Metal. Más allá de la brutalidad, se dan el tiempo de seguir la línea melancólica de “Cemetary Gates” con piezas como “Hollow” y “This Love”. Es un trabajo de lo más completo.
Tantos recuerdos que se me vienen a la mente con este disco: borracheras de preparatoria, viajes en camiones aleatorios donde mis amigos y yo, poníamos una pequeña bocina de pilas doble AA para cantar a todo pulmón “This Love”, ver por primera vez El día de la bestia y escuchar “By Demons Be Driven”… Ya acabaré esta entrada antes de que escurran lágrimas adolescentes por mis ojos.
Los tracks joyita: “Fucking Hostile”, “Walk” y “Hollow”.
PJ HARVEY – DRY
En varias ocasiones, PJ Harvey ha asegurado que grabó este disco creyendo que sería el último que haría… Aunque se haya tratado del primero. Esa pasión se nota en cada canción, tan distintas entre si, llenas de un alma punk heredera de Patti Smith pero a la vez, con un sonido inclasificable. ¿Alternativo, blues, punk y una sana dosis pop? ¡Adelante!
Bajo una genial carta de presentación como “Sheela Na Gig”, la británica dio inicio a una de las figuras más importantes de la música alternativa. Acordes simples pero honestos, finales abruptos, una producción un tanto lo fi (“Hair” suena como si hubiese sido grabada en su habitación) y una voz que sin ser la más virtuosa, sabe mover al espectador con sus juguetones cambios. Es el espectáculo de un blues contemporáneo adaptado para una generación joven.
Así como Kim Gordon y Beth Gibbons, la Historia debe favorecer a Polly Jean Harvey como una de las mujeres más importantes de la escena, pues gracias a ella salieron infinidad de artistas influenciadas por su obra y vibra.
A partir de aquí, el resto de la década solo fue bonanza para Harvey, con discos igual de aclamados y vendidos como To Bring You My Love y Rid of Me.
Los tracks joyita: “O Stella”, “Victory” y “Hair”.
R.E.M. – AUTOMATIC FOR THE PEOPLE
La banda liderada por Michael Stipe estaba gozando de su mayor éxito a todos niveles gracias al disco anterior, Out Of Time. Así que las expectativas sobre esta nueva placa eran enormes, muchos esperaban la nueva “Losing My Religion”, pero lo que encontraron es algo totalmente diferente. Un disco más oscuro, inspirado en la oscuridad de la pérdida, el dolor a varios niveles.
Sin embargo, no carece de calidad y también fue muy exitoso, mucho de este logro fue gracias a la balada “Everybody Hurts” y a “Drive”, un tema lento, cautivante a ritmo del tic toc. Aunadas a “The Sidewinder Sleeps Tonite” y “Nightswimming”, tenemos cuatro canciones que tienen la participación de John Paul Jones de Led Zeppelin.
RAGE AGAINST THE MACHINE – RAGE AGAINST THE MACHINE
En los 90, la Generación X buscaba a como de lugar la trasgresión, rebelarse ante un sistema obsoleto para las necesidades y creencias modernas. Para darle una voz a toda la inconformidad, llegó Rage Against The Machine, un cuarteto que de entrada, mezcló dos géneros que poco se llevan bien (por culpa de los puristas trve): el rap y el metal.
Aunque la fusión no era nueva, el resultado, agresivo y contestatario, sí lo fue. Ya no era el experimento chistoso, era un asunto serio. Desde la portada, una de las fotografías más famosas de la Historia: la auto inmolación del monje budista Thích Quảng Đức en protesta por la represión religiosa en Vietnam, estamos ante una obra quintaesencia de la década.
Tom Morello revitalizó la forma de tocar la guitarra, el bajo de Tim Commerford le dio una vibra funk que sería imitada por todas las bandas del nu metal y las letras de Zach de la Rocha, son la explosiva proclama en medio de una nueva guerra que los estadounidenses, no pidieron… Y que claro, también fue un vil fracaso.
¿Es irónico que un grupo anti capitalista haya entrado al top 200 de Billboard? Tal vez, pero recordemos que este era el consuelo que buscaba una juventud enojada ante la falta de oportunidades que hasta ahora, se siguen sintiendo. RATM nos enseñó a no ser conformistas y es una lección que no debemos olvidar. El metal no volvió a ser igual después de ellos. Un importante entre los mejores 30 discos de rock de 1992.
Los tracks joyita: “Take the Power Back”, “Killin’ in the Name Of” y “Know Your Enemy”.
STONE TEMPLE PILOTS – CORE
La escena de Seattle estaba emergiendo con una fuerza brutal, el grunge estaba asesinando al Glam Metal ochentero a pasos agigantados y una banda pilar en ello fue Stone Temple Pilots, quien mostraba a un vocalista seductor, extrovertido de cabello rojo llamado Scott Weiland. El resto es historia con ellos.
Core es el disco debut de la banda que contiene temas directos, pesados, otros suaves y cadenciosos, con un toque sureño y una alta dosis de liberación en sus letras. Un disco que para muchos es el mejor, otros dicrán es Purple, pero con temas como “Creep”, “Wicked Garden”, “Dead & Bloated”, “Sex Type Thing” o “Crackerman” es sin duda, un contendiente a mejor disco de una generación (en calidad, no en fama).
WHITE ZOMBIE – LA SEXORCISTO: DEVIL MUSIC VOLUME ONE
Después de dos intentos en el mundo noise, White Zombie lograría afianzar su sonido de heavy metal con el groove setentero, siendo rudos pero bailables a la vez. Este es el punto más alto de la primera banda de Rob Zombie, donde lograron gran rotación en el antiguo y buen MTV, en especial con “Thunderkiss ‘65” y “Black Sunshine”, donde colabora Iggy Pop en sus partes habladas.
Este disco le sirvió a White Zombie para colarse a las grandes ligas y abrirle giras a Danzig, Testament, Pantera y Anthrax. De hecho, este sonido no salió de Rob hasta la fecha, donde sigue tocando algunas canciones en vivo.
Los mejores discos del rock latinoamericano de 1992
¿Creían que nos habíamos olvidado de todo el material producido en nuestra bella región? Déjate llevar por la nostalgia del ’92 con los siguientes títulos.
BANDA BOSTIK – DEL BARRIO
De Tlanepantla para el mundo, la Bostik siguió su excelente paso rocanrolero con este material donde se siguieron desprendiendo más hits de su cancionero como “Jesús de Nazareth” y “Juan sin miedo”.
Es fácil para la mayoría englobar al rock urbano como “el sonido corriente de la periferia” pero el Guadaña y compañía conocen el rock mejor que nadie. No solo eso sino como gran parte de las bandas del género, fungen como los cronistas populares a los que las nuevas generaciones, deben acudir para entender como era la vida en los barrios a inicios de los 90. Ahí tenemos “Ladrón del barrio” y “La calle y yo”, junto a su cariñoso homenaje a Alex Lora en “Una leyenda viviente”.
No solo escuchamos las habituales armónicas de blues y los teclados festivos sacados del sur estadounidense, Del Barrio nos muestra una cara más pesada del grupo en “¿Por qué?” y unos guiños gospel en “Jesús de Nazareth”.
Además, ¿no aman el sutil homenaje a Lennon en la portada?
Los tracks joyita: “¿Por qué?”, “Así está bien” y “Juan sin miedo”.
CAFÉ TACVBA – CAFÉ TACVBA
En estos años el nombre de la banda llevaba la letra ‘u’ en Tacuba. Salidos de Cd. Satélite, Joselo, Meme, Quique y Pinche Juan mostraban un rock influenciado por Botellita de Jeréz. Uno muy nacional, que juega con diferentes ritmos y alegorías mexicanas como “Las Batallas”, inspirada en la obra de Carlos Fuentes o el homenaje a “Rarotonga”, una historieta de los años 50.
Su talento, desfachatez por parte de su vocalista, pero también timidez del grupo fuera del escenario hizo clic inmediato con la gente. En unos años donde era odiado ver un rockero en la televisión, esto no cobró factura con ellos al estar en Siempre En Domingo ni con Paco Stanley. Una banda que siempre tuvo el apoyo de su disquera y que nos deja buenas rolas como “Labios Jaguar”, “Chica Banda” y Bar Tacuba”.
CAIFANES – EL SILENCIO
Estamos ante una de las placas más importantes en la Historia del rock mexicano. Es fácil olvidarlo cuando la gran mayoría de los temas incluidos, han pasado a formar parte del cancionero de “peda de vaso rojo”. Pero no es en vano que “Nubes”, “No dejes que…” y “Para que no digas que no pienso en ti”, sean parte indispensable de nuestra cultura.
Producido por el maestro Adrian Belew, otrora guitarrista de King Crimson, fue un paso adelante en las composiciones de Marcovich y Saúl. Mientras que en El diablito afianzaron sus coqueteos con los ritmos latinos, aquí logran implementarlos entre tesituras de un rock más clásico y sus odas Curescas para lograr lo que pocas bandas: tener una personalidad.
No hay mejor logro de esta fusión que “Piedra”, track donde predominan los teclados a cada instante hasta que los solos de guitarra, cortesía de Belew, llegan en la parte media. Al final, los alientos cierran en un momento de regional mexicano que por más imitado, no ha logrado sentirse tan orgánico como aquí.
Gracias a El Silencio, Caifanes no solo fue la primer banda nacional en llenar el Palacio de los Deportes, también lograron llenar el Hollywood Palladium en Los Ángeles durante su primera gira en Estados Unidos. Fueron un gran suceso en este tiempo y eso siempre debe de reconocérselos, sin pensar tanto en sus rencillas.
Abrimos debate: el mejor disco en español entre los mejores 30 discos de rock de 1992.
Los track joyita: “Tortuga”, “Piedra” y “Hasta morir”.
CENOTAPH – THE GLOOMY REFLECTIONS OF OUR HIDDEN SORROWS
Muchas risas y diversión con Pimentel y El infierno de Dante pero durante esa época, hubo una banda capitalina que mereció todos los reflectores del momento: Cenotaph.
En una época donde el metal extremo nacional solía tener un enfoque demasiado político o social, Cenotaph llevó su death a un plano siniestro y existencialista. Tan solo lean las letras de “…A Red Sky” e “Infinite Meditation of an Uncertain Existence” para perder toda fe en la vida.
No solo eso con una producción envidiable para el underground mexicano, es un death metal clásico que de inmediato te hará recordar a los grandes de los 90 con sus guturales intensos pero envuelta en una atmósfera que puede ser inquietante donde ocasionalmente, se asoman los teclados (ay nanita con “Tenebrous Apparitions”) un instrumento muchas veces tachado por los trues. Oscar Clorio en la batería es un metrónomo humano, algo que dejó en claro cuando regresó la banda en 2018.
Para el anecdotario: después de este material, Daniel Corchado, voz y bajo de la banda, partió para formar parte de Incantation durante varios años. Ahí el nivel que se manejaba.
Si la vida nos lo permite, ahí estaremos en el México Metal Fest V para reventarnos como si fuera el ’92.
Los track joyita: “…A Red Sky”, “Tenebrous Apparitions” e “In The Cosmic Solitude”.
CUCA – LA INVASIÓN DE LOS BLÁTIDOS
A principios de los años 90, José Fors ya había experimentado con otras bandas como Mask y Duda Mata. Por otro lado, Carlos Avilés había estado en la banda de metal Khafra. Así que se unieron, se juntaron con Galo Ochoa que venía de Estados Unidos y el engrane final, Nacho González. Cuca hizo este primer álbum lleno de hard rock, ironía, palabras soeces que en esos años eran calificados como el mismo diablo por la liga de la buena moral.
Es un disco con grandes joyas del rock mexicano, bajo el cobijo de discos Culebra y que les dio mucho impulso a varias bandas nacionales. Cuca creo canciones que hoy en día no pueden fallar en sus shows, fiestas de vaso rojo, graduaciones y hasta bodas. Hablamos de “Cara de Pizza”, “El Son Del Dolor”, “Hijo Del Lechero”, “La Pucha Asesina” e “Implacable”; esto sin dejar de lado el “Rap De Dar” o “Que Chingaos”.
LOS FABULOSOS CADILLACS – EL LEÓN
Shh, no le digan al H. Editor de esta sacrosanta página que hablaré con fervor sobre una de sus bandas menos queridas. Pero joder, El león es una maravilla de disco que debe apreciarse al ser una de las máximas celebraciones de las corrientes sonoras de Latinoamérica.
Les tomó siete álbumes pero a la fórmula de ska, reggae y rock, llegó la influencia de todo el continente. Pasamos de la grandilocuente fiesta de “Carnaval toda la vida” y “Gitana” (que después se auto plagiaron con “La luz del ritmo”) al calipso de “Siguiendo la luna”, el regional mexicano en “Gallo rojo” (¿se acuerdan cuando Vicentico cantó junto a Intocable?), la salsa en “El crucero del amor”, balada romántica en “Venganza”, su homenaje a Rubén Blades como protesta a la dictadura en Argentina y claro, el rock más puro en “Arde Buenos Aires”.
Gran parte se lo debemos al indiscutible talento del Sr. Flavio, compositor de casi toda la placa que además, luce una geniales líneas de bajo.
Como anécdota random: cuando conocí a la banda en la preparatoria, pensaba que el disco estaba inspirado en la novela Maten al león de Ibargüengoitia (influenciado por las clases de literatura de ese momento). Leí con aún más gusto el libro pero al no encontrar a Manuel Santillán en la historia, supe que eran dos cosas distintas. Igual es una obra indispensable para leer.
Los tracks joyita: “Manuel Santillán, el león”, “Arde Buenos Aires” y “El crucero del amor”.
FITO PAEZ – EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR
Fito ya se había hecho un referente en el rock argentino, sin embargo, era un artista muy local hasta que llegó este disco. Su primer sencillo, que da nombre al disco se convirtió en su mayor éxito hasta la fecha y le dio impulso a esta larga duración donde 10 de sus 14 temas fueron sencillos. De ahí que El Amor Después Del Amor se convirtió en el disco de rock argentino más vendido en su historia por arriba de Soda Stereo.
En temas como “La Rueda Mágica” encontramos ayuda de su maestro Charly García; otro grande de la música de este país, Luis Alberto Spinetta cantando en “Pétalo de Sal” que complementan un disco que difícilmente el rosarino podrá mejorar.
JUGUETE RABIOSO – CARAS MODERNAS
Una banda hecha en México, pero con alma sudamericana, ya que Federico Bonasso y Santiago Bhem son argentino y chileno, sacaron este álbum vía Discos Rockotitlán, propiedad de Tony Méndez (Kerigma).
Es una banda que logró salir de México, llegar a USA y pegar en Sudamérica gracias a temas como “Tu Amor Mata”, “Mercenario” y “Levantaré”. Siendo su primer disco, le entraron a un estilo de rock progresivo que contrastaba con sus shows en vivo, los cuales eran muy potentes y aunque su historia fue relativamente corta, dejaron huella, logrando revivir hace unos años en el Vive Latino 2016.
LA LUPITA – PA’ SERVIR A USTED
Salidos de la Ciudad de México, otra de las bandas apoyadas por Culebra fue La Lupita. Un grupo que conjuntaba las voces de Rosa Adame y Héctor Quijada a base de temas rápidos, con sencillez y muy urbanas, eso sí sin dejar fuera el clásico de los Tigres del Norte “Contrabando Y Traición” o la bailable drag “Paquita Disco”.
Aquí las guitarras de Lino Nava (venía de la banda Raxas), la bataca de Bola Domene y el bajo de Poncho Toledo se hacen un referente del rock mexicano desde temas de pasión como “Pa’ Lariza”, la cruda potente de “Mañana De Una Noche Difícil” y las relaciones de pareja como “Qué Estás Haciendo” o “La Maraca”.
NEXT – PELEA O MUERE
Thrash metal de la vieja escuela y no perradas. Tercer placa de los oriundos de Aragón donde los hermanos Alanis y Blass al bajo, entregaron su mejor trabajo hasta la fecha.
Mientras que el thrash evolucionó gradualmente al groove u otros subgéneros en Estados Unidos para competir en popularidad, en México se seguía celebrando el estilo concebido en los 80, de doble bombo machacante, cuerdas de bajo al aire, grandes solos, una carga política y en especial, himnos para el moshpit. ¡Un caos para desatar en las pistas!
Aquí existe un disco que debió sobresalir en todo el mundo a la par de las bandas gringas y europeas. Nunca es tarde para internacionalizarse, espero lean esto.
Es una producción que al escucharla, transmite demasiada nostalgia. No solo por la calidad de la mezcla tan rudimentaria (que ojo, nada tiene que ver con la gran composición) sino por ese espíritu combativo que el metal mexicano, ha sabido transmitir desde sus años dorados. Next es el soundtrack perfecto para un sábado de Chopo que termina en buena borrachera true con amigos mientras corean “Ataque brutal”.
Los tracks joyita: “Pelea o muere”, “Tu sepulcro” y “Estás terminado”.
SANTA SABINA – SANTA SABINA
En esos años, una actriz de teatro que se llevó el reconocimiento y el amor de todos quienes se toparon con ella. Rita Guerrero irrumpía con todo Santa Sabina con una propuesta muy diferente (entre la generación Culebra) a lo que sonaba en esos años. Más teatral, pasional, con cierta locura y metáforas que no se captan a la primera escucha, pero quien conoce por primera vez “Azul Casi Morado” o “Chicles” las unirá a su soundtrack personal de por vida.
Rita mostraba un estilo de cantar muy atractivo, tonos muy operísticos, otros muy narrativos y otros dulces. Musicalmente, es complejo, con mucha presencia del bajo, del sax y piano (muchas veces olvidados en estos años) y algunas Canciones que ejemplifican esto son “No Me Alcanza El Tiempo”, “Gasto De Saliva” y “Vacío”, esta última cautivando al público oscuro / gótico de México.
SODA STEREO – DYNAMO
Con Canción Animal, Soda Stereo dejó en claro que su etapa wannabe de The Police había quedado atrás. Era momento de adaptarse a la era del rock alternativo y gracias a ello, obtuvimos algunos de sus más grandes clásicos. Pero con Dynamo, el trío argentino reafirmó esa madurez en su composición al incorporar la tendencia en Inglaterra: el shoegaze. A sus cuerpos ya no les hacía falta vitaminas, sino expandir sus horizontes.
Cerati en modo etéreo, toma elementos de My Bloody Valentine y los mezcla al sonido Soda para dar un disco único de todo el rock latinoamericano. No es azotado como sus contemporáneos europeos ni tan festivo como la generación rock en tu idioma: es el punto medio perfecto. Canciones como “Camaleón” o la experimental “Sweet Sahumerio” demuestran esa ambición que solo el paso de los años, deja
Quizá para muchos este siga siendo el álbum más incomprendido de su discografía (muy por encima de Sueño Stereo), algo evidente cuando la mayoría de los fans, solo recuerdan “Primavera 0”. Pero una vez que te clavas en cuales fueron sus influencias, amarás el rumbo atmosférico que tomó la banda. En especial hay que reconocer al buen Tweety González en los teclados, quien toma un rol imprescindible hasta el final de Soda.
No por nada, en su país natal el disco es punta de lanza para el movimiento del nuevo rock argentino. Bandas como Juana La Loca y Babasónicos le deben mucho al sonido propuesto aquí.
Los tracks joyita: “Toma la ruta”, “Primavera 0” y “Nuestra Fe”.
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