Enanitos Verdes festejaron 40 años en el Auditorio Nacional 

¿Qué son dos años de espera? Bueno, así fue la mejor forma de pensar de los fans de los Enanitos Verdes ya que este show desde el Auditorio Nacional es uno de los que tuvieron que ir recorriéndose por la pandemia.

El público veterano en su mayoría, algunas familias que han inculcado la buena música de generación en generación, esto fue una fiestera de vaso rojo.

Los Enanitos Verdes siempre van con todo en este tipo de shows, su repertorio es largo y en este caso fueron alrededor de 22 canciones, claro, tomando en cuenta que algunas son popurrís de dos a 10 rolas para que sea poco lo que quede fuera del tintero.

UNA NOCHE CUALQUIERA PARA ENANITOS VERDES

Marciano siempre agradable, el extraño de pelo largo y siempre vestido de playera negra (en este caso una del Manchester United y su juego legendario en Old Trafford de 1968), llamado Felipe Stairi en su guitarra implacable. La gente eufórica desde un inicio. Muchos de ellos ya con su playera pirata de los argentinos que compraron en los puestos ambulantes ya que dentro, no se veían puestos oficiales. 

Hablando de jugo de hits, se arrancaron con un popurrí con una decena de extractos de rolas como “Nena, no te pongas mal”, “Mujer Maravilla”, “Era un ángel”, “Esta mañana” y “Cada vez que digo adiós”.  Algo extraño ya que es poco común que los popurrís sean de apertura. 

Son 40 años de la banda, cuando llegaron a México en esa ola de rock en tu idioma de la disquera BMG y su primer hit “La muralla verde” sonaba en todos lados por ahí de 1986 y se reproducía en todas las caseteras oh enteras. Los más ‘choperos’ conseguían sus primeros discos junto a Miguel Mateos (Zaz), Spinetta, Charly García y artistas de esos años.

La algarabía ya se desató con la chaviza que tímidamente se ponía de pie con “Cordillera”. “Te pasa algo así”, fue una de las canciones que apenas aparecen en esta gira de aniversario, ya que como dice Marciano, es el momento ideal de tocar las que casi no suenan en sets. 

Se recetaron tres covers, desde el clasicazo de Los Bukis, “Tu cárcel”, con el cual cerraron hasta “Un par de palabras” de David Summers para recordar esa gira de Hombres G y Enanitos Verdes donde intercambiaban rolas y de Pancho Barraza, “Una noche cualquiera”.

Hubo pocos recuerdos en la noche, mucha gratitud. Pero uno de los recuerdos de Marciano fue al tocar “Ella”, al decir que cuando tocaron en Los Ángeles por primera vez y era un sueño cumplido, los acompañó Rubén Albarrán de Café Tacvba, quien en esos años se hacía llamar Cosme. Por ahí también de su primer disco de 1984 sonó “Abrazando Ausencias”.

A la voz de Marciano no le pasan los años y Felipe se avienta unos buenos solos de guitarra muy de heavy metal.

Un show parejo, mucho canto en especial con temas como “Francés Limón”, “No me verás”, “Guitarras Blancas”, “Por el resto”, “Amores lejanos”, “Eterna Soledad”, “Aun sigo cantando”, “Luz de día“ y obviamente, la rola de vaso rojo por excelencia y que dice ‘nena, no te peines en la cama que los viajantes se van a  atrasar’, “Lamento Boliviano”.

A diferencia de otros shows ya sea en solitario y festivales, este en especial fue para fans de hueso colorado, por los cuales son una banda de renombre en México. La gente salió contenta porque al final ¿de eso se trata, no?