La Barranca: Entre la niebla tras los tiempos oscuros

Hace más de 20 años que empezó este sueño construidos por José Manuel Aguilera llamado La Barranca.

A pesar de todo este tiempo, la banda nunca ha sido parte del mainstream, no es una que escuchen los jóvenes por moda, podríamos decir que es un gusto adquirido de generación en generación y de voz en voz, de ahí también radica su magia.

Los acordes de Aguilera son para viajar, te llevan a diferentes lados desde la realidad a la ficción, un ir y venir sin control. Sus fans, de los más apasionados y fieles, de ahí que se colgara el cartel de sold out en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México.

27 AÑOS DE LA BARRANCA

Mina & El Tigre fue quien abrió la velada, pasadas las ocho de la noche. Con una falda roja, top negro y su guitarra blanca y acompañada por una caja de ritmos, es que subió al escenario bajo luces moradas de fondo. 

La música de Mina y El Tigre es suave, los beats marcan ritmo y en algunas partes incitan a bailar. Plenamente indie pop que funcionó para relajarse. Cuatro canciones, bien puestas. 

Ocho cuarenta en punto, se apagaron las luces y salió la banda todos elegante de color negro, para arrancar con “Al final de la playa”. “Astronomía”, “El tiempo es olvido” de aquel Eclipse de Memoria donde la gente cantaba con todo ‘que quedará de mí, si hasta el sol se desintegra’.

Pasaban los temas, una banda metida en lo suyo, las luces daban tonos amarillos y azules como golpes a ritmo de la batería.

La hipnotizante “Brecha”, y fue hasta terminar esta canción que José Manuel Aguilera le hablaba aun público eufóricos, dando la bienvenida, ‘es un privilegio y un placer estar tocando para ustedes otra vez después de estos tiempos tan oscuros. Creanme es un gusto increíble poderlos ver a los ojos’.

“Malecón”, ese tema con fuerte crítica a nuestro país y que saliera en el ya lejano disco Providencia. ‘En todo este tiempo que no nos vimos se nos atravesó un disco (Entre la niebla) y no pudimos tocar nada en vivo, queremos ver como se siente‘, dando paso a “Nada tiene paz”.

Un show que a diferencia de otros como el de Auditorio BB cuando presentaron Lo Eterno careció de mucho apoyo visual, solo hubo una manta blanca tras ellos que difuminaban sin mucho éxito las luces que de pronto golpeaban muy fuerte y la gente se terminaba volteando. Claro, esto en su primera parte.

“Hasta el fin del mundo” y “Pandemonium” dedicada a la Ciudad de México porque ‘entre los zombies me siento vivo’. “Zafiro” fue de las más coreadas y la primera con juego de sombras con la manta en plena erupción instrumental. 

‘Ya nadie quiere hablar de la pandemia, estamos aquí para honrar la vida y no podemos dejar de recordar a quienes murieron’ y para ellos fue la novel “Intacta”. “Máscara de relámpago” y “Quémate lento” y un breve receso, un segundo acto de festejo. 

5 MINUTOS DE INTERMEDIO

Como show de antaño, como función de cine en los ochenta, un intermedio que parece le dijeron a la gente, evacuen el Teatro. Obviamente, se apagaron las luces y la gente en un desfile a toda velocidad de regreso por más de una rola.

Ya levantada la manta y con la portada del nuevo disco de fondo arrancó el segundo set. “Estallido interno” y “Entre la niebla I” volvieron a dar la bienvenida. 

‘Una celebración como esta tiene que ser entre amigos, nosotros, ustedes y una amiga… Cecilia Toussaint’. Así que con quien hiciera famosas canciones como “Carretera” o “Me siento bien pero me siento mal” tocaron la joya llamada “Centella”, ella como única voz. Así se siguieron el resto con “Sueño de orquídea” ya en dueto vocal y, “El alacrán”. 

Como todo festejo y honrando la historia de la banda, Chema Arreola llegó a la batería para “El fluir”, con un muy potente final. “Animal en extinción” y “La rosa”. 

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Siguiendo con los invitados fue turno de Federico Fong, uno de los más queridos por todos los fans de La Barranca. Ya con su bajo “El síndrome”, “Akumal” y “Día negro” para cerrar esta segunda parte.

Ya luego el encore con todos desbordados fue con “Cuervos” y para hacer 27 canciones por los 27 años, “Esa madrugada” y “La barranca”. 

Este fue un show de fiesta, sentirse vivo cuando más allá de una pandemia, te sientes abrumado y neceistas un respiro, eso es lo que da La Barranca.