Pólvora Live
Remind GNP: lo bueno y lo malo de la segunda edición del nostálgico festival
Nos lanzamos a la segunda edición del Remind GNP para escuchar todos los éxitos del ayer junto a Kool and the Gang y Creedence.
Antes de encerrarnos por el bicho innombrable, un nuevo festival vistió al Parque Bicentenario con algarabía y nostalgia, la opción idónea para todos los retronautas de corazón. A pesar de la calidad y la buena entrada al Remind GNP, tras la pandemia lucía complicado que se volviera a llevar a cabo. Para mi sorpresa, a inicios de año se anunció que volvería este picnic masivo a Azcapotzalco, justo la dosis de buena ondez que le faltaba ultimamente a los festivales capitalinos.
Con Revisiting Creedence y Kool & the Gang como cabezas de cartel, esto fue lo joyita y lo rancio ocurrido la noche del 22 de abril donde lo que más lució, junto a la música claro está, fueron las lindas postales avistadas entre los árboles y el baile.
“Hasta siempre a través de la música”: como llevar un festival perfecto
Nada tan reconfortante como tomar aire fresco por vez única en la semana y dejarse maravillar por el paisaje del Parque Bicentenario. De inmediato, el festival te recibía con todas las actividades que ofrece, diseñadas para la entretenimiento familiar. Cajas de bateo, maquinitas, mesas de hockey, un torneo de ping pong, ¡tanto en solo unos metros! Lo mejor es que se diseñaron de una manera que jamás sentías estar formado mucho tiempo. Y apenas era el inicio.
Al caminar unos pasos más, la propuesta culinaria que tanto se anunció apareció en elegantes stands. Por supuesto los precios eran una exageración en varios (¿100 pesos por dos tacos? Preferimos morir de hambre) pero en general, hubo más opciones de lo habitual para todos los bolsillos. Bien ahí.
A diferencia del primer GNP, esta ocasión hubo un segundo escenario con muchísimo potencial por explotar. Entre paseos, alcancé a escuchar distintas propuestas enfocadas a covers, como una agrupación de alientos interpretando los éxitos del rock en tu idioma o una chica con extraordinaria voz para el soul cantando “Rock With You” de Michael Jackson. El acto estelar de dicha tarima fueron los Teen Tops y a lo largo de este apartado, no leerán otro adjetivo que el de bonito.
No saben la belleza de ver a parejas de todas las edades, abuelitos en silla de ruedas muy contentos escuchándolos. Fue de esos momentos especiales y distintos que ningún otro festival ofrece.
Por su parte, la selección en español no pudo ser mejor y ahí, la nostalgia si me atacó gacho. ¡Cómo no! Las canciones de La Ley fueron el hit cuando era niño y las de La Gusana Ciega, acompañaron mi adolescencia.
Primero, Daniel, Germán y Lu tomaron el escenario principal. “Vivir así, es morir de amor”, “1987”, “Entra en el agua”, “San Miguel”, “Tornasol”, Pasiflorine”, puro éxito del recuerdo. Ellos también aprovecharon para vivir su momento Remind con una versión del “Hey!” de Julio Iglesias y un cierre con “Yes Sir, I can Boogie” donde el vocalista, arrancó suspiros al quitarse el chaleco y bailar un fragmento de “Billie Jean” que interpretó a la Michael Jackson. Hermoso.
Después de un excelente espectáculo de bailarines y porristas a ritmo de Queen, Beto Cuevas fue el siguiente al escenario. Honestamente, pensé que sería un recital con temas en solitario, desconocidos para mi. Por fortuna en cuanto arrancó con “Día cero”, el resto fue un recorrido familiar junto a “Animal”, “Tejedores de ilusión”, “El Duelo”, “Delirando”, “Paraíso”, “Mentira” y “Aquí”. Además, aprovechó para estrenar un nuevo tema “Todo está perfecto”, bastante joya. “Hasta siempre a través de la música”, dijo al despedirse. Toda una sorpresa ver que Beto conserva muy bien su voz.
El Remind GNP siguió su curso con una ligera llovizna para los Gipsy Kings. Impresionante cantidad de fanáticos que reunió para zapatear las canciones que seguramente, muchos hemos escuchado en cine y TV. La ejecución de los músicos es excelente, de lo mejor de la guitarra flamenca que pueda existir. Y sí, obvio nos sentimos Brendan Fraser narco cuando tocaron “Bamboleó”.
Lo mejor de la noche llegó junto a Kool & the Gang. La pantalla central encendió con varios mensajes: “Tocamos en todo el mundo y ahora… ¡Parque Bicentenario, México!”. Casi suelto la lágrima cuando le siguió una presentación con los posters de películas, series y videojuegos donde aparece su música y en toda su gloria, salió la portada del Grand Theft Auto: San Andreas. ¡Cómo no acordarse de todas las citas del CJ llevando a bailar a sus chamaconas con “Hollywood Swinging” de fondo!
Ahí aparecieron, los pupilos de Robert Bell y su brutal bajo funky, para tremenda fiesta que prende toda pista de baile. Junto a mi, una señora con una bandana bailó todas, del “Fresh”, “Ladies Night” y “Jungle Boogie”, hasta el “Celebration” como si estuviese en Fiebre de sábado por la noche. Fue bello.
Al terminar, junto a la luna menguante, se elevaron decenas de drones para un genial espectáculo de luces donde formaban. Estábamos ante el choque de pasado y futuro en escasos segundos de conquista en el cielo.
Remind GNP fue de lo más lindo, ameno y único. No existe otra oferta familiar así, donde los tíos lucieron sus mejores chistes (vaya que me tocaron algunos) y todos se unan en una sola sonrisa. Jamás olvidaré como entre bandas, las bocinas sonaban los clásicos que todos conocemos por Universal Stereo y no había una sola alma que no cantara “Cuartos Cuadrados” o “Le diste un mal nombre al amor”. Es tan raro ir a un festival y no sentir tensión por los tiempos o enojos de algún tipo. Pura buena vibra que tanta falta hace.
Lo malo del Remind GNP
Seré sincero con ustedes: moralmente, no fui fan de que el headliner del Remind GNP hubiese sido un tributo, más aún cuando intentan a como de lugar legitimarse como los herederos del legado Creedence Clearwater Revival. En pleno 2023 cuando al fin, John Fogerty logró recuperar los derechos de sus canciones, ver a la banda de covers, ya ni siquiera con Stu Cook ni Doug Clifford, resultó ser algo triste.
No niego el esfuerzo de sus músicos pero vaya, el cantante no logra un tono familiar como los que incluso, John Tristao conseguía en la época de Revisited.
Sé que los párrafos anteriores poco importarán a toda la gente que los coreó y bailó con gusto desde el primer acorde de “Green River” aunque era un comentario que debía compartir.
Fuera de ello, lo único malo es la perrada de insistir en usar la maldita pulsera cashless. Ya basta, a nadie le gusta, no es nada práctico y sabemos que nuestros sobrantes, los van a jinetear durante meses. ¿De qué manera entenderán que no las queremos?