Festival Sonoramex, una gran fusión musical entre México y España

Cerca de cinco mil personas, cifra proporcionada por los organizadores del evento, se reunieron en el Parque Bicentenario de la CDMX para retar las inclemencias del sol y el viento en el primer Festival Sonoramex Ribera del Duero, donde la experiencia de la degustación de vino y cerveza se juntó con la música de bandas españolas como Los Invaders, Kitai, Dorian y Arde Bogotá hasta la representación estelar mexicana con Porter y La Gusana Ciega.

Un caluroso inicio para el Sonoramex

Con la cita de apertura para la celebración del medio día, el sol caía sobre los dos escenarios de Castilla y Leon, bautizados así por la región de la que viene el festival, provocando que pocos asistentes llegaran a la cita temprana. Asimismo, el Festival Sonoramex presentó ciertos cambios en el orden de los invitados que anunciaron, poniendo a Disco Bahía, uno de los más esperados por varios, como los terceros a subir a escena.

A pesar de ello, tres actos dieron de qué hablar muy temprano en la fiesta musical méxico española. La primera fue Rocío Saiz, quien vestida toda de blanco y con su “marido” en el escenario contagiaron a los escasos presentes que no dudaron en bailar y jugar con el par de globos que la banda lanzó hacia el público. “Teníamos más pero somos pocos, así que nos guardamos el resto”, bromeó la entusiasmada y sonrojada cantante que también padecía los estragos del calor.

Otra banda que sorprendió a varios con su poderoso rock fue Kitai, cuyo ritmo casi reminiscente de las épocas del happy punk contagió también a los asistentes, que poco a poco llegaban y buscaban sombra, cerveza y litros de bloqueador solar para aguantar el infame sol que afectaba también a las bandas pero que jamás amedrentó lo suficiente para no dejar de bailar y vivir el buen ritmo de las propuestas presentadas. Con rolas como Todo me da Igual, los oriundos de Madrid convencieron a los presentes.

Pero fueron Los Invaders los que, a pesar de ciertas fallas al inicio con su equipo de sonido, supieron prender a todos sin importar el sofocante calor o el sudor. Gracias a su onda retro en su introducción y sus temas del autodenominado ‘rock espacial’, además de contar con la carismática Sofía Comas como su invitada estelar, que supieron conectar con la audiencia. “Sois la mayoría vírgenes“, decía el vocalista al público que los escuchaba por primera vez, por lo que ofrecieron un gran setlist que incluyó un breve canto de House of the Rising Sun por Comas.

Bienvenida la tarde, entre un café y una luciérnaga

Mientras el astro rey caía en el ocaso, el espectáculo no paraba en los escenarios Castilla y Rey, mismos que estaban uno al costado del otro y facilitaban el traslado de la fanaticada de un lado a otro pero que presentaban el reto de esperar a que una banda terminara para que la otra comenzara su set, algo que provocó ligeros retrasos en los horarios un par de ocasiones. Pero el Sonoramex seguía firme cuando la resolana solar bajaba gracias a los suaves ritmos de Gara Durán, que le puso calma a la locura para sentir las baladas de esta talentosa artista.

Luego siguió la sorpresa de Rufus T. Firefly, cuya gran alineación y esa onda retro de rock alternativo conquisto a la gente, que ya para estos momentos comenzaba a ser más, llenando el panorama del primer escenario mientras los oriundos de Aranjuez continuaban con esta fiesta que buscaba presentar a todas estas bandas españolas a un público que no las conoce del todo, logrando ese objetivo mientras la “luciérnaga” de esta agrupación brillaba con potencia.

Sin embargo, llegaba la hora de algo clásico, un momento para el café. Fue así que los hermanos Manuel, Óscar y Raúl sacaron lo mejor de su repertorio para que Café Quijano tuviera un gran momento de gloria que servía de preámbulo para lo mejor del cartel del primer Festival Sonoramex. Con temas como Robarle Tiempo al Tiempo y su gran éxito, La Lola, los oriundos de León, España pondrían a bailar a toda clase de público, desde jóvenes hasta más veteranos.

La noche de vientos violentos y buena música

Por fin caía la noche pero cuando parecía que el clima iba a ser más tolerante con los presentes, el viento comenzó a soplar de fuerte manera, haciendo tambalear las luces y bocinas de ambos escenarios, incluso casi llevándose de por medio una carpa de producción así como un pequeño incidente con la zona de prensa. Pero ni eso paró el entusiasmo y buena vibra del Sonoramex, que ante el súbito apagón de las zonas circundantes al Parque Bicentenario, encontró la luz con la buena música y la emoción de la gente que, ahora si, llenaba el lugar.

Tres de las bandas más esperadas del día llegaban para que esta primera edición siguiera con vida, comenzando con Dorian, los catalanes que son ya viejos conocidos de los mexicanos que, con su mezcla de new wave, música electrónica y rock indie, crearon una tremenda sinergia con el público que contaba con una combinación de españoles y nacionales que disfrutaron cada una de las baladas de la agrupación mientras Marc Gili y Belly Hernández ponían a todos a bailar y brincar mientras la banda abogaba “por la libertad de que cada quien haga lo que quiera de su puta vida“, además de anuncia que se viene nuevo álbum en otoño.

Complementando el manjar estelar de música española, Shinova, banda que ha tenido que evolucionar experimentando con diversos géneros musicales, desde el metal y el hard rock hasta el pop y el rock alternativo, también fue de lo más coreado en la noche donde la luna en cuarto menguante de color rojo servía como testigo del show de los vizcaínos que abrazaron a México como su segunda patria, recibiendo de regalo una bandera mexicana y una playera de la Selección Nacional que el vocalista no dudó en ponerse mientras el cariño del público se hacía sentir.

Ni qué decir de Arde Bogotá, que desde Cartagena, Murcia, han sabido meterse con fuerza en la memoria musical de la gente. Con la buena vibra de su vocalista, Antonio García, y con la incertidumbre de si cierto zaragozano amigo de apellido Bunbury aparecería en el Sonoramex, cosa que no sucedió, la agrupación no cesó de motivar a la gente para ponerla a bailar, dar de brincos y acompañarlos en su viaje musical con su autonombrado himno, Los Perros, bastó para mostrar la gran propuesta que traen en sus manos.

Cierre Mexa para el Sonoramex: Porter y La Gusana Ciega

Y llegaba el momento de los mexicanos estelares de este cartel, que comenzó con Porter, quienes comenzaron su setlist con la fuerza de su gran clásico, Espiral, dotando de su excepcional toque surrealista a la velada de esta fiesta musical. Los originarios de Guadalajara, Jalisco no dudaron en consentir a todos los asistentes que aguantaron las ráfagas de viento frío mientras caían hipnotizados con la voz del vocalista David Velasco.

Las distorsiones de las guitarras y el sonoro poder del bajo pusieron una sensación de nostálgica tristeza que permitió a algunos abrazarse, besarse y dejarse llevar por las sensaciones que el Cachito de Galaxia de la banda les traía encima. “Que gusto estar acá, ya los extrañábamos mucho“, recitaba el vocalista mientras el recital de los tapatíos terminaba con su Himno Eterno, dejándole abierto el camino a Daniel y compañía, que cerrarían este primer Festival Sonoramex al puro estilo de La Gusana Ciega.

Ante un viento que calmó su furia a la par de los momentos de cierre en el Parque Bicentenario, Daniel Gutiérrez, Germán Arroyo y Luis Alberto “Lu” Martínez aparecieron bajo la luz azul fría, dándole una reverencia a la gente que rendía tributo a la ya histórica banda de rock mexicano para comenzar su noche con Entre el Agua. Los piropos hacia el vocalista no se hacían esperar mientras él, con traje y toda formalidad, ofrecía unos pequeños pasos de baile para darles un éxito de su autoría, No Puedo Verte.

Ante el panorama donde españoles y mexicanos compartían vínculos, cervezas y música, Gutiérrez no dudo en alabar la intención de este festival. “Estuvo chingón todo esto, un buen de bandas españolas talentosas y ahora nos toca prácticamente cerrar el festival“, decía justo antes de seguir la fiesta con Vivir Así es Morir de Amor, original de Camilo Sesto para dar cierto toque español, entre otros clásicos ya de sus presentaciones como 1987, Tornasol y Ella Estrella, para decir el último adiós a ritmo de disco con Yes Sir I Can Boogie.

Así, el primer Festival Sonoramex resultaba un éxito para sus organizadores, quienes terminaron contentos con la buena convocatoria y planean hacer este evento algo mucho más grande con la finalidad no sólo de continuar marcando los grandes lazos entre México y España, sino dar a conocer y apoyar todo ese talento que existe en la península ibérica aunque tendrán que trabajar con ciertas cuestiones logísticas y problemas de sonido que, afortunadamente, no mataron la buena experiencia que dejó con todo y el sol, el viento y la amenaza de lluvia.