The Order Of Fear de Orden Ogan, sólido power metal alemán

Por Luis Jasso #SangredeMetal

Orden Ogan regresa con su marca registrada de power metal en un álbum que ratifica su estatus de banda importante en el metal europeo.

The Order Of Fear es el noveno disco de Orden Ogan y primero para el sello Reigning Phoenix Music. Tiene algunos elementos clásicos del power metal que profesan como la presencia constante del doble bombo, la velocidad en los riffs e incluso por momentos en los solos de guitarra. Tiene un sonido abierto que es producto seguramente de una decisión intencional.

Eso sí, es una banda no apta para el power metalero clavado en la tradición, para el purista, sobre todo porque es música que le da bastante espacio al teclado. Aparece ya sea para crear texturas y atmósferas, como una presencia más notable e incluso con algunos solos tipo lo que hacía Children of Bodom en los que teclado y guitarra intercambian notas.

Orden Ogan, power metal melódico, pero unca suave

También es una banda de grandes coros, y un ejemplo inicial es “The Order Of Fear”. También en ese sentido es que los han comparado con Blind Guardian por ejemplo, pero por momentos es más bien similar a lo que hace Powerwolf.

Es un disco que tiene momentos que te recuerdan a bandas clásicas de metal, como el coro de “Moon Fire”, pocas palabras pero muy melódico, como para corearlo en vivo.

Es un disco en el que la banda no se sale del estilo que domina, no hay sorpresas excepto por pequeños pasajes, como los acústicos en “Conquest” o la balada “My Worst Enemy”. Mantener la mayor parte de la música ceñida a una misma fórmula puede ser un arma de dos filos porque algunos pueden verlo como falta de creatividad, y como ejemplo teórico, porque en la práctica son totalmente distintas, se me ocurren AC/DC o Amon Amarth. Y claro, para muchos esa fórmula es justamente el sello particular de Orden Ogan. Por cierto el solo de guitarra en “My Worst Enemy” es realmente bueno, perfecto para la canción.

También hay algunas canciones más directas o guitarreras, como “Blind Man”, “Prince Of Sorrow” y “Dread Lord”. Hacia el final está lo que personalmente aparece como lo mejor del disco. “Anthem To The Darkside” es un excelso ejercicio de power metal clásico, veloz, directo, melódico pero nunca suave, siete minutos de pura gloria en los que Orden Ogen ejercita el músculo sin muchos adornos. Luego viene una intro hablada que da pie a otra enorme épica, “The Long Darkness”, una rola a velocidad media y con suficientes vueltas de tuerca para mantenerte atento por poco más de ocho minutos.

Buen disco, probablemente recibirá calificativos más halagadores en reseñas donde el escucha sea más propenso al uso de los teclados, pero eso ya es un detalle que influye a nivel individual. Como disco es sólido, entretenido, melódico y valioso. En la escala Sangre de Metal de puntuación, llega al 4 de 5 puntos.