Crítica de Los Dos Amores de mi Vida, un trío amoroso sin gracia

Ah las adaptaciones literarias, qué sería del cine sin ellas. Especialmente de aquellos autores que se dedican a esas historias románticas para todo público. Novelas de aclamados autores del genero como Nicholas Sparks o Federico Moccia son constantemente llevadas al séptimo arte para alimentar de cursilería al espectador. Los Dos Amores de mi Vida se suma a esta larga camada de relatos salidos de la literatura que buscan causar lágrimas y risas en el espectador. Aquí puede que lo logren, pero por todos los malos motivos.

De qué va Los Dos Amores de mi Vida

La cinta esta basada en la novela de Taylor Jenkins Reid donde nos presenta a Emma (Phillipa Soo), quien se verá inesperadamente obligada a elegir entre las dos personas que marcaron su vida. Primero está su casi marido Jesse (Luke Bracey), a quien durante mucho tiempo consideró muerto. Por otra parte, tiene a Sam (Simu Liu) su prometido, quien finalmente le devolvió la vida. ¿Con quién se quedará finalmente, se puede amar a dos personas a la vez y porque diablos siguen adaptando estas novelas?

‘Dos Hombres, Un Camino y sin la ‘Tesorito’

Hablando de la historia, no es la primera ni será la última vez que se nos presente el dilema del trío amoroso y las decisiones que se deben de tomar a partir de ello. Pero francamente, el guion de la misma autora de la novela junto a su esposo, Alex, peca de una desorganización tremenda entre saltos de tiempo y recuerdos metidos abruptamente que rompen todo el ritmo narrativo del filme.

Al comenzar Los Dos Amores de mi Vida, estamos en una línea temporal en el pasado de la protagonista que se corta súbitamente a negros para dar una reflexiva frase y mandarnos otra vez al presente ¿o no? Luego vuelve al pasado para seguir al presente y bueno, la edición es una locura que parece haberse hecho con un hacha cortando por todos lados de mala forma, matando el ritmo de toda la cinta.

Por si eso fuera poco, tenemos a los actores. Tanto Phillipa Soo como Luke Bracey parecen salidos de una telenovela mexicana mal hecha, pues sus interpretaciones son exageradas o simplemente no transmiten en absoluto nada del dilema que ella está viviendo. Ambos resultan exasperantes, planos, haciendo que la decisión dura de saber quién es el amor de su vida parezca como elegir entre si comes cereal o solo leche en un desayuno.

Afortunadamente, de este trío que nos hace añorar la extraña y sobreactuada química que aquella popular telenovela mexicana llamada Dos Mujeres Un Camino, con Bibi Gaytan, Erick “Poncharelo” Estrada y la ‘Tesorito’, Laura León, se salva uno que es el buen Simu Liu, quien se ve ávido de mostrar una vena cómica que trae latente pero que con semejante guion se queda en nobles intenciones que no son suficientes para salvar del olvido semejante bodrio.

¿Y dónde está el director?

Por si fuera esto poco, la dirección, a cargo de Andy Fickman, es algo totalmente inexistente. No solo tiene un gran problema para que sus protagonistas transmitan el drama que los aflige sino que, a pesar de su vasta experiencia en la comedia, aquí no logra ni una chispa de carisma, chiste o mínima gracia, lo cual es preocupante en un ‘dramedy’ que está hecho para eso, reír y llorar con los protagonistas.

Eso es el peor problema de Los Dos Amores de mi Vida, pues navega sin dirección y nunca sabe qué es lo que quiere realmente transmitir. A pesar del uso constante de los clichés de este tipo de filmes, no conecta un buen hit con la audiencia. Ni siquiera es capaz de generar empatía con las situaciones, agregando al relato momentos que más que divertidos o emotivos, parecen sacados de un episodio malo de La Rosa de Guadalupe.

Ni qué decir de la selección musical de la película. El guion tiene tremendos agujeros y una falta descriptiva mayor que, por prácticamente toda la cinta de hora y media de duración, llena a través de un soundtrack cursi, mediocre, sin sentido, que además funciona como un mero relleno, ya ni siquiera como un complemento narrativo. Esos caprichos son los que poco a poco van matando a una ‘chick flick’ que tampoco resulta atractiva para su público principal, sintiéndose como un ‘maravilloso desastre’.

Es así que Los Dos Amores de mi Vida no sólo se convierte en una cinta genérica de romance, drama, comedia o cualquiera de los sentimientos que intentaba transmitir, sino en una historia que, tal vez, tenía mucho por dar de haber sido narrada de diferente forma, editada de manera decente, mejor dirigida y actuada. Pero tristemente, cae en un montón de decepcionantes películas del genero dignas del olvido gracias a un trío amoroso que se desvanece sin gracia alguna.

No, esta no es una buena adaptación y el amor nunca es puesto a prueba, sino que cae en convenciones y actos verdaderamente anticlimáticos. Y no esta mal que quieran seguir haciendo mil y un adaptaciones de todas las novelas románticas habidas y por haber. Pero hay ejemplos como éste que demuestran que hasta una telenovela mexicana de los 90s puede llevar más allá una historia de esta índole, con todo y Bronco de por medio.