Tortugas Ninja: Caos Mutante, un juvenil y emocionante Cowabunga

No cabe duda de que la animación comienza a ser vista con otros ojos. Dejando de lado el prejuicio de que las cintas de este estilo eran exclusivamente para niños o familias, el género ha dado un paso para demostrar su importancia como recurso narrativo y las Tortugas Ninja: Caos Mutante son otro ejemplo de lo logrado a partir de la fiebre desatada por el Spiderverse. ¿Será este un reinicio a la altura de los icónicos personajes de cómic?

¿De qué trata Tortugas Ninja: Caos Mutante?

Después de años de estar protegidos del mundo humano, cuatro tortugas llamadas Leonardo, Raphael, Donatello y Miguel Ángel, buscan dejar atrás la vida en las alcantarillas proponiéndose el ganarse los corazones de los neoyorquinos y ser aceptados como adolescentes normales realizando actos heroicos. Sin embargo, para lograrlo tendrán que enfrentarse a un misterioso sindicato del crimen, liderado por Superfly (Ice Cube) que liberará todo un ejército de mutantes sobre ellos. ¿Podrán los ninja adolescentes con la misión?

Si están esperando un estilo similar a las anteriores versiones de las amadas tortugas, no será así. En esta visión, las Tortugas Ninja muestran un lado juvenil que pocas veces ha sido capturado con tanta eficiencia como ahora. Aquí literalmente son unos adolescentes con el sueño de pertenecer a algo, ser reconocidos y dejar de vivir en las sombras por su aspecto diferente, un tema que resuena permanentemente en este relato.

Este cambio además no es introducido en vano pues sirve para llevar la franquicia a una generación nueva, un sello característico en la historia de las Tortugas Ninja, pues en todas sus interpretaciones, ya sea desde el cómic en blanco y negro con trazos sucios hasta ese live action noventero con botargas llamativas o las diferentes versiones de series animadas, pasando por las horrendas CGI producidas por Michael Bay, algunas con mejor suerte que otras.

El diseño de personajes resulta llamativo. Si bien cada tortuga conserva las características que los diferencian desde siempre (el líder, el inteligente, el salvaje y el juguetón), hay pequeños detalles que los hacen únicos. Donatello ahora es un geek tecnológico fan del anime, Mikey usa braquets y es el mas irreverente, Leonardo es el líder que tiene dudas y hasta se da el lujo de enamorarse y Raphael sigue siendo el mismo tosco de siempre.

A pesar de respetar la esencia de cada uno, el estilo de animación, inspirado directamente por la escuela dejada ya en el Spiderverse, resultó conveniente para Jeff Rowe, realizador del filme, pues les permitió llevar a las Tortugas Ninja a otro nivel que se alejara de los convencionalismos usuales o antes vistos en la querida franquicia. Aquí, los trazos y el juego de iluminación son destacados y recuerdan esos primeros bocetos del cómic, ayudando a su vez a capturar cierto naturalismo del popular cuarteto.

Es grato además ver toda una galería de villanos poco apreciados tener un espacio en este filme. Basta ver a Superfly, los clásicos Bebop y Rocksteady, así como otros acompañantes de esta aventura alocada para ver el esmero en cada detalle donde la animación se siente como una encarnación bastante adecuada del mundo subterráneo, casi fuera del alcance humano, de las tortugas mismas. Aunque la cinta no está exenta de polémica con la famosa ‘inclusión’ de una Abril O’Neil que podrá molestar a algunos pero que se adecúa al mensaje que la cinta busca transmitir.

Es ahí donde el mérito del eterno adolescente Seth Rogen, productor y guionista del filme, entra. La habilidad que tiene el comediante y actor para captar la eterna lucha de las Tortugas Ninja y traerla a la época moderna es destacada, todo esto bajo una misiva clara: no importan las diferencias ni rarezas, si eres un mutante o alguien que no encaja, la equidad y la igualdad es siempre importante. Eso aunado a un interesante planteamiento acerca de las percepciones, la sobre protección y otros temas donde también conecta uno como adulto.

Esos enfoques existen en nuestro héroes neoyorquinos, que en su parte climática ante la amenaza del gran villano del relato que vive lleno de rencor por el rechazo constante (entre otros detalles), le hace un guiño a la primer cinta de Spiderman de Raimi donde la unión hace la fuerza y los prejuicios o la popularidad de ser aceptados pasa a ser un elemento secundario. Esto, claro está, sin afán de aleccionar o ser panfletario, pues a través de un buen entretenimiento para jóvenes con acción y humor a veces medio pesado (muy al estilo Rogen), logra el cometido de presentar a unos héroes cuya mayor virtud es mutar conforme a la época.

No todo es tan positivo. Si bien las voces originales tiene un gran talento de jóvenes actores junto a veteranos de la talla de Jackie Chan, Giancarlo Esposito, Paul Rudd, entre otros, en el doblaje al español encontramos ciertos dilemas con la tropicalización excesiva en la forma de expresarse de todos. Si bien existen buenos chistoretes que van dirigidos, nuevamente, a los chavos de la presente generación, puede resultar un tanto excesivo para los fans más de antaño de las queridas Tortugas Ninja.

Asimismo, el sentido del humor puede ser un tanto subido de tono para los niños o grotesco para los adultos. Pero eso si, la historia no deja de ofrecer bonitos guiños para los fans mas acérrimos como escuchar un pedazo del Ninja Rap de Vanilla Ice o algunos guiños e ilustraciones que hacen alusión a la historia de las tortugas con el paso del tiempo, todo esto a través de una historia que, como buen relato de origen, tiene un arco interesante para llevar a estos adolescentes a ser las figuras más queridas de las cloacas de Nueva York.

Así, Tortugas Ninja: Caos Mutante podrá molestar a algunos por la inclusión ‘forzada’ (recordemos que Abril no era pelirroja ni exuberante), por destruir sus infancias o simplemente por presentar una nueva visión que rompe los esquemas de anteriores versiones de los populares héroes, pero el hecho es que estas adolescentes mutantes siguen trascendiendo generaciones al abrirse a nuevos panoramas, ahora no sólo sociales, sino también en la animación.

Por ello, es grato volver a verlas en pantalla grande con un rejuvenecido grito de Cowabunga a través de un reinicio interesante que tiene planes de expandirse en televisión y seguir explorando el panorama de los héroes a través de largos animados destacados como éste. Y si no, quédense a la escena en los créditos, donde el panorama luce muy prometedor para estos adolescentes mutantes que nos invitan a volver a esos años en que éramos más Tortugas Ninja que Splinter.