Reseñas Discos
Hotel Miranda: una refrescada sorprendente y espectacular
El dueto argentino se aventó un disco inteligente, fresco, emotivo y de sorpresas muy chulas
Miranda le dio al mundo una lección de cómo se hace un disco de grandes éxitos, que más bien son covers y que al mismo tiempo es una piscina de colaboraciones impresionantes que le da una refrescada bien merecidas al repertorio que venimos escuchando desde hace varios años.
Luego de una pandemia que puso en jaque a todo el rubro artístico, los creadores tuvieron que sacarse de la manga nuevas formas de hacer su trabajo que conectaran con el mundo postapocalíptico, en el que el público se volvió mucho más selectivo con la cosas que consume, y es difícil llamar su atención.
Algunos hicieron música nueva, pero las fórmulas que se gastan pueden llegar a colmar, mientras que arriesgarse con una novedad pocas veces vista en sus carreras no da resultados positivos todo el tiempo. Era una moneda al aire que a Miranda le cayó como anillo al dedo, pues aprovecharon lo mejor de ambas partes con un disco de covers a sí mismos. Sus canciones reversionadas, con una vuelta de tuerca.
Hotel Miranda: grandes éxitos renovados
Cuando se habla de un compilado de grandes éxitos, nunca te esperas escuchar en el disco que todos los temas tengan un sonido irreconocible al clásico que ya conoces, y que has cantado por años. Todavía menos probable resulta que te encanten como la primera vez que las escuchaste.
Es precisamente lo que ocurre con esta pieza. Te encuentras con buenísimos temas completamente cambiados, y algunos hasta obtuvieron una segunda oportunidad para volver a sonar en la radio, para llegar a las nuevas generaciones en un formato electrónico, urbano, rock y experimental, muy lejos del synth pop, el pop, el techno que habían manejado desde sus inicios.
Así se nos atraviesa una destacada interpretación de Cristian Castro, una fabulosa intervención de Andrés Calamaro, una delicada participación la de Emmanuel Horvilleur, y una poderosa revancha de Francisca Valenzuela, hasta la frescura trapera tropical y urbana de María Becerra con FMK, hasta una pincelada de rebeldía con Ca7riel o un poco de dance recién salido del horno con Bandalos Chinos.
Un oído a los tracks del nuevo disco de Miranda
Musicalmente hay canciones que se quedaron en la raya, sin muchos cambios más que la integración de cajas de ritmos y algunos sonidos de sintetizador. Es el caso de “Uno los dos“, dónde se siente desperdiciada la intervención de una fenomenal Emilia Mernes; una descuadrada y forzada versión de “Mentía” con Chano; incluso “Don“, misma que lamentablemente usaron para abrir el disco, pero en vez de atraer al público lo aleja con un tema flojo, donde hasta el legendario solo del inombrable suena desangelado.
Pero esa canción no tiene por qué ser la verdad absoluta de todo lo que viene por debajo. “Yo te diré” es el primer EDM que suena ponchadisimo, y que conserva su melodía original. Bastante bien logrado. Otras canciones que tienen un segundo aire bien dance, de impresionantes bajeos y mucho debraye para sacarle brillo a la pista son “Traición” dónde se alejan del tinte tropical, y “Ya lo sabía” .
Ese camino de mejora lo recorren también con “Perfecta” dónde le meten mucho más teclado a la base reggae, y un bajeo bien urbano sobre el que María Becerra y FMK improvisan versos nuevos que no lleva la canción original, y que la hace probablemente una de las mejores piezas del disco.
Las mejores canciones del Hotel Miranda
Claro que solamente por debajo de Cristian Castro y la muy interesante refrescada de “Prisionero” que conserva poco o casi nada de la versión que tanto hemos cantado en vivo. Un bajo bien presente, y un ambiente synth pop, con un ritmo sencillito, pero carismático en las percusionea la convierten en un tema disfrutable, lo mismo para echar unos buenos pasos o para tirarte una lloradita entre las almohadas. El mexicano, interpreta como pocos.
Poco que agregar de lo anterior a la poderosísima “Enamorada“, donde no les bastó con una base de música electrónica, con mucho synth, una genial caja de ritmos y la intervención oscura de un teclado que no deja de aturdir la oreja en el lugar de la tarola, además, le metieron el vozarrón de Francisca Valenzuela a dueto con Juliana Gattas, unas cabronas del micrófono el Latinoamérica. Otro pedo. Una rola empoderada y que roza la perfección.
Finalmente, “Tu misterioso alguien” deja de lado su melancolía acústica de guitarra y batería para dar paso a una auténtica rola de antro, con un increíble sonido dance medio dark, medio industrial bien ochentero-noventero que con el paso de los minutos, versos, silencios, puentes y coros, se pone mejor. El truco definitivo… la voz rasposa de Andrés Calamaro que se siente como una estaca en el corazón al momento que dice: “A quién has ocultado de mí todo el tiempo para no matarme”. Genio.
Pero si hablamos de obras maestras, la que se aventaron los integrantes con Bándalos Chinos del tema “Navidad“. Muy a su estilo rock pop con algunos tintes de dance y algo de atmósferas de sintetizador bien viajadotas, lentas, pero pegajosas, atractivas, pero de mucho misterio, dónde el juego de voces entre todos los vocalistas resulta fundamental para levantar todavía más esa intención de ponerte a mover por pies.
Escucha Hotel Miranda
Puedes darte al Hotel Miranda en cualquier servicio de streaming y YouTube. A la espera estamos que traigan tanto el CD como el Vinil que pondrán a la venta con un pequeños tiraje para todos los fanáticos de hueso colorado que quieran obtener un disco único.