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Fading Afternoon, un John Wick en pixeles muy a la japonesa
Fading Afternoon cuenta la historia de Gozuki, luego de que su clan fuera arrebatado de respeto y honor mientras el pagaba condena en el bote.
De la mano de Yeo desarrolladores de The Friends of Ringo Ishikawa y Arrest of A Stone Buddha llega Fading Afternoon, una tercera parte que no continúa tal cual con estas dos mencionadas antes, pero que se siente como un sucesor espiritual ya que pule el modo de juego que ofrece la desarrolladora, el cual se basa mucho en la apreciación ambiental y el uso adecuado del pixel con unas excelentes secuencias de acción plataformera.
La melancólica premisa de Fading Afternoon
Fading Afternoon nos cuenta la melancólica historia de Seiji-Maruyama o ‘Gozuki’ pa los cuates, el cual después de ir a prisión por unas movidas truculentas de su clan (ya saben, jugándole al Yakuza) tiene por fin la oportunidad de salir del tambo para hacer su vida ahora sí como el la desea.
Sin embargo, al ser un lobo solitario, no queda más que estar disponible de nuevo para su clan, puesto que tristemente su jefazo, Azuma, le comenta que en su tiempo de encierro, las cosas no fueron tan chidas para todos ellos, ya que fueron perdiendo muchas cosas, entre ellas territorios y el respeto ante los otros clanes de mafiosos.
Por lo que está en manos de Gozuki regresar a los tiempos de gloria a su gente mediante enseñarle el respeto a chingadazos a los enemigos e ir recuperando puntos esparcidos por la ciudad, la cual ya está infestada de lacras y pandillas contrarias.
El arte y el combate son la joya de la corona
Pero bueno, lo que nos tiene que importar a los videojugadores (al menos a algunos) es el modo de juego, el cual déjenme irles adelantando que es una delicia por completo, ya que este estilo de Beat’em Up le entrega un buen de cualidades a la historia.
En breve podemos recordar mucho a las viejas arcades con títulos como Double Dragon o los mismos Simpson, esos que jugábamos en las salas de ‘chispitas’ por lo que Fading Afternoon, si bien no tiene ese frenesí de un juego acelerado, tiene el tiempo perfecto para que sea lo bastante entretenido.
Con un vasto abanico de enemigos a los cuales les puedes quitar cuchillos, espadas, pistolas y poder aventarles botellas, te hacen sentir que andas justo en una de las películas del John Wick, repartiendo chingadazos en traje de Godinez platino.
Si bien el juego te permite también, tomar la senda de la tranquilidad (puesto que nuestro protagonista ya no está en sus mejores años) es inevitable querer recetarle un botellazo a un mafioso mientras está esperando a sus víctimas para andar de faltoso.
Por lo que tienes que andar repartiendo chingadazos en lo que exploras cada una de las zonas en un mapa que tiene ligeros tintes, de ser un semimundo abierto, ya que tu exploración depende de a donde quieras viajar en el metro; pero, también es cierto que para continuar con la historia, tus objetivos te irán diciendo a donde tienes que ir para ir completando los objetivos.
Si bien las animaciones son fantásticas y el uso de armas es más que brillante, creo que uno de los puntos flojitos del combate es que puedes pasarte toda una oleada de enemigos apretando el mismo movimiento, por lo cual le quita un poco de cualidades al combate, por lo que tienes que ingeniártelas tú mismo para hacerlo un poco más atractivo.
Pero cuidado, ya que si vas enrachado y en algún momento se te ocurre apretar el botón equivocado, los enemigos se te van a dejar ir como comerciantes de la central de abastos a Sandra Cuevas, por lo que los vas a tener encima regalándote una dulce dotación de ricos chingadazos.
Lo que me lleva también al hecho de que por alguna extraña razón, disfruté más jugarlo con el teclado que con un mando, ya que puede llegar a ser muy confusa la precisión de los botones, digo, nada que no se pueda solucionar con algunas configuraciones, pero para efectos prácticos, en esta ocasión ganó la tecla.
Un juego fluido y bueno de ver
En general creo que cumple con todo lo que un juego de esa magnitud debe de tener, tiene acción, una excelente historia que va más allá de solo ser el matón en turno, una excelente ambientación y un diseño de arte que a mi parecer resalta mucho, en todo momento te presenta una ciudad quieta y pacifica, pero que esconde un trasfondo de mafia y corrupción.
El juego ya lo puedes encontrar en la tienda de Steam en $228 pechereques y los requisitos que pide son mínimos, prácticamente lo puedes jugar en tu tostadora y no vas a ver ningún problema en el rendimiento.