Black Sabbath lanzará el compendio de viniles, Hand of Doom: esto es lo que incluirá

¿Quién necesita ahorrar el aguinaldo cuando se lo puedes soltar todo a los padres del heavy metal? A Black Sabbath le encanta reeditar su material y en esta ocasión, van a la raíz de la grandeza del cuarteto original para entregarnos Hand of Doom, uno de los mejores compendios editados en vinil que hayamos visto en los últimos años.

Que incluye Hand of Doom, el nuevo box set de Black Sabbath

De 1970 a 1978, el cuarteto compuesto por Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, lanzó ocho obras maestras (no dejes que te digan lo contrario) que ayudaron a forjar las bases para el heavy metal. Su debut homónimo, denso, siniestro, una guía de lo que eventualmente también se convertiría en doom metal, tomó al mundo por sorpresa a inicios de la década de los 70 y las listas de popularidad, tanto inglesas como estadounidenses, reconocieron las ventas que tuvo el impacto de un sonido tan arriesgado. “¡Oh Dios, por favor ayúdame!”, gritaba Ozzy en desesperación en el primer track. 53 años después, es algo que sigue dando escalofríos.

Medio año después, lanzaron la placa que los catapultó como la leyenda que son: Paranoid. Seguro, muchos ya estarán cansados de escuchar “Iron Man”, “War Pigs” o a tu tío chavorruco gritando “Paranoicoooooo”, pero no en vano son temas importantes para entender el género. Su primer #1 en Inglaterra, la placa contiene canciones igual de importantes como “Electric Funeral”, “Fairies Wear Boots” y la pacheca “Planet Caravan” que en los 90, tomó nueva vida gracias a Pantera.

La bonanza siguió en 1971 con Master of Reality, joyita a la cual toda la escena stoner que surgiera hasta finales de los 80, le debe su existencia entera. A pesar de una mezcla que juega de manera brillante todo el tiempo (escucha “Sweet Leaf” con audífonos para gozarle) los críticos de su momento no le entendieron. Ahora es todo un clásico, poseedor de una de las mejores canciones creadas en el siglo XX: “Children of the Grave”.

Tuvieron que pasar tres años, entre giras y sobre todo, hartos vicios, para que tuviéramos Vol. 4. La madurez en el sonido seguía adelante pero sobre todo, la crudeza de sus temas, reflejada en la fuerte adicción a la cocaína del cuarteto en “Snowblind”. Este fue su primer trabajo producido de manera independiente tras la partida de Rodger Bain, quien también forjó las carreras de Judas Priest y Budgie.

Asqueados y bloqueados por el ambiente de Bel Air, Black Sabbath regresó a Inglaterra para adentrarse en los pasillos del Castillo Clearwell donde Zeppelin y Purple hicieron lo suyo. El resultado fue Sabbath Bloody Sabbath, uno de los trabajos más oscuros y lúgubres de su discografía donde la experimentación comenzó a brillar al incorporar sonidos de Moog (“Who Are You?”), e instrumentos de aliento como flautas o las gaitas en “Spiral Architect”.

Pocas bandas pueden darse el lujo de lanzar cinco álbumes excelentes en racha pero seis, solo Sabbath. Sabotage es excelso por donde se le vea. Mientras que siempre se les celebra por los sonidos densos y doom, “Symptom of the Universe” es uno de esos primeros ejemplos de un metal veloz, esbozo para los géneros extremos que vendrían en la siguiente década.

El siguiente par de álbumes no son tan celebrados y con justa razón. Francamente, Technical Ecstasy y Never Say Die!, el último álbum junto al Príncipe de las Tinieblas hasta el lanzamiento de 13 en 2013, mostraron a un grupo con severa crisis de identidad, intentando imitar sonidos populares del hard rock estadounidense. Por ahí se cuelan buenas ideas como el trabajo en los teclados de Don Airey o piezas como “Never Say Die!” y la baladona “It’s Alright”, cantada por Ward.

Hand of Doom recopila estos ochos materiales en LPs personalizados con sus respectivas portadas, además de un póster exclusivo. ¿La mala noticia? El set estará limitado a solo tres mil unidades, mismas que estarán disponibles a partir del 1 de diciembre vía BMG a través del sitio web oficial de Sabbath. Se pagan, al fin que mi familia no esperaba pavo este año… Otra vez.